Capítulo 14

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Una vez en mi departamento me debato internamente el si preguntarle sobre Maya o no, si le pregunto de la nada será raro y mis celos serán aún más notorios pero no puedo no preguntarle, tengo que saber de donde salió esa chica. Nunca he visto a Allen con una chica antes, y no me refiero a una novia, sino que ninguna chica en general, lo mas parecido fue verla con Auri pero siempre era con Sebastián presente, asi que tengo que saber de dónde rayos salió esta chica.

--Noah, ¿estás bien?-- doy un pequeño salto en mi lugar y miro a Allen sorprendido-- Estas distraído, hace unos dos minutos que estas sentado ahí sin decir nada y mirando al vacío.

Me golpeo mentalmente y me sonrojo por la vergüenza, Dios a veces soy tan tonto.

--SÍ, sí, sólo estaba pensando en tonteras, y la verdad es que me siento un poco mareado-- bueno, mentir de vez en cuando no es malo-- ¿Crees que me podrías cargar a mi habitación?

Pongo cara apenada y avergonzada para mejorar mi actuación, y le agrego un puchero, con eso noto en seguida que lo convencí.

--Claro, Noah sabes que me puedes pedir cualquier cosa-- se acerca a mi y pasa uno de sus brazos por debajo de mis rodillas y el otro por detrás de mi espalda.

Aprovecho el momento y me agarro fuerte de él y hundo mi cara en su cuello y aspiro de forma sutil su perfume, Dios podría pasar una eternidad así. Pero lamentablemente ya habíamos llegado a mi habitación y Allen me dejó en mi cama con cuidado.

Y yo, como nací para hacer estupides y voy y hablo antes de siquiera darme cuenta.

--¿Te gusta Maya?

Me cubro la boca con ambas manos y lo miro con horror.

--¿Qué?-- es lo único con responde después de un momento, con incredulidad en su voz.

--Yo, disculpa, no debí preguntar eso, es tu vida y tú ves quien te gusta o no, no es de mi incumbencia, lo sé-- bajo la mirada avergonzado.

--Noah, ¿por qué quieres saber si me gusta Maya?

--Yo, no sé-- respondí aun sin mirarlo.

--Bueno, conozco a Maya hace mucho aunque hace tiempo que no la veo, se mudó hace poco aquí y yo soy la única persona que conoce.

Allen se sentó a mi lado y por fin lo miro, pero él se encuentra mirando por la ventana.

--No respondiste a mi pregunta-- digo casi susurrando.

Él me mira y no dice nada, lo miro fijamente esperando respuesta pero ésta nunca llega. Siento como de un momento a otro tengo unas ganas tremendas de llorar, mi respiración se acelera y me pongo de pie.

Le gusta.

A Allen le gusta Maya.

Me acerco a la ventana y pongo una mano en mi pecho y comienzo a jugar con la tela de mi sudadera, siento como mis ojos comienzan a cristalizarse y mi garganta a arder. Allen sigue sin decir nada y yo soy consciente de que mi reacción debe haber sido inadecuada.

Respiro profundamente y aclaro mi garganta para que mi voz no salga inestable.

--Obvio que te gusta, Maya es una chica hermosa, cualquier hombre se fijaría en ella y tú tienes suerte porque créeme que de algún modo u otro ella te corresponderá.-- dije con tristeza y sin ser capaz de dar media vuelta y mirarlo.

--¿Eso piensas?-- siento su voz cerca pero no me muevo ni un centímetro del lugar donde estoy.

--Por supuesto, cualquier persona sería muy afortunada de tenerte en su vida, y ella es hermosa, harían una muy linda pareja-- siento como mi voz de a poco de vuelve mas inestable y se quiebra.

--¿Tú estás de acuerdo?--noto que se encuentra justo detrás mio y no puedo dejar pasa cierto tono de tristeza en su voz.

Respiro profundamente de nuevo y me doy vuelta, veo como sus ojos se encuentran un poco rojos, y la manera en cómo me mira, esperando algo de mi, así sonrío lo mejor que digo e intento lucir feliz.

--Por supuesto Allen, te apoyaré en todo, y si a ti te gusta esa chica no tendría porqué no estar de acuerdo, y mucho menos para no estar feliz por ti-- mi voz tiembla pero por alguna razón él se ve casi tan afectado como yo.

No entiendo, pareciera estar casi tan triste como yo. Allen me mira un momento sin decir nada hasta que se acerca y toma un mechón de mi cabello que cae en mi frente. Abre la boca para decir algo pero solo deja caer su mano y se aleja, caminando hasta la puerta de mi habitación.

--Creo que te encuentras mejor y ya es hora de irme, te veo mañana Noah.-- habla sin dándome la espalda y luego se va.

Cuando escucho la puerta cerrarse mis lagrimas caen por mis mejillas y me siento de rodillas en el piso, me cubro la boca para no sollozar pero se vuelve imposible evitarlo.

Busco desesperadamente en mis bolsillos mi celular hasta que lo encuentro, y con mi vista borrosa busco en mi contacto el nombre Auri. Cuando, después de tres tonos, escucho su voz mis sollozos se vuelven mas fuertes, la necesito. Al encacharme suelta un rápido y corto "ya voy" y corta la llamada.

Me quedo en la misma posición durante media hora hasta que escucho la puerta principal abrirse y la voz de Auri llamándome.

Cold GuyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora