X. Agridulce

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Yoongi mantiene los ojos cerrados, nada en calor y sensaciones placenteras. Es el dolor de las mordidas y la fricción brusca que lo aterriza a la realidad, a una extraña que parece una versión paralela de su vida, una en la que es devorado y consumido por un mocoso arrogante. Apenas respira cuando lo siente empujar dentro de su boca y la saliva se mezcla.

Un último chasquido húmedo y sus labios se despegan, vuelven acercarse como si fuera asunto de magnetismo, pero se alejan como si el otro quemara cuando suena el picaporte de la puerta. Jennie los mira fijamente a ambos y su compañera omega tiene una expresión asustada, liberando un poco de su esencia dulce para apaciguar el calor y olor potente de la rabia.

-¡¿Acaso iban a pelear como un par de animales salvajes?! -reclama Jisoo todavía alterada, incluso más pálida.

Atrás viene otro de los oficiales alfa curioso atraído por la amalgama de olores.

-No, nada que no pudiéramos solucionar, pueden retirarse -dice Min con la voz ronca y más confundido que nunca. Pasa la mano por su cabello, sabe que está desordenado, seguramente su boca está roja e hinchada. Maldita vergüenza, todo parece tan evidente.

Jungkook es el primero en salir de ahí a zancadas, "puta incomodidad", Jisoo le sigue los pasos. El otro alfa pregunta intrigado si hubo golpes y si se encuentran bien, notablemente emocionado como un tonto adolescente que disfruta de la adrenalina de ver peleas. Yoongi vuelve a repetir que no fue así, solo fue una discusión que se elevó un poco más de la cuenta.

Se niega a mirar a Jennie que clava insistente sus ojos oscuros, almendrados y profundos en él. Ella claramente no le cree.

-Tengo un bálsamo labial bastante bueno -suelta a modo de indirecta cuando se quedan a solas en el cuarto.

-No quiero hablar ahora -no lo dice seco, más bien es un pedido que apela a su comprensión. La chica beta asiente.

-Será después -le devuelve una sonrisa suave.

Yoongi está abrumado, relame sus labios y siente los pequeños relieves que dejaron los dientes ajenos, aún hormiguea y si aprieta los párpados todavía puede evocar el la presión de la boca mojada que lo dejó sin aire.

Jungkook lo besó.

La afirmación le parece inverosímil, pero no deja de tener la imagen y sensaciones táctiles frescas en su memoria.

Esperaba un golpe, no un beso.

Aunque sabía de primera fuente que entre alfas una pelea además de golpes podía terminar en fricción, hormonas y feromonas revueltas, no necesariamente en besos, a veces sí, otras no...

Y muchas veces la experiencia quedaba en el olvido o una anécdota producto del calor del momento.

Quizá para Jungkook el beso quedaría así. No tenía razones para ilusionarse y pensar en algo diferente, aunque quisiera, tiene que ajustar sus criterios y expectativas a la realidad. Hasta donde sabe al alfa castaño le gustan los omegas -como al común de los alfas, lo normal-, específicamente su amigo omega.

No hay espacio ahí para él, lo asume. Si el mocoso hasta ha hablado ilusionado que le gustaría salir con un omega dulce -claramente leía Jimin entre líneas-, proyectarse, tener a unos lindos cachorritos.

Definitivamente no tiene un espacio dentro de esas fantasías. Ni siquiera debiera plantearse la posibilidad de estar dentro de algunas de las fantasías de Jungkook.

Su lobo inquieto le exige que busque a su compañero de juegos. Resopla molesto y regaña a su ingenuo animal que le complica la vida.

No sabe si sentir alivio o no, sabiendo que al día siguiente no verá a Jungkook. El chiquillo tiene su día libre y es una barrera de espacio-tiempo que viene muy bien para su cerebro que procesa lento una cantidad abismal de información. Su lobo continúa inquieto gimoteando frustrado, ya que tuvo muy poco de lo que hace tanto buscaba.

Without Sugar [YoonKook/KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora