Capitulo 19

2.6K 287 92
                                    

Termino la semana exhausto, estuve todos elos días paranoico creyendo escuchar la voz de Allen, o creyendo verlo para darme cuenta de que no era él, hasta poder relajarme y verlo a lo lejos con Sebastian y Maya, y esconderme rápidamente y volver a quedar paranoico.
Allen me espera después de clases, viene a mi departamento y tengo que fingir que no estoy, le pide a Sebastian que me hable, etc.

Dios evitar a alguien es cansador.

Camino tranquilamente hasta mi departamento. Creo que debería buscar a un compañero o compañera, alguien con quien vivir, tal vez así sea mas fácil distraerme.

Llego al departamento y decido dejar mis cosas y volver a salir, ya no quiero estar aquí. Tiro mi mochila en el sofá y busco un gorro antes de salir.

Salgo del edificio poniéndome el gorro y decido qué hacer. No tengo muchos amigos, de hecho solo Auri y Allen. Sebastian es simpático pero no es tan cercano. Rayos casi no tengo amigos. No estoy hablando con Allen así que mi opción es Auri. Saco mi celular del bolsillo y la llamo.

Marca hasta que me manda al buzón y frunzo en ceño extrañado. Vuelvo a marcar y esto ocurre de nuevo.

Uhmm ¿Qué hago?

Dios ya extraño a Allen, y llevo evitándolo 4 días. Sólo cuatro malditos días.

Me enojo conmigo mismo y camino enojado sin saber hacia donde voy. Siento mis mejillas enrojecer por el frío y veo un mini supermercado, el mismo en el que vi a Allen aquel día. Decido entrar.

Tengo solo un billete y decidido a quitarme a Allen de mi mente, compro el licor mas barato que hay. El cagero me ve dudoso pero decirme nada, me cobra u me deja ir sin preguntarme la edad o pedirme identificación.

Camino con la bolsa balanceándose en mi mano un poco mas feliz, tal vez lo logre, tal vez logre olvidar a Allen aunque sea una noche.

Con esta idea en mente llego a mi departamento y prendí todas las luces en la sala de estar. No me quiero sentir mas triste, quiero que todo se vea iluminado. Falta ruido, falta algo, así que prendo la televisión y pongo esos canales de música pop y le subo todo el volumen. feliz conmigo mismo tomo la botella y respiro antes de darle un sorbo.

Comienzo a toser por el ardor pero está bien, aguanto la respiración y tomo todo lo que puedo hasta que el ardor es suficiente. No sé cuanto tardara en hacer efecto pero estoy entusiasmado, nunca he estado ebrio y este es un buen momento.

Una canción de que creo haber escuchado antes comienza a sonar y reconozco la letra y comienzo a cantar, al comienzo bajo pero luego mi tono sube y me dan ganas de bailar. No se bailar, ¿cómo rayos se baila?

Se escapa una risa sin poder evitarlo y me encojo de hombros y salto, salto y salto sin parar de reír.

Sigo bebiendo y canción tras canción hago mis intentos de bailes y canto, y si no se las letras solo invento y sigo, estoy tan feliz.

Tan tan feliz, ¿Por qué era que estaba triste?

Sigo riendo hasta que la música me aburre y quiero escuchar otro tipo de música y tomo el control para cambiar el canal y al hacerlo queda en silencio y escucho golpes en la puerta, golpes muy fuertes.

Corro para abrir pero tropiezo y se me sale una carcajada, estúpida mesa.

Abro la puerta y mi risa se detiene, me cubro la boca con mi mano sin poder creer a quién estoy viendo. Y sí, es el maldito de Allen.

Cold GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora