Hoy es jueves, es decir, solo quedan dos días para el famoso Baile de Otoño. Las cosas con Hendry siguen estando como siempre, por suerte no hemos vuelto a pelear. Además, estoy empezando a perder el interés por descubrir sus secretos y demás, por lo que ahora confío plenamente y solo en él.
Tampoco he vuelto a hablar con Brad, así que no he quedado con él. Me alegro de esto, ya que si hubiera quedado con él, podría haber estropeado las cosas con Hendry.
Mis padres me han avisado de que hoy iremos a cenar a un restaurante a las afueras de la ciudad, por lo que decido empezar a arreglarme ya que en menos de media hora tenemos que salir de casa. Opto por un top ajustado de color gris, a juego con una falda corta ajustada negra. Para finalizar, me maquillo ligeramente con matices negros y grises, los cuales combinan a la perfección con el atuendo que he escogido.
Antes de salir de mi cuarto, agarro una chaqueta de cuero negro. "Vamos Cass, más rápido" me digo a mí misma.
Mientras bajo las escaleras para dirigirme al recibidor, escucho varias voces hablar en la cocina, pero no logro entender que están diciendo. Termino de bajar las escaleras y al fin me dirijo a la cocina, para saber así qué está pasando exactamente.
Al entrar no puedo evitar expresar mi sorpresa. Hendry está en casa. El chico no duda en mostrarme una vez más su sonrisa impoluta. No entiendo del todo bien la situación, por lo que no tardo ni un segundo en preguntar.
-¿Tú también vienes Hendry?
-No. En realidad Cass, los únicos que se van a un restaurante son tus padres.-Me responde él amablemente.
-Cariño, Hendry y yo estuvimos planeando esto mucho tiempo. Créeme cuando te digo que le hemos puesto mucho empeño.-Dice mi madre, pero aun así no entiendo nada.
-Cassie.-Comienza Hendry amablemente.-Aún no te había pedido ser mi novia formalmente porque estaba planeando esto. Jo me ha ayudado en todo.-Termina ofreciendo una mirada dulce a mi madre.
Al fin logro entender de qué va todo esto. Ahora también entiendo por qué Hendry y mi madre parecían llevarse tan bien, estaban organizando todo esto.
-Bueno nosotros nos vamos, pasadlo bien y tened cuidado.-Anuncia mi padre al mismo tiempo que se dirige junto a mi madre hasta la puerta principal.
-Adiós señor y señora Poe, pasadlo bien.-Responde Hendry felizmente.
Tras un par de minutos escuchamos el coche familiar arrancar y salir, por lo que estamos solos.
-Así que... ¿has planeado algo especial?-Le pregunto al chico.
-Demasiado especial.
No tardamos mucho en unir por fin nuestros labios, fundiéndonos así en un beso de lo más buscado. Pasado un tiempo, Hendry me arrastra hasta el salón, donde puedo apreciar que ha apartado los sofás y ha puesto una pequeña manta en el suelo. La manta está acompañada de numerosas velas situadas por toda la estancia.
-Siéntate.-Me ordena.
Al cabo de unos segundos sale disparado hacia la cocina, y no tarda mucho en volver con dos platos en cada mano. Los coloca enfrente de donde estoy sentada, tras esto, Hendry se acomoda también sobre la manta.
-He preparado una cena, especial para ti.-Dicho esto, no duda en destapar los platos sorprendiéndome. Dos pizzas con forma de corazón.
-Dios mío, ¿lo has hecho tú?-Pregunto entusiasmada.
-Bueno... podría decir que sí y llevarme todo el mérito, pero tu madre me ayudó bastante a cocinar.
Cenamos tranquilamente, mientras mantenemos una charla de lo más amena. Al acabar, Hendry recoge todo rápidamente llevándose la manta consigo. Sin dudar, me acomodo en el amplio sofá mientras espero que el chico vuelva.
Al cabo de unos minutos vuelve y se acomoda a mi lado.
-Cassie-Dice cariñosamente.-El motivo de esto no era demostrarte mis nefastas dotes culinarias.-Al escuchar esto no puedo evitar soltar una pequeña carcajada.- Te dije que quería hacer esto bien, y tengo que decirte que me he visto cerca de veinte películas románticas en un par de días, todo eso para poder sacar ideas. Ha sido verdaderamente horrible, pero lo he hecho por ti.-Me mira dulcemente.-Bueno, a lo que iba, he querido hacer esto bien porque eres demasiado especial... y te quiero, mucho.
No dudo en besarle tras escuchar sus palabras. No puedo creer lo genial que es éste chico. Tras finalizar el beso, Hendry continúa hablando.
-Así que...¿Querrías ser mi novia?
No le contesto, ya que me lanzo de nuevo a sus dulces labios. El chico no tarda ni un solo segundo en responder a mis besos.
-Sí.-Respondo entre besos.-Te quiero Hendry.
-Y yo.-Me contesta él entrecortado por mis besos.
Seguimos besándonos, pero decidimos ir hasta mi habitación para así estar más cómodos. Al llegar a mi cuarto, Hendry me lanza a la cama y comienza a besar mi cuello. Pronto se deshace de mi chaqueta y más tarde de mi top.
Yo no dudo por un segundo y opto también por quitarle la chaqueta y su camiseta.
El chico comienza a besarme apasionadamente, mientras se coloca encima mío. Yo entrelazo mis manos alrededor de su nuca, para así profundizar poco a poco más el beso.
Decido deshacerme de mis zapatos, y Hendry me imita. En cuestión de unos segundos, el chico se encarga de retirar mi falda y sus pantalones vaqueros. Así, quedamos los dos vestidos tan sólo con nuestras ropa interior.
Hendry va bajando lentamente con sus besos hasta mi pecho, lugar donde no duda en dejar numerosos besos húmedos, mientras tanto, yo solo puedo admirar sus numerosos tatuajes. El que más me fascina sin lugar a dudas, es la enorme calavera que adorna su firme espalda.
De pronto, puedo notar como el chico se detiene de inmediato para mirarme fijamente a los ojos.
-Cass, vamos a dejar esto aquí.-Me sugiere, sus palabras solo pueden causar una enorme conmoción en mí.
-¿Cómo?-Pregunto yo de lo más alterada, al mismo tiempo que me reincorporo quedando así sentada sobre mi cama.
-Es que, no quiero que te arrepientas. No quiero que te sientas usada.
-No me siento así Hendry... eres mi novio.-Respondo agachando un poco mi cabeza.
-Me refiero a que vamos demasiado rápido. Y créeme que me muero de ganas de estar contigo, pero no creo que sea el momento adecuado.
-¿Y cuándo va a ser el momento adecuado? Dímelo ya, si no es molestia, claro.-Respondo de lo más cortante posible.
-Cassie, déjame hacer esto también de la mejor manera. Deja que lo prepare todo.-Me contesta él, a lo que no dudo en asentir resignadamente.
-Está bien, pero esta me la debes.-Respondo de la misma manera que él hizo hace unos cuantos días, mientras me vuelvo a acostar en la cama.
-Te aseguro que te lo devolveré... y no será una sola vez.-Susurra él lentamente en mi oído, al mismo tiempo que se acomoda a mi lado.
Tras esto, el sueño nos vence y no podemos evitar quedarnos dormirdos.
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No me llames más.
RomanceLlegar tarde a veces tiene sus consecuencias. Dos polos opuestos, dos almas iguales. Cassandra Poe nunca se habría imaginado que toda su vida se pondría patas arriba cuando Hendry Thomas, el compañero rebelde de clase, se interpusiera en su camino...