Capítulo 27

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Abruptamente Liam despertó desorientado y bañado en sudor, se tocó la parte del abdomen inconscientemente temiendo ver sangre pero no, había sido un mal sueño, una pesadilla que había parecido tan real, el corazón le latía a mil por hora, sentía la garganta seca, todavía escuchaba el sonido del disparo y los gritos angustiados de Damián y la Scarleth, la culpa por lo que estaba haciendo ya lo estaba embargando, a pesar de la mala relación con su padre sabía que lo que hacía estaba mal e incorrecto, a él le habían dado desde muy chico la mejor educación y su madre también siempre lo había instruido por el camino del bien, la balanza se inclinaba en partes iguales, a un lado estaba su amor por Damián y al otro lado el hecho de que él era un chico prohibido y casado, no con cualquier persona, sino con su padre, quien lo engendró...

No podía evitar sentirse ruin y sucio, pero al ver al bello chico que dormía a su lado esos sentimientos desaparecían por arte de magia, su padre una vez le había arrebatado a una novia por capricho, por el puro placer  de molestarlo y ahora la situación era distinta porque sin querer él se enamoró de Damián, él no lo deseó, ni lo planeó, simplemente pasó y cuando se dio cuenta estaba hasta el cuello de amor por el, habían fuertes sentimientos de por medio,  dejarlo así como si nada después de conocerlo de esa manera tan intima no le sería fácil, no podía hacerlo, lo necesitaba a su lado, pero había un mundo que enfrentar, situaciones que aclarar, no iba a estar toda la vida escondiéndose y amándolo detrás de las paredes, tampoco sabía los verdaderos sentimientos de Damián. ¿Lo amaba?

Otro punto importante era Sabrina, su novia, se sentía mal por ella, por su infidelidad, jamás había sido desleal a una mujer y no porque le faltaran oportunidades, sino porque a pesar de ser millonario y guapo, jugar con las mujeres y engañarlas no era parte de él , había visto sufrir a su madre muchas veces por culpa de Jackson y él no pretendía ser igual que su padre.

Miró detalladamente a Damián que dormía profundamente, era un joven realmente hermoso aún dormido, delicado y atractivo y en la intimidad ni se diga, ahora estaba más enamorado que nunca, por mucho que pensaba en dejar las cosas como estaban no podía, no tenía fuerzas para alejarse de el.. así estuvo contemplándolo por varios minutos hasta que decidió que era momento levantarse y marcharse a su habitación para arreglarse e irse a trabajar.

Al llegar a su habitación se quedó un rato recostado en la pared, analizando su situación, algo muy difícil de solucionar por cualquier lado que lo quisiera analizar, sentía felicidad y a la vez angustia, tenía sentimientos encontrados, cómo le gustaría amar libremente a Damián sin dañar a terceros, sin tener que esconderse, sin tener que ocultar su amor, sin temor de ser señalados como traidores, sin temor a represarías. Los momentos al lado de su amante se habían convertido en los mejores de su existencia y perderlo, o el simple hecho de pensar que ya no podrían estar juntos lo afectaba.

Se duchó rápidamente y vistió tan formal e imponente como siempre, con un esmoquin oscuro, aún era temprano, así que no pudo resistirse en ir de nuevo a la habitación de Damián para verlo por última vez esa mañana, estaba seguro que aún estaría dormido así que no lo notaría.

Miró alrededor del pasillo mientras caminaba, no había señales de nadie, sin hacer ruido abrió la puerta de la recámara  y notó que el chico ni siquiera se había movido, a cómo quedó cuando él salió así estaba, sigiloso se acercó hasta la cama, se sentó sobre ella y llevó sus manos hasta su cabellera, laoacarició como pluma y volvió a sonreír al verlo. 

Lo que experimentaba al tenerlo cerca de él, era algo que no se podría describir a exactitud con palabras, lo quería y deseaba para él, solamente para él... Damián había llegado para cambiarle la vida.

-Te Amo. -Volvió a confesarle sabiendo que él no lo escucharía... -Te Amo con todo mi ser, con todo lo que soy. -Agregó, bajó hasta sus labios, lo besó suave y casto, el joven se removió y entre sueños sonrió pero no despertó.

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora