XXVII. Disfrutar y no pensar

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—¿Vas a tu apartamento o al de Yoongi? —pregunta Hoseok.

Jungkook lo nota incómodo, por su parte está igual. Pese a que hace tiempo conoce a ese alfa dado que es el novio de uno de sus mejores amigos, nunca hubo un interés mutuo en establecer cercanía. Sabe un poco más de él netamente por los relatos de Taehyung y por intercambio de saludos breves cuando coincidían en celebraciones o en el apartamento de Seokjin, aunque jamás, ni por la más remota de las situaciones inusuales, se imaginó a sí mismo sintiendo celos de aquel sujeto alegre, por otro alfa, he ahí el punto clave.

Y sabe que Hoseok es bueno, radiante, alegre. Taehyung lo adora y en general evoca ese efecto en las personas que le rodean. Si hasta antes de toda su alborotada historia con Yoongi le hubieran preguntado qué pensaba de él habría dicho que le agrada, es amable y sonríe mucho.

Ni siquiera le da excusas para poder alimentar a ese desagradable monstruo de los celos. Hoseok es demasiado bueno. Y Jin está en lo cierto no tiene una presencia imponente, no incita a ningún igual a ponerse en estado de alerta, incluso le parece conciliador y no sabe a quién dirigir su molestia más que a sí mismo.

—Déjame en el apartamento de Yoongi hyung.

El ambiente es incómodo, la radio suena a bajo volumen y se tienta a subirlo. Seokjin emite un par de risitas que lo tensan todavía más mientras sus ojos no se apartan de Hoseok.

—¿En qué piensas, Kookie~?

La pregunta lo hace brincar ligero del asiento y erguir la postura. Quiere pensar antes de responder, incluso buscar una excusa, pero se da cuenta que su autocontrol verbal está averiado temporalmente: —Hoseok es un alfa atractivo —dice sincero frunciendo el entrecejo, porque ha estudiado minuciosamente las facciones ajenas hasta llegar al lunar que roza el labio superior. ¿Cuántas veces Yoongi lo ha besado así como besa el lunar bajo su labio inferior al trazar caminos cortos por su barbilla?

—¿Acaso estás celoso? —cuestiona Jin antes de soltar una risotada aguda.

Sus aromas son demasiado ácido que molesta en su olfato y en su boca. Incluso lo siente amargo y agrio, ni siquiera el dulzor de la vainilla del omega logra atenuarlo.

Su animal se remueve inquieto ansiando llegar al lado de su compañero y ponerse por delante.

—Por supuesto que sí —se lamenta, aunque mantiene su postura y mirada en alto—, no quisiera estarlo, pero es atractivo y brillante, Yoongi hyung lo quiere y sé que Hoseok también, he podido olerlo antes —juguetea con sus dedos y le agradece con sarcasmo a esa parte de sí mismo que decide que es buena idea revelar información que mantenía como confidencial.

La risa del mayor solo es un complemento que intensifican el ambiente extraño dentro del vehículo. Ninguno de los dos alfas dice palabra alguna el resto del camino. Jungkook sigue autoregañándose por aquel repentino golpe de sinceridad. "Maldita vergüenza".

—Acompáñalo, no quiero que se caiga por las escaleras —pide Seokjin.

El menor se queja mascullando un "puedo solo" y en realidad puede por su cuenta, el alcohol habrá afectado su filtro verbal, pero sus funciones motrices están bastante bien, está seguro que su hyung lo hace a propósito para seguir riendo de sus dongsaengs. Demuestra que sus piernas responden bien a sus órdenes subiendo sin tambalear y con la espalda recta, ni siquiera necesita sujetar las barandillas.

Hoseok lo sigue a un par de escalones de distancia, en silencio, debatiéndose entre decir "adiós y saluda a Yoongi hyung de mi parte", o mejor si omite esto último. No sabe por qué continúa subiendo, pero la curiosidad lo empuja, ¿qué es lo que espera ver? ¿Por qué seguir exponiéndose gratuitamente a la incomodidad?

Without Sugar [YoonKook/KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora