Llego a mi departamento y camino directamente al sofá, sentándome y apoyando mi cabeza sobre el respaldo, mirando el techo.
Lo único en lo que puedo pensar es en Allen. Se vienen a mi mente todos los momentos en los que estuve con él, en los que me habló, en los que me miró.
Cierro los ojos y el recuerdo de cuando Allen estaba a unos centimetros de mi y me quita un mechon de cabello de la frente, se reproduce en mi mente. Su tacto fue tan suave, y tan efímero. Me imagino que hubiese pasado si fuese más osado y hubiese eliminado el espacio existente entre nosotros. Si hubiese tomado el rostro del chico frío, pero que en el fondo es dulce, acariciado sus mejillas y juntado nuestras frentes. Si me hubiese alzado sobre las pintas de mis pies y juntado nuestros labios con un movimiento decidido.
Si él me hubiese correspondido y acercado mi cuerpo al suyo hasta que no haya nada que nos hubiese separado.
Si hubiese....
Abro los ojos y me pongo de pie en un segundo con la respiración acelerada. Comienzo a caminar nerviosamente por la sala.
Dios, nunca me había permitido que mis pensamientos viajaran en esa dirección. Nunca. Pero está vez no fue como las ocasiones anteriores donde mis pensamientos querían ir en esa dirección, pero yo no sabía como era su mirada de mas cerca, como era su voz a unos centímetros de mí, como era su tacto, su actitud. Por eso siempre pude limitar mi imaginación.
Esta vez, en cambio, ni siquiera fui consciente de que me estaba imaginando la situación. Estaba tan absorto que los estaba viviendo. Fue tan real.
Detengo mi caminata frente al ventanal, y apoyo mi frente en el cristal con los ojos cerrados. Me toma unos buenos minutos poder controlar mi respiración y tranquilizarme. Abro los ojos y el cristal está empañado. Con la manga de mi sudadera limpio el cristal y me encuentro con la vista de toda la ciudad. A causa del clima se oscurece más temprano, por lo cual las luces son notorias en la ciudad.
Me giro y me sorprende lo oscuro que está mi departamento. Cierro las cortinas del gran ventanal y comienzo a prender las luces de mi departamento. El frío también me sorprende una vez distraído del beso que me imagine con Allen. No prendo la calefacción, mi estado económico no me lo permite, así que tomo a Tommy, Ares y Afrodita, y camino hasta mi habitación donde me acuesto bajo un montos de trazadas.
Una vez acostado con todos los gatitos dormidos ya, tomo el libro que estaba leyendo y continuo mi lectura.
El tono de mi celular me hace reaccionar y notar que en algún momento he caído dormido y ya ha oscurecido afuera, pero las luces de mi departamento siguen prendidas. Estiro la mano hasta mi celular y bostezo mientras. Veo que la llamada entrante en de Auri, miro la hora en el pequeño reloj sobre mi velador y veo que son las 4:00 de la mañana. Dios dormí bastante, toda la tarde y casi toda la noche. Me pregunto en porqué diablos Auri me debe estar llamando a estas horas.
--Auri si esta es una de tus graciosisimas bromas te juro por Tommy que te ignorare durante un mes-- digo apenas atiendo la llamada.
--Vaya! Y yo que siempre pensé que eras tan dulce, veo que estas lleno de sorpresas-- me sonrojo a más no poder al escuchar esa voz al otro lado de la llamada.
Es él.
--Y-yo... ¿por qué tienes el celular de Auri?--me golpeo la cabeza con mi palma después de unos segundos después de mi pregunta tan tonta.
--Uhmm nuestra amiga se encuentra un tanto borracha, al igual que Sebastián--- abro los ojos sorprendidos después de escuchar lo de Auri y no digo nada-- Llegamos muy temprano a esta fiesta y creo que ya es hora de irnos.

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Cold Guy
RomanceNoah es un chico que tiene una vida rutinaria y monótona, su vida sólo gira en torno al arte, la lectura y la secundaria y los problemas que ésta conlleva, un poco aburrido de esto, Noah desea que algo nuevo ocurra en su vida. Su deseo se cumple, pe...