Capítulo 25 (parte 3 de 4)

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―Hola bonita―sonrío mirando a Yasmine de arriba abajo

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―Hola bonita―sonrío mirando a Yasmine de arriba abajo.

―¿Hola?―me saluda ella no muy convencida.

―Te queda muy bien ese vestido...

Aunque creo que un vestido negro y ajustado le queda bien a cualquier chica que esté decente.

―Estás borracho.

―Solo llevo media copa. Tranquila―sonrío.

―¿Me invitas a algo?―pregunta coqueta.

―Claro. Vamos a la cocina y escoges tú.

Ella me mira en forma de duda. No se fía de mí, pero ahora mismo no hay de que preocuparse porque no hay nada sospechoso a la vista. Finalmente Yasmine asiente y me acompaña a la cocina contoneándose.

―¿Quieres?―pregunta extendiéndome el vaso que acaba de beber.

Asiento y lo cojo haciendo, a continuación, lo mismo que hicieron ella y su hermana metiendo el dedo en la bebida solo para ver su reacción. Es capaz de meterme algo en la copa para darme de mi propia medicina, pero ahora mismo esto me da igual. Solo quiero divertirme.

―¿Qué haces?―pregunta algo sorprendida. Acaba de descubrir que se uno de sus trucos.

―No sé. ¿Qué haces tú?

―Intentar pasármelo bien en una fiesta tras estar días amargada porque no encuentro a mi hermana―sonríe falsamente―. ¿Y tú?

Niego y bebo lo que queda de copa. Esta chica es interesante. Seguiré jugando con ella.

―Háblame de ti. ¿Qué estudias?

―Arte dramático―sonríe―. ¿Y tú que me dijiste que era?

Arte dramático. No es detective.

―Ingeniería informática―miento y ambos bebemos.

Esto es muy incómodo. A ver si se emborracha ya.

―¿Quieres bailar?―sugiere ella gracias a Dios.

Asiento y vamos juntos a la pista de baile hasta que alguien tira de mi camiseta. Me giro y al ver a Charlotte se me cambia la cara.

―¡¿Qué coño me hiciste!?―dice con una mirada odio, seguramente por la culpa del alcohol―. ¡No recuerdo nada!... ¿Y por qué coño esta eso en tu cuarto?

Entonces la miro a los ojos buscando a la Charlotte del parque para pedirle por favor que se calle. Pero no la encuentro y me maldigo a mí mismo.

―Creo que estás demasiado borracha―digo intentando mantener la calma.

―¡No lo estoy! ¿¡Por qué al día siguiente me dolían las muñecas y tenía marcas!?

―Se ha bebido dos vasos de golpe―dice Alloy apareciendo a su lado.

―¡Dejad de mentir!

―Vámonos―dice su amiga cansada.

No quiero ni mirar a Yasmine. Como crea lo que dice...

―¿Puedes creerme por favor?―le pide Charlotte a Alloy desesperada―. ¡No estoy loca!―chilla al ver que su amiga la mira con pena.

―No digo que lo estés. Solo digo que deberíamos irnos.

―¡No!

―Sí.

―¡Quiero recuperar mi memoria! Y quiero saber por qué tienes cuchillos, cuerdas y demás en una caja.

Noto como Yasmine me mira y John y Daisy nos vigilan desde lejos. Joder.

―Yo no tengo eso. ¿De dónde sacas esas tonterías?―pregunto mintiendo de nuevo.

―¡De tu cuarto!

―¡Charlotte, vámonos!―Alloy la coge del brazo pero ella se suelta.

Alloy está empezando a perder los papeles. Yasmine está descubriendo lo que escondemos. Charlotte no tiene pinta de parar de acusarme. Daisy y John traman algo para solucionar este marrón, o eso creo, porque se han movido y ya no nos miran.

―¿Qué me has hecho?― pregunta Charlotte con lágrimas en los ojos.

Te he salvado la puta vida y a cambio me condenas tú.

De repente se va la luz y pierdo a todos de vista.

―¿Se ha ido la luz?―dice Daisy en voz alta cuando todos se callan―¡Venga, todos fuera!

Entonces la gente sale de la casa en masa y murmurando. Bien pensado Daisy. Achino un poco los ojos y veo a John acercarse a Alloy en silencio hasta taparle la boca para que no diga nada. Charlotte busca a su amiga asustada cuando Yasmine la empuja para que vaya con ella. Joder.

―¡Venga! ¡Fuera!―dice Daisy empujando a la gente que queda a la puerta.

Alloy intenta llamar a su amiga y soltarse, pero no tiene nada que hacer porque John la mantiene agarrada por la cintura y la boca. Aprovecho la distracción de Charlotte y Yasmine para tirarlas al suelo. La puerta principal se cierra de un portazo y Daisy se une al forcejeo tras encender la luz.

Yasmine se levanta e intenta irse mientras nos acostumbramos a la luz pero Daisy la agarra antes. Cosa que sirve de poco ya que le da un golpe en el estómago liberándose de su agarre. Daisy la vuelve a tirar al suelo haciéndole una llave de judo. Lleva entrenándose desde que éramos pequeños, no puede perder.

―Intenté ayudarte―digo apartando la mirada de Daisy y Yasmine para mirar a Charlotte―. Tú elegiste olvidar. Quería que no te metieses en esto nunca.

Charlotte tiembla de miedo y llora en silencio mientras me mira.

―Pero, a pesar de esto, me delatas―sigo echándole las cosas en cara―. ¿Sabes lo que te van a hacer ahora? Matarte. Y será culpa tuya.

―No―murmura sin aire.

Alloy abre los ojos e intenta soltarse al enterarse de lo que le he dicho a su amiga, pero no puede. Se le saltan las lágrimas y, cuando solloza, John le da un golpe y la deja inconsciente.

―¡Alloy!―Charlotte intenta acercarse pero John la empuja y yo la cojo del brazo―¡No!

―Sí.

―Por favor...

―¿Quieres acabar igual que ella?―le pregunto y ella niega―. Pues para.

―¿Qué hacemos con ellas?―pregunta Daisy cansada.

―Por favor, por favor, por favor―sigue suplicando Charlotte.

―Cállate―le digo para que se mantenga callada. Su voz no me deja pensar con claridad.

―¡Hey! ¿Me echáis cuenta?―sigue insistiendo Daisy― ¿Qué hacemos?

―Matarlas―le responde John.

―¿A tu forma o a la mía?

―A tu forma, cielo.

¿Cielo? Frunzo el ceño y miro a Charlotte que me mira suplicando clemencia. He matado a muchas, ¿por qué ella es diferente?

Entonces Yasmine le da una patada a Daisy tirándola al suelo y saca una pistola de su espalda. Mierda.

Sadismo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora