Cold Guy

Capitulo 20

Me obligo a tranquilizar mis ojos y los abro, logro ver a un Allen borroso.

—Sí que podemos— digo mientras me limpio los ojos para poder verlo— No hay nada de malo en hacerlo.

Me aguanto un hipido y respiro lentamente para no llorar, pero mis lagrimas caen lentamente por mi mejilla.

—Pero me gusta Maya, a todos los hombres les gusta, me tiene que gustar— dice llorando y con urgencia en su voz— Me tiene que gustar Noah, ella es mujer. ¿Por qué no me gusta? No entiendo.

Me duele el corazón al verlo así y me siento, tomo su cara entre mis manos y paso mis pulgares por su mejilla.

—Allen, nadie te puede obligar a sentir algo que no haces, eso lo haces tu. ¿Me escuchas?— asiente bajo mis manos y me abraza.

—Pero no esta bien, Noah. No sé que hacer— comienza a llorar mas fuerte en mi pecho y yo lo aprieto fuertemente.— No sé qué hacer.

Le hago cariño en su cabello y lo tranquilizo hasta que su respiración vuelve a la normalidad y se queda quieto en mi pecho.

—Esta bien Allen— lo digo y lo obligo a mirarme— No me digas que no ¿sí? O sino te golpeare. No tienes que hacer nada, sólo respira.

Se levanta y me mira a los ojos— Sí tengo que hacer algo, no puedo seguir alejado de ti, por favor no me alejes Noah, por favor, por favor, por favor— esta comenzando a llorar y le tomo el rostro de nuevo.

—Hey, ¿acaso no me escuchaste?— le digo sonriendo— Te amo, y no te dejare.

—¿Lo juras?— le limpia la nariz con el borde de su sudadera.

—Lo juro Allen— le sonrío y estiro mi meñique ante el.

Al comienzo me mira confundido pero luego entiendo y entrelaza su dedo meñique con el mío y me sonríe.

—Yo también te amo Noah— dejo de sonreír y lo miro.

Lo miro.

Lo miro, lo miro y lo miro.

Sonrío a mas no poder y me lanzo encima y lo abrazo envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.

—Lo sé— digo riendo.

Ríe junto a mi un momento y luego ambos quedamos en silencio, siento las puntas de sus dedos acariciando suavemente mi cuello.

—No sé que hacer, todo es tan difícil— susurra tan bajo que apenas lo oigo.

—No lo es, a veces nos complicamos solos cuando las cosas son muy simples en verdad— susurro rozando mis labios en su cuello— Sólo piensa ¿Qué quieres hacer?

—¿Ahora mismo?

—uh uhmm, ahora mismo— siento como se mueve un poco y me separo de él. Se apoya en el respaldo del sofá sin dejar de mirarme y le sonrío.

—Permanecer aquí por siempre, contigo— lo dice con toda la seriedad del mundo.

—Hazlo—amplío mi sonrisa y me encojo de hombros.

—¿A tu que te gustaría hacer ahora mismo?— me pregunta de vuelta.

—Uhmm ¿tengo que responder siendo totalmente sincero?— pregunto enarcando una ceja y el asiente— Bueno ahora mismo me muero por besarte.