23. Verdad.

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-¿Y esa cara, pasa algo? -Me pregunta con incredulidad Hendry mientras me mira fijamente a los ojos, permitiéndome apreciar su expresión que muestra cierta confusión y preocupación.

Mientras en mi cabeza intento pensar en cuestión de pocos segundos qué responderle, ya que en realidad no sé si estoy soñando o si esto es parte de una broma de mal gusto. No puedo entender cómo a pesar de tantas y tantas horas llorando por tu ausencia ahora has vuelto así de repente y sin previo aviso, Hendry.

-No, no es nada. -Me limito a responder, aunque mis palabras no parecen ser suficientes para el chico ya que con su mirada me insiste a seguir hablando. - Solo es que no lo entiendo Hendry, por qué desapareces y apareces como si nada en mi vida, lo he pasado muy mal. ¿sabes?, y bueno lo sigo pasando, porque esto -hago una pequeña pausa a mi improvisado discurso y aprovecho para señalar con mi dedo índice a nuestros dos cuerpos tendidos sobre la cama- esto no tiene sentido. De verdad, no sé qué hago aquí si únicamente voy a conseguir que me hagas más daño del que me has hecho, si eso es posible claro.

Al terminar mi pequeño discurso el rostro del chico está descompuesto y puedo ver cómo sus ojos se comienza a formar una pequeña capa cristalizada. En ese momento aprovecho para levantarme y buscar mi ropa, la cual está tirada por el suelo de madera de la habitación. Al cabo de unos segundos estoy completamente vestida y dispuesta a marcharme. Aunque me duela en lo más profundo de mi ser, me niego a continuar haciéndome daño a mí misma. Hendry gracias por tanto y por nada. Me niego completamente a seguir cayendo una y otra vez en todos tus juegos y tus líos, no hay quién te entienda y yo no tengo el tiempo necesario para que me sigan rompiendo el corazón.

Echo un último vistazo a la cama en la cual hace unos minutos albergaba dos cuerpos, y en la que aún continúa el chico. Éste permanece inmóvil y con la cara como si hubiera visto a un fantasma, cosa que no puedo entender por qué. Por supuesto que cuando abro la puerta para marcharme ni se digna a mirarme. Una vez fuera de la habitación no puedo intentar reprimir mis emociones y en cuestión de un microsegundo una lágrima asoma por mi ojo derecho y no tarda mucho en deslizarse por la mejilla del mismo lado de mi rostro. Soy incapaz de moverme, por lo que únicamente me deslizo hacia abajo y acabo sentada en el suelo de fuera de la habitación de Hendry.

Calculo que deben ser cerca del mediodía ya que algunos chicos pasan pasillo arriba y abajo hablando animadamente con sus compañeros y alguno de ellos se queda mirándome, aunque la verdad que tampoco hago mucho reparo en eso.

Al cabo de un par de minutos noto como a la velocidad de la luz, mi respaldo, el cual es la puerta exterior de la habitación de Hendry, desaparece indicándoselo así que únicamente alguien de dentro la ha abierto. Echo la cabeza hacia arriba pudiendo ver así el cuerpo completamente lleno de tatuajes de Hendry, ya que únicamente va vestido con ropa interior.

-Levanta y entra, por favor. -Me ordena el chico, aunque con un tono que deja entrever un poco de amabilidad en sus palabras.

Como si de un perrito obediente se tratara me levanto y lo sigo hacia el interior de la habitación cerrando la puerta tras de mí que da al pasillo.

Hendry me señala su cama para que me siente en ella, algo que él también hace. Tras unos segundos en silencio, el chico comienza a hablar.

-¿Quieres hablar? Pues vamos a hablar. -Tras una peque pausa en la que aprovecha para resoplar, continúa.- No me fui de la ciudad porque no te quisiera, te quiero con locura Casa, hazme caso. Pasen los años que sean te seguiré queriendo y créeme, daría lo que fuera para recuperarte y para volver al pasado y que las cosas estuvieran igual de bien como al principio, pero sé que eso es imposible.

Calla durante unos segundos e intenta cogerme de la mano, pero rápidamente lo evito apartándome lo más lejos que el espacio restante de la cama me permite. Mi mirada le anima a continuar hablando.

-Como te he dicho antes, no te dejé y me fui porque quisiera. Nunca te he contado nada de mi familia, ¿verdad? -Mi respuesta a su pregunta es un pequeño movimiento de derecha a izquierda con mi cabeza, en señal de negación.- Pues bien, uf, mi madre murió en un accidente cuando yo era un niño, de hecho, no tenía aun ni cinco años. Entonces mi padre se tuvo que hacer a cargo de mi, y claro, tenía que trabajar para poder sobrevivir y mantenernos a los dos. Pasaba horas y horas trabajando y casi nunca venía a casa, algunos días ni aparecía en la noche. Yo tuve que quedarme con mi tía, la hermana de mi madre, muchas veces porque mi padre estaba demasiado liado con el trabajo. Con el paso del tiempo y conforme fui creciendo pude ir entendiendo que mi padre no conseguía el dinero de la manera más limpiamente posible. Con catorce años una vez volví a casa después del instituto y me encontré a mi padre tirado en el sofá del salón con toda la cara hecha mierda. Corrí hacia él, y lo único que me dijo fue un lo siento, no dijo nada más. Al cabo de unos días, volví a ver la misma escena y esta vez sí que me explicó más las cosas. Mi padre no trabajaba ya de policía como años atrás había hecho. Se había metido en negocios, sucios, con el fin de poder ganar un dinero extra que nos hacía mucha falta. Todo empezó con unas apuestas, que dieron paso a participar en peleas, que siguieron con tráfico de drogas, convirtiéndolo así en un delincuente, si lo quieres llamar así. Sus conocimientos de la ley y sus contactos lo ayudaron en su éxito, y poco a poco fue creciendo más y más, hasta alcanzar la cima y controlar el crimen del estado. Pasó de ir contra los delincuentes a convertirse en uno de ellos. Todo por sacar a nuestra pequeña familia adelante.

Hace una breve pausa que aprovecha para buscar una pequeña botella que descansa sobre la mesa de su habitación y bebe un trago. Tras este breve descanso continúa la historia:

-Como yo adoraba a mi padre me fui involucrando en sus negocios, para mí él era un dios, y la verdad que esa vía a un chaval adolescente le encanta. En realidad, era como estar en una película. Casa, tenía todo lo que quisiera: dinero, chicas, era el rey de la ciudad la verdad. Pero claro, al final todo acaba sabiéndose y mi padre fue investigado. Era demasiado raro que cada vez que la policía intentara hacer una redada y capturar a los delincuentes de la ciudad, nunca saliera bien. Mi padre daba el chivatazo, y claro, cuando la policía iba ya nunca quedaba nadie. La comisaría comenzó a sospechar y al final acabaron detrás de él. Mi padre no tuvo ninguna otra opción que huir, pero yo no quería eso. Yo no quería pasar la vida corriendo delante de la ley, tenía otros intereses la verdad. Por lo que, mi padre se fue dejándome a mí solo. Aún continúan buscándolo, pero ni yo sé donde está. Sé que sigue con vida porque todos los años cuando llega el 22 de octubre, que fue el día que mi madre murió, alguien aparece en el cementerio  y deja un ramo de rosas rojas sobre la tumba de mi madre, y a mí me ingresan 10 mil dólares en el banco, pero claro, el remitente es anónimo por lo que la policía nunca consigue  seguir la pista de mi padre. Cuando todo esto pasó, yo abrí los ojos y decidí que no quería seguir en ese mundo, pero algunas veces las cosas no salen como uno planea. Sin saber cómo, volví a meterme en esos asuntos y quieras o no, mi padre consiguió llegar a lo más alto de ese mundo, pero claro, nunca consigues hacer todas las cosas bien y agradar a todo el mundo. Cuando me fui a dar cuenta, tenía a las otras bandas de la ciudad sobre mí. Y tuve que hacer lo mismo que él, huir. Huir era la única solución. Cassie, me marché porque era lo que tenía que hacer. Y te dejé, pese a todo lo que te amo, porque no quería que esas personas nos relacionaran y fueran tras de ti, por eso lo tuve que hacer. Porque estuvieras a salvo, aunque eso significara estar lejos de ti.


Dicho todo esto, Hendry calla y me mira fijamente a los ojos esperando una respuesta, pero, soy incapaz. Demasiada información en tan poco tiempo, necesito pensar en todo lo que Hendry me ha dicho.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2019 ⏰

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