18. Con el corazón

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Para despejar su mente un poco, Olga salió en el auto de Clara para ir a comprar la despensa.

El salir de casa le hacía bien a cualquiera, incluso cuando sentías que morías por dentro.

Makis: ¿No quieres que vaya contigo? —le preguntó a la rubia, quien negó frenéticamente con la cabeza.

Olga: Estoy bien, descuida. —le aseguró. —Vuelvo en dos horas. Tal vez después de ir al súper vaya a dar una vuelta por allí. Necesito despejarme de todo.

La más bajita asintió y siguió cocinando.

Caminó hasta el garage y entró al auto. Cuando se dispuso a arrancar, una figura se coló frente a ella, fuera del coche.

Chris: ¿A dónde vas? —le preguntó.

Olga: Eso es algo que a ti no debe importarte. —soltó con frialdad. —Ahora quítate.

Chris: Así no se piden las cosas, pequeña rubia. —negó con reproche, aunque en su voz se sintió un atisbo de diversión. —Si me dices a dónde irás, puede que te deje pasar.

Olga: Oh, Christopher. No es de tu incumbencia, ahora largo. —metió la llave y encendió el auto. —Largo o paso encima de ti.

Chris: Hazlo.

Olga: No me retes.

Chris: Hazlo.

Sin pensarlo dos veces, pisó el pedal para avanzar. Eso no lo vio venir, y Chris se asustó un poco, haciéndose a un lado con el corazón saliéndose del pecho.

Chris: Bien, bien. Lo hare, tú ganas. —levantó las manos a manera de rendición. Caminó hasta la ventana del conductor y se inclinó hacia abajo para ver a Olga. —Sólo ten cuidado, ¿vale? Hay muchos riesgos allá afuera.

Olga: No me vengas con tus frasesitas de padre protector, Vélez. —rodó los ojos y concentró la vista al frente.

Ya no había recibidos amenazas de Elena, pero podría atacar cuando menos lo esperabas.

Chris: No sé por qué tanto odio. ¿Sabes que es muy malo oara el corazón? —dijo en tono neutral.

Olga: ¡Bah! Ahora lo preguntas. —enfurecida, volteó y lo encaró. —Deja de molestarme, y ahora, adiós, tengo cosas mejores que hacer. Mejores que estar hablando con un traidor.

Chris: Descuida, no me dolió. —mintió.

Olga: Qué mal, porque lo dije para que lo hiciera. —sonrió falsamente.

Arrancó y salió del garage.

Chris se quedó de pie a un lado de la salida, negó divertido con la cabeza y cerró. Entró a la casa y se sentó en el sofa, junto a Juliana y Camila, quienes veían la televisión en el canal Fox.

Chris: Pon caricaturas, Juli.

Juliana: Nope, está buena esta serie. —respondió, metiendo un puño de palomitas a su boca. —Así que no.

Chris: ¿Riverdale? —enarcó una ceja, burlón. —Esa serie tiene tiempo, Juli.

Juliana: ¿Y? Lo importante es que la estoy viendo ahora, ¿no? —soltó.

Camila: Es mejor no molestarla. Cuando está viendo su serie favorita y la interrumpes con comentarios acerca de lo desagradable que es, se pone de mal humor durante una semana. —le aconsejó a Chris. —Mejor vamos a ver televisión a mi habitación. Ahí también llega Netflix.

Chris: ¿Prometes que  veremos todas las películas de Toy Story?

Camila: Lo prometo, pero...

Reencuentro [Bandas #2]  (Completa) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora