Capítulo 6

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-Liam has estado muy distraído los últimos días, ¿algo anda mal? -Preguntó Sofía preocupada mientras colocaba unos documentos sobre el escritorio de Liam para que los firmara.

-Estoy bien. -Dijo él en voz baja mientras agregaba una cucharada de azúcar en su café... -Supongo que debe ser la carga de trabajo. -Agrego dudoso de sus palabras. 

-No tienes tanto trabajo ahora comparado a otros días y a pesar de eso nunca te había visto así, tan perdido, pensativo.... -Replicó ella.

-No he dormido muy bien estos últimos días, es todo. Por cierto pídele a Magdalena y a Patricia que te ayuden con el trabajo que te pedí esta mañana. -Dijo él cambiando de tema.

Ella negó con la cabeza, sabía que algo le pasaba y él no quería contárselo. Llevaba años trabajando para la familia Gómez y conocía muy bien cuando algo les pasaba pero decidió no insistir más con el tema. Liam tenía mucha confianza en ella pero definitivamente ese día no quería hablar.

-Sobre eso quería comentarte, he estado pensando que tres asistentes para presidencia es mucho.

-Bueno se contrataron dos para que te ayudaran, era demasiado trabajo para ti sola Sofía.

-Lo sé, pero solo necesito una para que me ayude. 

-¿Sugieres que despidamos a una de ellas entonces?

-No, por supuesto que no, ambas son buenas chicas, bastantes inteligentes y responsables, aunque a veces despistadas y alborotadas cuando te ven.

Liam quizo ponerse serio pero luego sonrió... la verdad es que le causaba mucha gracia ver el comportamiento de esas chicas cuando lo tenían de frente.

-Escuché ayer que Eugenia la asistente de la VicePresidencia presentó su renuncia, está embarazada y al parecer su esposo va a mudarse de ciudad, por supuesto ella se va con él. -Continuó diciendo Sofía. -Podrías trasladar a una de las chicas a ese puesto, ambas están capacitadas para ocuparlo. 

-Encárgate tu de eso Sofía, tienes mi autorización, escoge a cuál de ellas deseas que se quede trabajando contigo y la otra trasládala a VicePresidencia en cuanto a Eugenia termine sus últimos días. -Dijo Liam dando por finalizado el asunto, ese día estaba especialmente inquieto no había logrado concentrarse en todo el día... De levantó de su cómoda silla , tomó el saco que estaba en el respaldar de esta y se lo colocó.

-¿Te vas ya? -Le preguntó ella viendo que él hacía ademán en marcharse.

-Si... Me siento agotado, igual no falta mucho para las 17 horas.

-Ve tranquilo hijo, yo me encargo de lo que hace falta, igual no tenemos nada pendiente, relájate y descansa.

-Gracias Sofía, nos vemos mañana. -Dijo él. Tomó su portafolios y salió de la oficina.

Liam no sabía que lo tenía mal, él mismo se daba cuenta que últimamente andaba demasiado distraído, no era el mismo, simplemente algo lo estaba cambiando pero no sabía que era, las últimas noches las había pasado casi en vela, eran pocas las horas que lograba conciliar el sueño. Su chofer lo veía por el retrovisor recostado en su asiento y dándose masajes en las sienes, tampoco lo había visto así...Comenzaba a notar algo extraño en su jefe.

Los portones de la imponente Mansión comenzaron a abrirse para darles paso... Aún los rayos del sol llegaban desde la parte baja del cielo.

Su chofer le abrió la puerta del coche y Liam bajó con sus lentes de sol.

-Gracias. -Le dijo Liam con una media sonrisa a su chofer. 

-Un placer Señor. - Contestó el hombre.

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora