10. No lo digas

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Natalia, Chris y Richard se subieron al auto de Renato, se los había prestado pero con la condición de que les aseguraran de que Chris no lo manejaría.

Chris: Chicos, no creo que sea necesario esto. —rodó los ojos divertido. —Yo puedo manejar.

Richard: Yo igual, y esa fue la condición que nos dio Renato.

Natalia: Estoy de acuerdo con Richard, y no quiero morirme tan jóven y hermosa. —hizo pose de diva. —Veo por mi seguridad y mi bienestar.

Chris: Son unos desconfiados. —se cruzó de brazos e hizo puchero de niño pequeño. —¿Entonces para qué vengo? Mejor me quedo.

Natalia: No, señorito. Te vas a venir con nosotros, necesitamos a alguien que nos ayude con las bolsas. —se sentó en el asiento del copiloto. Richard se subió y arrancó en auto para ponerlo a andar. —Así que ya es tarde para que te quieras regresar.

Chris: Pues ha qué. —frunció el ceño como niño chiquito.

Mientras tanto, en la casa Erick, Joel y Zabdiel estaban platicando en la sala.

Erick: Oigan, me mandó un mensaje Joss Favela, que va a venir a Miami. Por lo de los premios Banda Max. —comentó, mirando su celular.

Zabdiel: Ah, que bien. Espero y venga a vernos. —habló cambiando los canales a la televisión. —Por cierto, ¿cómo vas con Makis? ¿Aún sientes algo por ella?

Joel: Sí, dinos. —miró cómplice a Zabdiel, por suerte, Erick ko se dio cuenta.

Erick: Pues nos besamos.

Z y J: ¡¿Qué?! —gritaron asombrados.

Erick: Si, como lo escuchan. —regresó su mirada a los dos. —Cuando estabamos lavando los trastes nos besamos.

Zabdiel: Pero aún no han hablado de volver a su noviazgo, ¿o sí? —preguntó, apagando la televisión y dejando el control remoto en la mesa de centro.

Erick: Pues no hemos hablado, aún. —se acomodó en su lugar. —Pero por mí parte si quisiera volver a con ella.

Joel: Entonces, ¿te sigue gustando? —le preguntó.

Erick: Nunca dejó de gustarme, siempre me gustó.

Zabdiel: ¿Entonces por qué fingías estar siempre enojado con ella?

Joel: Sí, no la querías ver ni en pintura. —miró al ojiverde.

Erick: Es que no quería que ustedes lo supieran, aún no. —se encogió de hombros. —Pero ahora lo saben, y necesito su ayuda para algo que tengo pensado en hacer para que sea mi novia.

Zabdiel: ¿Te le vas a declarar de nuevo? —preguntó emocionado.

Erick: Sí, y será algo especial y mucho mejor que la primera vez. —habló convencido.

[…]

Natalia: Christopher, no te vayas lejos. —jaló de la camisa a su amigo. —¡Por Dios! Eres peor que un niño chiquito cuando va a un supermercado.

Chris: Es que quiero mis galletas. —hizo puchero.

Natalia: ¿Sabes qué? Agarra las malditas galletas, pero eso sí, tú me las pagas. —rodó los ojos, volviendo su vista a Richard quien iba concentrado en agarrar las cosas necesarias que los chicos les habían pedido. —Pero, ve al auto y deja esas bolsas en la cajuela. Ten la llaves.

Chris las atrapó y salió del supermercado, fue al estacionamiento que estaba justo enfrente, abrió la cajuela y dejó las bolsas ahí.

Chris: Creo que me comeré las galletas ahora. —hizo una mala imitación de Patricio Estrella. Abrió el empaque de las galletas de chocolate que Natalia había comprado para ella, pero que seblas había dado, o por lo menos tenía que pagarselas.

Xx: Has hecho un buen trabajo, Christopher Vélez. —habló a sus espaldas una voz femenina conocida para él.

Chris: ¿Qué quieres, Elena Román? —volteó bruscamente. —¿Ya dejarás de amenazarme?

Elena: Obvio no, lo haré hasta que yo lo quiera y decida. —rió sarcástica. —Por lo visto, veniste con tus amigos. ¿Los quieres mucho?

Chris: Con ellos no te metas, Elena. Ellos no tienen nada que ver contigo ni con este asunto. —apretó los puños con el ceño fruncido.

Elena: Ay, Christopher. Pareces un niño pequeño, e indefenso. —volvió a reír. —Tú bien sabes que esto lo hubieras evitado si hubieras andado conmigo y no con Fabiola o con esa tal Olga.

Chris: Elena, deja eso en el pasado. Tú nunca me gustaste, y jamás lo harás. Y mucho menos andaría con una loca psicópata como tú. —bufó.

Elena: Bueno, por lo menos has cumplido en no hablar ni estar con Olga Vives, la de Ventino. —lo miró de reojo. —Aunque no creo que eso pueda seguir siendo a partir de ahora, Vélez. Me enteré de que se tienen que llevar todos muy bien, aparentando lo que no son.

Chris: ¿Tú como sabes de eso? —preguntó confundido.

Elena: Por Dios, Vélez. Yo lo sé todo, donde menos te lo esperas aparezco. —se encogió de hombros. —Sé en qué lugar estarás mañana, y pasado, y pasado. Sé que terminaste con Fabiola por Olga, y que aún sigues amando a la güera esa.

Chris: ¿Sabes qué? Lárgate de aquí, ¿o quieres que llame a la policía? —sacó su celular de la bolsa de su pantalón.

Elena: Tranquilo, pandita. —relajó su semblante. —No quiero tener problemas, por ahora. Pero ten por seguro de que haré que tu vida poco a poco se vaya deshaciendo. Que todos tus seres queridos sufrirán, y todos esos amigos tuyos pagarán por lo que me hiciste.

Chris: Oh, Elena. Yo no te hice nada, fuiste tú quien se hizo ideas locas en la cabeza. —aún sostenía el celular en su mano. —Tú nunca fuiste mas que una amiga, y pasaste de eso a ser una loca psicópata que solo quiere arruinarle la vida a las personas. Y por cierto, no te atrevas a meterte con mi familia, o alguno de los chicos, por que no te lo perdonaré. Soy capaz de matar por alguno de ellos, y más aún por Olga.

Elena: Diablos, Christopher. Te desvives y piensas dar la vida por una chica que no te hace caso, que volvió a hacer su vida cuando terminaron, que te cambió y te reemplazó con un tipo que no te llega ni a los talones. —río amargamente. —Dices que darías la vida por ella, cuando ella te dejaría morir.

Chris: ¡Eso es una mentira! Tú no sabes nada. —le gritó con mucha furia. —¡Lárgate de aquí, Elena!

Chris cerró los ojos fuertemente, le había dolido lo que dijo Elena: "Dices que darías la vida por ella, cuando ella te dejaría morir". Volvió a abrir los ojos luego de unos segundos, y cuando los abrió, se dio cuenta que Elena ya no estaba. Pronto, su vista se nubló y poco a poco perdió el conocimiento.

Natalia: ¡¿Chris?! —gritó a su amigo para que despertara. No había pasado mucho desde que Elena se había ido y él no reaccionaba, incluso ya estaban ahí Natalia y Richard. —¡Vélez! Despierta, Chris. Por favor.

Natalia comenzaba a llorar de la desesperación, su amigo no reaccionaba. Estaba acostado en el suelo, sin reaccionar y sin dar señales de vida.

Richard: Papu, despierta, por favor. —lo movía.

Natalia: Chris, por favor, despierta en este maldito momento... —soltó algunas lágrimas. —Chris... Por favor...

Richard: Ya estuvo, tenemos que llevarlo a un hospital o no lo salvaremos. —Richard lo levantó y lo cargó, lo subieron al auto en los asientos de atrás y arrancó el auto rumbo al hospital.

Natalia: Vas a estar bien, lo prometo, Chris. —lo abrazaba, mientras lloraba. —Prometí que estaría para ti en cualquier momento, somos mejores amigos y aquí estaré.















¿Se lo esperaban?
¿Qué creen que le haya pasado a Chris?😭
Descubren lo ❤


Reencuentro [Bandas #2]  (Completa) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora