Capitulo 23: Me manipulas, Annabell.

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Habían pasado dos semanas desde la charla con Alex.

Me iba bien en las clases, salía con mis amigos, intentaba divertirme.

Y Chad...

Chad me ignoraba.

Desde aquel día, cuando discutimos en el pasillo, dejó de mirarme como lo hacía antes, o por lo menos lo hacía un poco disimulado y si notaba que yo me había dado cuenta, volteaba molesto o peor aún... Herido.

Todo el mundo me miraba como si yo tuvuera la culpa del último comportamiento de Chad.

Dejó de ir a los entrenamientos, ignoraba a todos y se pasaba el día en su habitación. Solo.

Tuve muchos intentos de hablar con él, explicarle pero el se escapaba.

Huía de mi.

Y eso me rompía por dentro.

Quería hablar con él, quería explicarle como me sentía. Quería que todo vuelva a ser coml era antes.

Como cuando nos pasabamos el rato entero riendo, o hasta podría decir que quiero volver al momento en el que me prestó su remera porque la mía tenía helado.

Tenía que hablar con él. Ahora.

Corrí las sábanas y me levanté de la cama. Acto seguido me puse mis pantuflas, por cierto de tigre.

Lo sé... Roarrrr

Revisé las camas de mis queridas amigas y, efectivamente, estaban dormidas. Como siempre cuando me desvelo.

Que viene pasando desde hace dos semanas.

Con paso tortuga caminé hasta el pasillo, sí, en panruflas y piyama.

Asomé la cabeza para ver si había moros en la costa y no.

Ahora sí, como alma que lleva el diablo corrí hasta el edificio de hombres.

Casi me caigo de cara pero igual corrí, no me podían descubrir y además no podía no hablar con Chad.

Era ahora o nunca.

Llegué a la puerta, 248, y después de aflojar mi respiración golpeé.

Volví a golpear más fuerte, pendejo tenía el sueño pesado.

- ¡YA VA! -eso sonó a voy-a-pegarle-al-idiota-que-golpea.

Pensé en salir corriendo y escapar de los problemas, como siempre. Pero el par de ojos claros aparecieron en lugar de la puerta.

Quiso volver a cerrarla pero lo frené-. Tenemos que hablar.

- Annabell enserio, vete... -mi cuerpo se tensó al escuchar mi nombre completo. Me había llamado Annabell.

- No. Mira, necesito hablar contigo y tu también lo necesitas.

Pude ver duda en sus gestos pero al momento ya había acentido y se había corrido para dejarme pasar.

Pausa cerebral ahora.

¿Conciencia? Ahora has vuelto, justo en este momento.

Si, es que tengo una pregunta para ti.

Dime. No creo que sea importante.

¿Qué le piensas decir?

Touche.

Ahora si, me voy. Suerte con Chad.

- ¡ANN! -mierda. Sabía que quería hablar, pero ¿Que mierda le iba a decir?

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