22. Descubierto por la verdad

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Sin pensarlo dos veces, Chris tomó una mochila y metió algunas cosas indispensables en ella.

Bajó, sin la mochila, a la sala para avisarles a los chicos sobre aquel mensaje.

—Oigan, alguien tiene noticias de Olga. —gritó antes de bajar las escaleras por completo. Los chicos voltearon hacia él algo confundidos, pero reaccionaron y corrieron hacia él.

—¿En verdad? —los ojos marrones de Makis brillaron con una chispa de esperanza en ellos. —Eso quiere decir que ella está bien, y que no es la persona del accidente.

—¿Quién te lo dijo, Chris? —levantó la vista hacia el ojimiel, Camila. —¿Sabes quién lo hizo?

—No, no lo sé, pero estoy seguro de que Olgi estará muy pronto con nosotros. —sonrió, y los ojos se le achicaron.

La esperanza volvió a ellos, no del todo, pero por lo menos sabían y tenían la certeza de que Olgi estaba bien. Sana y salva no, pero bien... O eso creían, al menos.

—Sólo uno puede ir conmigo, ¿de acuerdo?

Él no sabía si era por seguridad o si era por algo malo, pero debía seguir al pie de la letra lo que esa persona, fuese quien fuese, le dijo para saber el paradero de Olga.

—Zabdiel, quiero que vengas conmigo, por favor. —el rubio alzó la cabeza y clavó la vista en su amigo, asintió y se puso a su lado. —Erick y Joel, deben quedarse con las chicas, por si se ponen mal o algo. Nosotros volveremos.

—¿No será más seguro que le avisemos a Renato o al agente, chicos? —pregunta confundida Natalia. —Eso sería mejor, y seguro.

—Ellos están ocupados por allá, además, debemos ir temprano, y para esas horas todavía lo llegarán acá. —afirmó Zabdiel. —Tranquilas, todo saldrá bien.

—No, Zabdiel, no estará bien nada. —habló Camila de nuevo. —Están actuando como los superheroes, cuando no lo son. Están poniendo en peligro sus vidas, por eso es mejor llamarle a Renato y a los demás.

Zabdiel negó con la cabeza y miró a Chris.

—Podremos hacerlo, confíen en nosotros.

—¡Confiamos en ustedes, Zab! Pero en esa persona, no.

Joel, Natalia, Erick y Makis observaron la escena.

Camila tenía una buena razón para desconfiar; no conocían a ese alguien que quería ayudarlos. ¿Quién confiaría en alguien que no conoce? Nadie.

Pero eso no lo veían los chicos, querían ser valientes e ir a buscar a Olga.

—No hagas esto difícil, Cami, por favor. —trató de calmarla Chris, pero no pudo.

—Mejor esperemos, ¿okay? —la pelirroja se pasó los dedos por el cabello, mientras se dirigía hacia la sala. Se sentó en el sofá y los chicos la siguieron. —Dicen que la hora del encuentro es a primer hora, aún faltan unas cuantas horas. Pueden esperar a agente y la policía puede acompañarlos. ¡Somos del medio artístico! Cualquiera puede mandarnos mensajes diciendo alguna mentira, chicos.

—Pero aún nadie sabe acerca de lo de Olga, Camila. —respondió Makis. —O bueno, nosotros no hemos dado el comunicado, aún. Tal vez por la mañana nos den la orden de hacerlo, pero antes debe Renato consultarlo con la disquera.

—Dudo mucho que no nos de el derecho de hacerlo público, porque debemos encontrarla. –dijo Natalia.

–El lugar de la ubicación está a dos horas de aquí, Cami, por favor. Debemos irnos lo más pronto posible, y aún debemos meter cosas en mochilas, ya saben, prevenir. —comentó Chris, iniciando a caminar hacia su habitación para seguir metiendo cosas a la mochila.

Reencuentro [Bandas #2]  (Completa) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora