No me llames más.

7. Invitación.

Dos horas más tarde...

-¿Puedes dejar de intentar meterme mano, por favor? Mañana hay clases y como sigamos así me da la impresión de que no me hará falta usar maquillaje para salir en un capítulo de The Walking Dead- Le digo al chico con un tono cansado y resignado.

-No te estoy metiendo mano... es que mi mano se descontrola y es imposible que me haga caso.-Me responde Hendry mientras suelta una risa tonta.-Además, mañana es viernes, que viene a ser lo mismo que pre-fin de semana. Podemos permitirnos no dormir.

-Como entre mi padre, va ser a él a quién se le descontrole la mano. Así que cállate ya.

Tras unos minutos de discusión, consigo poder dormir en paz. Al despertar noto un cuerpo pegado al mío, y justo cuando iba a gritar me doy cuenta de quién es y me tranquilizo.

Me detengo unos segundos para mirar su rostro y susurro para mí misma:

-Eres listo, guapo, deportista...¿cuál es tu defecto Hendry?

-Tal vez mi defecto es que soy perfecto.-Me dice el chico al mismo tiempo que abre los ojos y suelta una risa arrogante.

-Dios, calla. Eres un jodido arrogante.-Le suelto mientras me dirijo al baño cabreada. Al entrar doy un fuerte portazo.

-Me parece que alguien está un poco molesta.-Escucho la voz del chico tras la puerta.

Cuando por fin salgo del baño me topo con el cuerpo de Hendry. Le echo un vistazo y está como siempre, perfecto. No puede ser normal.

Para mi suerte mis padres no están ya en casa, por lo que podemos salir con total tranquilidad por la puerta.

Cuando salimos, Hendry se dirige hasta su moto y me pregunta:

-Eh, ¿te llevo?

Tardo unos segundos en decidir hasta que al final contesto.

-Claro, ¿por qué no? 

Y tras subirnos los dos emprendemos el camino hasta el instituto. 

Al llegar voy notando las miradas envidiosas de muchas chicas, ya que jamás Hendry ha acudido acompañado de ninguna chica.

Por el camino me encuentro a Caroline, por lo que tengo que separarme del chico y tras un par de minutos charlando con ella decido que ya es hora de ir a clase.

Cuando estoy apunto de abrir la puerta para adentrarme al interior del aula noto que alguien agarra mi brazo y tira de mí.

En seguida miro hacia la persona, y para mi sorpresa se trata de Taylor. Enseguida me desilusiono, ya que esperaba que fuera otra persona.

-¡¿Tú de qué vas juntándote con Hendry?! Estás loca, estás muy loca Cassandra. ¿Acaso no sabes que no es una buena influencia?-Me grita mi viejo amigo.

No tardo mucho en responder a sus palabras las cuales han provocado un enfado repentino en mí.

-¡¿Pero qué dices imbécil, acaso lo conoces?! No, no tienes ni idea de cómo es, sólo conoces su imagen. Así que no hables sin saber. Además, me parece lamentable que te hayas pasado una puta semana sin dirigirme la palabra, y que ahora me digas esto. Una puta semana Taylor.

-Mira Cassandra, yo solo quiero advertirte.-Me dice mi amigo tras suspirar, y al cabo de un par de segundos suelta mi brazo, por lo que puedo entrar a clase.

El tiempo transcurre y no consigo olvidar las palabras de Taylor. Él no es nadie para decirme con quién debo o no debo relacionarme. Mi compañero no tarda en darse cuenta de mi ánimo.

-¿Por qué estás así?-Me pregunta.

-Nada, no es nada.-Le contesto totalmente desganada.

-¿Segura?-A lo que asiento- Ah por cierto, tengo que decirte algo. Esta noche los del equipo de fútbol nos vamos a juntar en la casa de un colega y vamos a hacer una pequeña fiesta. Te lo digo porque me gustaría que vinieras, y también puedes traer a un par de amigos.

El plan suena genial, y probablemente si voy mi humor podrá mejorar. Así que acepto ilusionada y contenta.

-Claro, estará bien.

En cuanto puedo, corro a contarle a Caroline los planes para esta noche, y justo como esperaba ella acepta inmediatamente.

-Esta noche, tú y el malote podríais enrollaros.-Comenta mi amiga al mismo tiempo que enarca una de sus cejas.

-Calla Carol, no digas tonterías. Un chico como él jamás dejaría que pasara nada con una mojigata como yo.-Le respondo claramente convencida de mis palabras.

-Bueno... eso ya lo veremos.-Me dice ella y puedo notar como trama algo.

Al finalizar las clases, justo cuando Hendry y yo nos dirigimos hasta su moto para irnos a casa, una chica rubia aparece de la nada y le da un abrazo a mi compañero, al cual no responde.

-¿Qué crees que estás haciendo Nicole?-Le pregunta él, al mismo tiempo que se separa bruscamente de la chica.

-Ayer no me llamaste y pensé que querrías verme.-Le responde ella algo molesta.

-No ves que no. Vamos Cass.

Cuando por fin estamos  solos, me atrevo a formularle una pregunta.

-¿Quién era esa chica?

-Nadie. Espera, ¿acaso estás celosa?-Me responde Hendry divertido.

-Qué dices tonto. No estoy celosa, solo era curiosidad

-¿Se supone que debo creerlo?-Pregunta él, y le respondo poniendo cara de pocos amigos provocando así que el chico emita una sonora carcajada.

 El resto de la tarde lo paso sola en casa, ya que Hendry tenía que ir a entrenar. Así que tras realizar todas mis tareas decido comenzar a prepararme para la fiesta del equipo de fútbol ya que Hendry pasaría a por mí y a por Caroline a las ocho.

Mi amiga no tarda en llegar, por lo que nos preparamos para la fiesta juntas. No tardamos en escuchar que un coche acaba de parar en la calle, por lo que no dudo en asomarme a la ventana para ver de quién se trata y mi amiga decide acompañarme. Hendry está dentro de un descapotable negro, y por lo que veo ha venido antes de tiempo.

-Tu príncipe azul está esperándonos. Vamos.-Me dice divertida Caroline.-¿Preparada para una de las mejores noches de nuestra vida?

-Pues claro.-Le respondo mientras salimos por la puerta principal dispuestas a pasar una noche increíble.