Capítulo 7

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Cuando la estatua empezó a hablar, Leila supo que de ahí no saldría con vida.

-El oráculo se encuentra en el sótano de la academia, y es muy peligroso. No seríamos los primeros que entramos y no salimos con vida de allí -Le había comentado Selena  antes de descender la larga escalera hacia el sótano.

La sala del oráculo era un lugar extenso con columnas de piedra que tenían esculpidas serpientes en ellas, y al centro de la sala había una estatua de una mujer gigante sentada en un trono.

-¿Y esto se supone que revela el futuro? -Pregunta Leila, desconfiada.

Y de repente, como si la estuviese escuchando, unos braseros con fuego azul empiezan a humear, y el humo hace parecer que las estatuas se mueven, parpadean y se retuercen "Sí, Leila Moon. Bienvenida al oráculo, intérprete del pasado, penetrador en lo más dificultoso del presente y visor del futuro"

-Dinos, Oráculo, ¿Es Leila una Magii? -Pregunta Leo, mirando a la estatua con cara de impresión.

- No, no es capaz de abastar los dos mundos, Su mente no podría ver las expectativas del futuro y los mitos del pasado a la vez sin enloquecer, además, su descendencia es mortal, no ha habido sangre mágica antes.

-¿A qué se refiere? -Pregunta ella. La simple idea de pensar qué su padre o su madre sean Magiis le hace venir ganas de reír.

-Quiere decir qué no hay ningún antepasado Magii en tu familia. -Contesta Ben  -Por parte de madre, desciendo de Diocleiano, el último emperador romano pagano, Alex tiene la sangre de Alejandro Magno, Selena  de Cleopatra, y Leo, de Da Vinci.

-Pero tampoco es humana. -Prosigue el oráculo. -Hay algo en ella qué le hace entender los conceptos de los Magii y puede estar aún más metida en este mundo que ellos.

-Entonces… ¿Eso qué quiere decir? -Pregunta Alex, mirando al oráculo, pero este ha callado…

-Yo puedo contestarte a eso, dice Leo. -Y en ese instante  mira a Leila los ojos. -Leila, eres una Luz emergente.

Nada es lo que esDonde viven las historias. Descúbrelo ahora