Capitulo II

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Capitulo 2.

Desperté sin saber dónde me encontraba. Esta no era mi habitación y al notar los brazos de alguien que rodeaba mi pequeño cuerpo desnudo supe que anoche fue increíble.

Giré mi cabeza para toparme con la de Dylan, el chico que anoche me encontró en la discoteca. Él era el único con el podía repetir un millón de noches a su lado, porque satisfacía toda las necesidades que le exigía.

Me solía acostar con muchos chicos pero Dylan era especial . Dylan era mi amigo,mi compañero, mi amante.

Fue una gran sorpresa cuando lo vi en la universidad rodeado de mis compañeras y tan guapo como siempre estaba.

Lo conocí hace unos pocos años en un viaje que hizo a Italia, por temas de trabajo. Esa noche estaba junto a mis amigas de instituto y fue ahí donde no dejé de pensar en él.

Besé su nariz hermosa y él solo gruñó hasta que sus ojos comenzaban abrirse poco a poco.

-Hola preciosa- besó mi frente.- Espero que no estés dolorida- sonrió.

Negué con la cabeza- Soy una chica dura y sexy..- dije melosa.

- En eso tienes razón- dijo con la voz ronca.

Me levanté sin vergüenza alguna, ya que Dylan me había visto más de una vez desnuda como Dios me trajo al mundo. Él se sentó en su cama observando cómo me ponía mi ropa interior amarilla con pequeños detalles negros.

- Será mejor que me vaya- dije una vez ya vestida.

-Te llevo a desayunar y luego te dejo en casa- asentí encantada.

Desde que pasé mi primera noche con Dylan, me ha tratado diferente a todas las chicas que ha conocido desde entonces.

Me suele invitar a desayunar después de pasar la noche con él, comer algún día libre o quedar a pasear las tardes que no tengamos, ninguno, que hacer en nuestras distintas vidas.

 Vivía solo, en un apartamento muy lujoso, y es que sus padres son unos empresarios importantes en Inglaterra, normalmente están de viaje y cómo su otro hijo no quiere viajar con ellos, decide venir a ver a su hermano cuando tiene vacaciones. Se llama Nathan, es más pequeño que Dylan, tiene dieciséis años y estaba aún en la segundaria, así que tendrá que soportar mudarse con sus padres aún dos años más.

Pero para nuestra suerte, aunque Nathan me cae genial, estábamos solos lo que significa que tendremos la mañana para los dos.

Nos montamos en su moto una vez que nos acabamos de preparar y nos dirigimos a una cafetería cercana a mi casa.

Cuando nos sentamos en una mesa por fuera de la cafetería para poder apreciar las vistas de la ciudad y sentir el fresco de Inglaterra, una chica que no paraba más que guiñarle el ojo a Dylan, nos tomó la comanda.

- Es precioso este sitio- comenzó la conversación. Asentí.

- Italia era totalmente diferente.

- Me gustaría ver por completo Italia- contestó mientras le dio un sorbo a su café.

- Te la enseñaría, pero no he vuelto desde que empecé la universidad- murmuré.

Él me dedicó una sonrisa consoladora y agarró mi mano para dirigirla a sus labios carnosos y suaves, con la intensión de posar un beso en ella.

- Algún día volverás y verás que todo acabó Celeste- sonreí tristemente.

- No creo de volver pronto, mi vida está aquí, junto a Alex- le di un sorbo a mi capuchino y observé lo que tenía delante.

Celestial #1: Tú eres el elegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora