Capítulo 23

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Llego a mi habitación y cierro la puerta fuerte tras nosotros.

—¡¿Por qué estabas con ella?!—le pregunto celoso.

—Uhmm porque es mi amiga—se encoge de hombros.

—Pero se besaron, y es más que obvio que quiere algo más contigo— lo miro sin comprender su desinteresada reacción.

—Estamos juntos, tu y yo—me mira con el ceño fruncido—No estaré con nadie mas que no seas tu, no te preocupes, confía en mi.

—No se trata de eso— digo suavemente—Lamento los celos, es que ella de verdad me da muy mala espina.

Me acerco y lo abrazo muy fuerte.

—Tranquilo, la conozco de pequeña y no te tienes que preocupar, lo prometo— me susurra mientras me acaricia mi cabello.

—Esta bien, te creo— me separo y le doy un muy corto beso en los labios, un poco sonrojado.

Antes de poder separarme Allen me toma de las caderas y me acerca más y profundiza el beso. Yo apoyo mis manos en su pecho y le sigo el beso pero este se esta subiendo cada vez más y más de tono. El avanza una pasos sin dejar de besarme, obligándome a retroceder hasta chocar con una pared y haciéndome gemir suavemente y siento como el agarre de Allen se vuelve mas fuerte. Bajo mis manos de a poco hasta llegar al borde de su camiseta y colar mis manos, recorriendo si abdomen marcado. Se separa de mi sin previo aviso y me asusta que haya hecho algo mal. Pero se quita la camiseta y levanta la mía con la misma intención.

Tomo sus muñecas pero detenerlo entrando en pánico. Yo no soy como Allen, no tengo un abdomen impresionante ni nada parecido, de hecho soy lo opuesto. Soy delgado, casi extremadamente delgado, soy muy pálido y mis brazos son escuálidos, no hay músculos ahí, y para rematar mis venas se notan demasiado. Definitivamente Allen no me va a ver sin camiseta.

—¿Qué sucede?— me pregunta y quiere continuar pero no lo dejo.

—No quiero seguir, no me siento muy bien— digo lo primero que se me viene a la mente.

—¿Te duele algo?¿te empuje muy fuerte? Lo lamento Noah— suelta apresurado—Me deje llevar y...

—Basta, está bien— lo interrumpo—Sólo dejémoslo hasta ahí.

—De acuerdo — de acuerdo dice después de un silencio— ¿Qué quieres hacer?

—No sé, volvamos a la fiesta— digo incómodo.

—Okay— me da la mano y deja un beso ahí antes de que salgamos.

Salimos de la mano y caminamos hasta la encimara de la cocina y nos apoyamos ahí, mirando a toda esta gente metida en mi pequeño departamento. Se siente el olor a alcohol, cigarrillos y sudor.

Entre la multitud se comienza a formar un circulo y me llama la atención, varias personas dejan de bailar para mirar algo o alguien, pero muchas otras personas no se inmutan y siguen en lo suyo. Miro a Allen confundido para ver si él también lo nota pero él está muy concentrado mirando hacia la misma dirección, me pongo de puntitas para intentar ver pero no lo logro. Allen es mucho más alto que yo.

Una idea viene a mi mente y me siento sobre la emcimera con esfuerzo y obtengo una mejor vista. Es Maya, bailando de forma sensual descaradamente sin dejar de mirar en nuestra dirección, mas bien su dirección a Allen. Lo miro y el tiene su mirada fija en ella. Varios chicos se han quedado como bobos mirándolos y con obvia razón porque hasta a mi se me hace difícil no verla. Es deslumbrante.

Vuelvo a ver a Allen pero este tiene toda su atención en ella. Siento mis ojos arder porque yo no soy así, yo no soy deslumbrante, no tengo la piel perfecta, voz aterciopelada ni su sensualidad. No tengo nada de eso.

Y Allen la esta mirando a ella, no a mi.

Me alejo rápidamente y me encierro en el baño y me digo a mi mismo que todo está bien. Todo está bien, Allen y yo hablamos hoy sobre lo nuestro. Somos novios y confío en él, no tengo que dejar que mi inseguridad lo arruine todo. No puedo dejar que lo mío con Allen se arruine, si eso sucede no me lo perdonaría nunca.

Me quedo unos segundos para esperar que mis lagrimas dejen de caer y que se note que estuve llorando. Intento arreglarme un poco mi cabello y salgo. Vuelvo donde estaba hace un momento y Allen me ve aliviado.

—Desapareciste, me asustaste— me dice en el oído para que pueda escuchar.

—Fui al baño, paranoico— le digo con una sonrisa—Bailemos!!

Lo arrastro entre la multitud y me obligo a moverme, levanto mis brazos y salto. Allen se ríe al verme y comienza a bailar y a cantar, siguiéndome el ritmo. Se siente bien, todo esta bien me vuelvo a repetir.

Bailamos hasta que comienzo a sudar y una de mis ondas se me pega a la frente. Me detengo y le indico a Allen que vayamos a la cocina y me sigue sin dudar.

Tomamos agua como condenados y suelto una risa, creo que me gusta bailar. Allen me sonríe y besa la punta de mi nariz.

—No sabia que fueran novios, la verdad es que me sorprendió mucho — una voz hace separarnos y ustedes pueden adivinar quién es.

—Bueno, lo somos desde hace poco— le responde Allen mirándome dulcemente.

Todo está bien.

—Lo susupuse— responde Maya— Hacen una linda pareja.

Siento el veneno en su voz y prefiero guardar silencio.

—Gracias, yo igual lo creo— Allen le sigue la conversación— ¿Estas disfrutando la fiesta?

—Bastante, pero hay mejores— siento su mirada pero yo decido ignorarla y concentrarme en jugar con mis dedos y los de Allen.

—¿Ah si?¿Cómo cuál?

—La que haré este domingo por ejemplo, supongo que van a venir. Los vi bailando y se veían muy felices, el domingo no se arrepentirán.

—Por supuesto que estaremos ahí, no nos la perderíamos por nada—Allen presiona mi mano.

Vaya, no sabia que no me la perdería por nada pero asiento aceptando su "invitación".

—¡Estupendo!—levanta los brazos—Nos vemos el domingo.

Se da la vuelta y se va balanceando su trasero. Perra.

—Así que iremos— hablo primero.

—Sí, la pasaremos bien. Después de todo últimamente no la hemos pasado muy bien ¿o sí?—Niego.

—Tienes razón, sólo no me dejes solo. No la paso muy bien en las fiestas, lo disfruto solo si estoy contigo— le digo haciéndole puchero.

—No te dejare solo Noah

Le creo y nos quedamos unas media hora mas bromeando entre nosotros o solo tomados de la mano. Hasta que el sueño llega a mi y decido ir a acostarme, ya no hay tantas personas como antes, y de a poco van quedando muy pocas pero no me preocupo porque yo no invite a nadie. Allen y Auri hicieron esto y ellos se encargarán. Le digo a Allen que me iré a dormir y le ofrezco quedarse a lo cual como respuesta recibo un guiño. Lo interprete como un sí y estaba en lo correcto porque en algún momento, me despierto al sentir sus manos frías bajo mi camiseta, abrazándome.

Todo está bien.





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Cold GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora