Pasión Prohibida

Capítulo 26

Advertencia:

*Este capítulo es corto pero contiene lenguaje que incita a la violencia.

Lo tomó en brazos sin dejar de besarlo y lo llevó hasta la cama. Fue formando una estela de besos desde sus labios hasta su barbilla, luego a su cuello, la clavícula y los hombros, besó el contorno de su hermoso pecho hasta bajar a su abdomen. Damián le acariciaba el cabello mientras su boca le recorría cada parte de su cuerpo. 

Se colocaron de perfil mientras Liam acariciaba el contorno de su redondo, firme y espectacular trasero, recorría sus piernas con las yemas de los dedos, le encantaba su piel, su suavidad, subió una de sus manos y le acarició uno de sus pechos, lo escuchó jadear, por primera vez los vio y le encantaron, sus pezones rosados hacían perfecto contraste con su piel blanca, eran más hermosos de lo que había imaginado. Llenaban sus manos de manera armoniosa y justamente a la medida.

-Eres el chico mas bello que he visto en mi vida. -Le susurró Liam sobre los labios... -El único que me pone así, el única capaz de volverme loco, porque así me tienes, loco por ti... -Confesó.

Damián se encendió más con esa confesión y un toque a continuación lo hizo gemir sin poder contenerlo, Liam había atrapado con sus labios uno de sus pezones y lento comenzó a besar cada uno de ellos, martirizándolo y provocando que arqueara su espalda en respuesta, su ávida lengua lo estaba matando, aniquilando, ya quería volver a ser suyo, suyo y jamás ser de nadie más.

No tardó Liam en deshacerse de su boxer dejándolo totalmente desnudo y deslumbrándolo a él con su absoluta y exquisita belleza, era un hombre completo en todo el sentido de la palabra, terminó de quitarse su propio bóxer y Damián también por primera vez lo vio desnudo, vio su viril miembro en todo su esplendor, bien dotado y perfecto, no le hacía falta nada, se le secó la boca, lo deseaba con desesperación y Liam lo deseaba con locura.... viéndolo a los ojos con un amor y una pasión inimaginable fue abriéndole las piernas y colocándose en su estrecha cavidad, despacio comenzó a introducirse en su interior, los dos jadearon ante el contacto, Damián lo abrazó con las piernas y el mayor inició sus movimientos. Mientras se movía dentro de el chico lo besaba de una manera que lo hacía perder por completo la razón, sus besos y movimientos lo estaban llevando a un abismo de placer, eran besos donde la ternura , la pasión y el amor hacían una perfecta combinación.

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Esa noche hicieron el amor como nunca, superaron el encuentro de la primera vez, se amaban con desesperación, de una forma inigualable, como siempre una sola vez no bastaba para ellos, 3 veces lo hicieron y aún no estaban satisfechos, para Damián todo era nuevo, jamás sintió  cosa alguna con Jackson, es más con él nunca había sentido nada aparte de asco y repugnancia, las veces que estuvo con él fue prácticamente a la fuerza y no porque lo haya obligado de manera violenta sino porque Damián prácticamente tenía que ser como un sumiso con él, dejar que  le hiciera lo que deseara o de lo contrario lo amenazaba con decirle la verdad a su padre.

Las caricias y besos de Liam por todo su cuerpo no quería borrarlas, no las iba a olvidar, no quería que nadie más lo hiciera suyo sino era él, no quería que Jackson lo volviera a tocar nunca más...

-¡Dios! Damián, ¿que me haces que me descontrolas de esta forma. -Susurró Liam mientras se veían directamente a los ojos, las miradas de ambos estaban iluminadas, sus cuerpos estaban recostados de perfil muy muy cerca.

-Tu, ¿qué me haces a mi? ¿Qué me hiciste Liam? -Preguntó el menor con voz pausada.

-Yo jamás me había sentido así.... jamás había estado tan desesperado por tener a alguien y no te estoy mintiendo, esto es una locura, siento que es irreal, tu eres el...