18. Deseo.

6.2K 309 102
                                    


Desde el día en el que Hendry me enseñó a boxear no he podido parar de ir al gimnasio. Sin duda, he descubierto mi verdadera pasión en la que puedo ser yo misma y liberarme de todos mis pensamientos.

Atrás había dejado todas mis inseguridades porque ahora sé que no habrá nada ni nadie que me pare, que me impida alcanzar mi meta: la felicidad.


Aprovechando la mañana libre del sábado decido acudir al gran edificio que se ha convertido en cuestión de días en mi segundo hogar. Decido mandarle un WhatsApp a Hendry para avisarle de mis planes. En cuestión de segundos, su respuesta no tarda en aparecer entre mis notificaciones:

"Eh cariño, me alegro de que te hayas aficionado a una de mis pasiones. Me encantaría ir contigo, pero tengo unos asuntos que resolver. ¿Nos vemos esta noche?"

Su contestación me decepciona un poco ya que me había hecho ilusiones de poder verlo esta mañana, pero no dejo que me afecte en absoluto. No me estropeará el día.

"No te preocupes amor. Nos vemos esta noche"

En cuanto termino de escribir el mensaje, me decido a salir de casa y poner en marcha mis planes. Enciendo el reproductor de música y dejo que el aleatorio me sorprenda. Pronto, la canción Work de Rihanna empieza a reproducirse por mis auriculares y me motivo de una forma excepcional.


No puedo evitar llegar con una enorme sonrisa al gimnasio, no dejaré que nadie me estropee el día.

Subo las escaleras que me llevan hasta una sala ya muy conocida para mí. En cuanto veo el enorme saco de boxeo, no tardo ni un sólo segundo en enfundarme los guantes y propinarle unos buenos puñetazos a esa gran masa inerte.

Enfundada en mis pensamientos no me percato de que el tiempo va pasando y para cuando quiero darme cuenta es la hora de comer. En ese momento decido parar y recoger todas mis cosas. Pero, una voz familiar hace que me detenga en seco:

-Vaya, vaya... mira a quién tenemos por aquí.- No puedo evitar mirar fijamente al chico de ojos oscuros que me ha hablado.

-Hola Brad, cuánto tiempo.

El chico moreno se acerca lentamente hacia a mí.

-Supongo que tu súper novio Hendry tiene que ver algo en eso.

-¿De qué hablas Brad?- Pregunto intrigada.

-Supongo que no le hará gracia que una chica tan genial como tú se relacione con alguien como yo, no soy tu tipo, chica buena... Aunque bueno, Hendry tampoco es el mejor ejemplo.

Decido hacer caso omiso a las palabras del chico, por lo que me dispongo a salir de la gran habitación.

-Hey, hey preciosa. Estamos hablando, es de mala educación marcharte así sin más.- Comenta Brad al mismo tiempo que se interpone entre mí y la puerta de salida.

-A ver Brad, ¿qué coño quieres?

-Hablar, sólo eso. ¿O es que tu novio no te deja?

No puedo evitar poner los ojos en blanco al escuchar su  palabras. En cuestión de segundos encuentro los brazos de Brad rodeándome la cintura.

-Te propongo un trato, si aceptas a hablar conmigo te dejo salir. Sin embargo, si te niegas a hablas conmigo... Mmm, no pienso dejarte nunca tranquila. Te perseguiré hasta el fin del mundo.

Hay algo en sus palabras que hace que un tímido escalofrío recorra mi cuerpo de cabeza a pies. Así que acepto, de todas formas, pienso, no tengo nada que perder, ¿no?

-Esta bien. Hablemos.-Le respondo al chico velozmente.

-Genial. ¿Desde cuando conoces a Hendry?

-Mmm... desde hace un par de años. Pero, sólo hace unos meses desde que empezamos a hablar... en plan amable.- Le respondo al chico.

-¿Nunca nadie te ha dicho que es demasiado peligroso para una chica tan inocente como tú?

Otra vez vuelvo a escuchar esas palabras que me persiguen por todo lado. No dudo en contestarle agresivamente.

-No me conoces. Nadie te ha dado permiso para opinar sobre mi, ni sobre nuestra relación.

-Tal vez no te conozca lo suficiente, pero conozco a Hendry más de lo que crees. Vives engañada Cassandra, Hendry no es lo que dice ser.

Esas son las palabras que colman el vaso. No tardo ni un sólo segundo en derramar toda la furia que tenía amarrada dentro de mi ser.

Veo mi puño derecho dirigirse hasta la mejilla del chico moreno, el cual no opone resistencia alguna. Tras unos segundos, dirige su mirada hacia mis ojos y pronto sus brazos me retienen firmemente contra la pared, creando así una pequeña cárcel entre la pared y sus brazos.

Cierro los ojos esperando que responda a mi repentino ataque, pero la respuesta que recibo es totalmente opuesta.

Unos carnosos labios se abalanzan hacia los míos, que por sorpresa no se oponen a ese estúpido beso. No sé por qué le respondo, Brad no me cae bien, tengo novio y esto está mal... pero no puedo evitar empezar un juego con la lengua del chico. Mi subconsciente me avisa de que esto puedo traerme consecuencias, pero decido ignorar toas las señales. Decido volcarme en ese beso, en Brad.

De pronto, mi móvil empieza a vibrar en señal de un nuevo mensaje. En ese momento, decido abrir los ojos, decido parar ese beso.

-No puedo.- Susurro al mismo tiempo que consigo librarme de las ataduras del chico.

Agarro mi mochila y salgo disparada por la puerta, dispuesta a borrar esa escena de mi cabeza. No puedo creer que le haya hecho eso a Hendry, el chico del cual estoy completamente enamorada.

"ERES TONTA, ERES TONTA CASSANDRA. ¿¡EN QUÉ ESTABAS PENSANDO!?" Me repito para mí misma.

Ojalá pudiese volver unos minutos atrás, haber evitado toda esta situación.

Al revisar mis notificaciones, encuentro el mensaje causante de romper el beso entre Brad y yo.

"Cielo, paso esta noche a por ti. Ponte guapa, te quiero amor. ♥" 

Hendry.

No sé cómo podré mirarle a la cara, no sé cómo podré ocultarle toda esta situación. Me odio. Me odio a mí y a mis estúpidos deseos.



Cuando apenas quedan unos minutos para que sea la hora en la que Hendry pasará a por mí, no puedo evitar querer huir. Escapar de todo este desastre, de todo este estúpido lío. Al final, me armo del valor suficiente como para enterrar en el interior de mis pensamientos el suceso de esta mañana. Ha sido un error, sí, pero no estropearé mi relación con el amor de mi vida. No estoy dispuesta a perderle, a decirle adiós.

El timbre de casa resuena por toda la casa, y me dirijo hasta la puerta de la entrada animadamente.

Un rostro totalmente demacrado, lleno de heridas y rasguños, hace que me quede totalmente quiera. No puedo gesticular palabra alguna. Hendry.

-Cielo.-Me susurra el chico al mismo tiempo que sus brazos me rodean fundiéndonos así en un abrazo de lo más ansiado.

-¿Qué te ha pasado?- Me armo del valor suficiente cómo para preguntarle qué es lo que pasa.

El chico de los tatuajes me mira con sus fríos ojos azules y me agarra de la mano, dirigiéndome hasta el salón de casa. Me estoy preocupando bastante.

Dirijo mi mirada por toda la cara de mi novio, y no puedo evitar fijarme en su labio roto. 

-Cassandra.-Me mira fijamente.-Tenemos que hablar. Hay algo que te he estado ocultando, y que te puede afectar bastante.

Sus palabras ocasionan el aumento de mi ritmo cardíaco. No sé si estoy preparada para todo esto.

No me llames más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora