Cold Guy

Capítulo 21

Antes de siquiera abrir mis ojos siento un retorcijón en mi estomago y me incorporo en la cama, abro ojos y el mareo me deja deslocado por unos segundos antes de ponerme de pie y corre a duras penas hasta llegar al baño y arrodillarme frente al inodoro y vomitar todo.

Por el ruido causado apenas logro escuchar unos pasos detrás y luego siento una mano sobándome suavemente la espalda.

—Tranquilo, ya te sentirás mejor— reconozco la voz de Allen.

Me giro un poco para responderle pero el vómito viene de nuevo.  ¿Cómo es que Allen siempre logra verme en mis momentos más vergonzosos?

Después de unos 20 minutos o más ya me encuentro mejor. Jalo la cadena del inodoro y me pongo de pie con ayuda, sin atreverme a mirar a Allen me miro al espejo. Dios estoy hecho un desastre, estoy mucho mas pálido de lo normal, y el contraste con mi cabello negro no ayuda mucho. Mis labios están rojos e hinchados, y puedo sentir el sabor y el aliento a vomito así que sin dudar tomo mi cepillo de dientes y me los lavo.

Y así, sin decir nada, Allen se acerca y me abraza por detrás. Me tenso un poco y sigo con lo mío. Recuerdo algo de lo que pasó anoche, pequeñas partes pero de a poco toda la escena de lo que ocurrió anoche se va formando en mi mente.

Termino y no se qué hacer así que sólo miro muestro reflejo en el espejo. Su cabello blanco se encuentra desordenado y tiene una expresión somnolienta, apoya su barbilla en mi hombro, y me mira a través del reflejo.

—¿Cómo estás?—mantiene su mirada fija en mis y yo me comienzo a sonrojar y bajo la mirada.
—B-bien— apoyo mis manos en las suyas que se encuentras entrelazadas en mi cintura.

—Mírame Noah—me encojo de hombre y me quedo en la misma posición.

Allen al no ver ninguna reacción se separa de mi y me da la vuelta, dejándonos así de frente.

—¿Quieres hablar de lo que paso anoche?—me susurra.

—Creo que el baño no es el mejor lugar para mantener una conversación, menos para hablar de eso ¿no crees?—levanto mi mirada solo para ver como sus mejillas se tornan rosadas.

—Tienes razón— él es el primero en salir.

Camina hacia la dala de estar y se sienta en un extremo del sofá. Camino lentamente para no marearme y me siento al otro extremo, mirando al frente sin atreverme a posar mi mirada en él al recordar todo lo que paso anoche en este mismo sofá.

—¿Estás enojado conmigo?— el comienza.

—Por supuesto que no— lo miro de reojo— ¿tu lo estás?

—Por supuesto que no— suena sorprendido.

Asiento ante si respuesta y guardo silencio.

—¿Tú....tú recuerdas todo?

Pienso un momento antes de responder y estoy completamente seguro de que recuerdo todo.

—Lo recuerdo todo— no sé que mas decir ¿qué se dice en esas situaciones?¿qué se hace?

—¿y estás arrepentido?—levanto la mirada y lo miro, él ya tenia su vista puesta en mi, no é desde hace cuanto tiempo.

—N-no, yo creo que estar e-ebrio me ayudo mucho— cierro los ojos sin saber expresarme bien—Quiero decir, no sentía nada impidiendo el poder expresarte todo lo que siento, y creo que estoy agradecido.

—Entiendo—asiente y se forma un silencio incómodo.

—¿Entonces....?— pronuncio sin saber qué decir.

—Entonces...—me mira de soslayo y juega con sus dedos—¿Eres gay?

¿Qué?

—¿Qué?— lo miro sorprendido.

—O sea, me refiero— da una pequeña pausa— quiero decir ¿te gustan los chicos?

—¿A ti no?— mi voz sale aguda

—No! O sea si, no, me gustas tú— me mira como si fuera obvio—Y eres un chico, pero no me gustan los chicos, en general, sólo me gustas tú.

—Te gusto yo— repito con los ojos abiertos, todavía asimilando sus palabras.

Le gusto yo.

—¿Y a ti?— me mira tímidamente. ¿Dónde quedo el Allen todo rudo y frío que conocí?

—Sí, o sea no sé— me encojo de hombros—Me gustas tú, supongo que soy gay ¿no?

—Supongo que lo somos.

—¿Que sucede con Maya?— no puedo evitar preguntar.

—Maya me gusta, o sea no me gusta, pero es hermosa y a todos los chicos les gusta— auch

—Te estoy preguntando si a ti te gusta, no si les gusta a otros chicos—digo en un tono bajo.

—Me gusta, pero no del mismo modo que me gustas tu—asiente satisfecho con tu respuesta y yo me comienzo a enfadar.

—Explícate porque no te podemos gustar los dos— me cruzo de brazos.

—Me gusta Maya, es sexy, su voz lo es—explica sin mirarme y cada vez frunzo más en ceño— Sus besos son.... son buenos supongo, y tiene iniciativa. Se viste bien y- lo interrumpo.

—¡¿La besaste?!— me pongo de pie y camino de lado a lado frente el, ¡la besó!

—Ella me beso a mi— me detengo y lo miro indignado.

—¡Se besaron!

—Pero cuando estoy contigo...—continua ignorándome—Siento...siento que no existe nada mas en el mundo.

—¡Eres un idiota!— lo miro sin poder creerlo.

—Cuando nos besamos ayer, no me podía detener—continua y yo lo observo apretando mis labios en una fina linea—Eres tan adictivo. Sé que lo que hicimos es muy malo, pero es tan dulce. Eres tan dulce.

—Cuando te veo, y observo ese cabello desordenado tuyo, tu cuerpo escondido bajo toda esa ropa holgada que llevas, esos labios rojos que no paras de morder provocándome. Créeme que las cosas que te quiero hacer no son muy inocentes, cosas que ni con Maya, ni con nadie quiero hacer solo al verlas, sin hacer nada mas que siendo ellas mismas.— continua—Cosa que solo logras tú.

—¿Me estás comparando con Maya?

Gira sus ojos y sonríe.

—¿No entiendes?— niego con mi cabeza—No hay comparación entre tú y Maya. No hay comparación entre tú y nadie.

Me relajo un poco, pero sigo pensando en el beso entre Allen y Maya.

—¿Cuantas veces se han besado?— sin dejar de sonreir se pone de pie y me toma de las mejillas.

—¿Estás celoso?— el muy maldito.

—¡Por supuesto que lo estoy!

Acerca sus labios y los roza con los mios, contengo mi aliento y no dejamos de mirarnos. Siento una humedad en mi labio inferior y sé que es su lengua. Abro mi boca suavemente y el muerde mi labio inferior.

Y se aleja.

Sí, leyeron bien, se aleja dejándome totalmente anonadado.

—No tienes estarlo— sonríe ampliamente— Yo te amo a ti Noah.

Me sonrojo y sonrío a penas.

—Y yo te amo a ti.

Me acerco y me pongo de puntitas para poder alcanzarlo y dejo in muy suave y efímero beso en sus labios.

Quizás, emborracharme fue la mejor idea que he tenido en mi vida.

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Los capítulos serán así de cortos, yo creo que hasta que la historia termine.