Celeste Walker, tras la muerte de su padre y la traición de su madre, decide irse junto con su hermano Alex ha Inglaterra.
Su pasado le persigue y sus secretos le torturan día a día por no poder volver hacia atrás y remediarlo, pero por algo sucede...
Cuando tienes una vida satisfactoria, normalmente no tienes quejas, no tienes tristeza en el interior, no tienes por qué huir.
Yo, sin embargo, sí intentaba huir de lo que era, de lo que me hacía cada día correr por los alrededores, alejándome de la sociedad en la que vivo. Pero, ahí estaba yo, tumbada en una hamaca de la piscina de mi hogar, Alex, estaba nadando dentro del agua transparente que tomaba el color azul de la pintura de la piscina, disfrutaba de cada brazada que daba y de sentir el frescor de esta.
Sonreí ante tal escena, quién nos diría a nosotros que llegaríamos hasta aquí, después de los malos años que hemos pasado, después de tanto por lo que luchamos y seguimos luchando por tener una vida "normal".
Dylan, se había marchado hace rato después de desayunar junto a nosotros, la noche fue algo interesante, claramente me había acostado otra vez con Dylan, pero seguía pensando en cómo podía ser así.
¿Por qué mi vida ha dado un giro de 380 grados en solo unos años?.
Alex, salió de la piscina y oí un silbido al fondo. Giré mi cabeza y vi a Amber sonrojada.
-Vaya, vaya, si que está interesante la cosa- sonrió la muchacha, Alex le guiñó un ojo y esta le asintió con la cabeza.
-¿Qué haces aquí, Amber?- pregunté y esta se acercó para sentarse en la hamaca de al lado.
- Venía a ver si querías dar un paseo por los alrededores- sonrió de forma pícara, sabía qué significaba eso.
- ¿Volverás a hacer que os tenga que ir a salvar el trasero?- preguntó Alex divertido, solté una carcajada fuerte.- Sabéis lo que pasó la última vez que salieron hacer eso, tuve que intervenir desde fuera para que no nos descubriesen- volví a reír.
-Tú como siempre con tus truquitos- sonreí- hermanito no hará falta que nos salves el trasero esta vez, ahora controlo mejor la cosa- me fulminó con la mirada y me encogí de hombros para dirigirme ahora a mi amiga- está bien- asentí- pero será rápido, que tengo resaca- ella dio palmaditas y se acercó a mi hermano para darle un beso en su mejilla.
Las historias que me habían contado y que solía leer en muchos libros, decían que lo normal en la sociedad era ir a un instituto, conocer gente, enamorarse, vivir la vida de color rosa, algún que otro drama, casarte, tener hijos y acabar muriendo. Ahora bien.
¿Y si el mundo no fuera como nos lo habían pintado?.
Pues he aquí la respuesta: el mundo no era como se pensaban.
Mi mayor secreto era que no era "normal", no me refiero a ser una persona diferente a los demás por actitud, vestimenta, pensamiento, que también. Sino en otro sentido, pero al igual que yo, mi amiga aquí a mi lado, también era igual que yo y era que nosotros no vivíamos de la misma manera que el resto de la sociedad, porque estabais todos engañados en este mundo.
Me cambié de vestimenta, me puse mis jeans oscuros junto a una playera blanca y una chaqueta de cuero negra con gorro de algodón , até mi pelo en una cola y me puse mis botines estilo militar.
Amber, comenzó a caminar hasta mi vehículo, se subió a la motocicleta y cogió uno de los muchos cascos que teníamos mi hermano y yo, cogí otro para mí y arrancamos.
Una vez, estacioné lejos de la civilización, comenzamos nuestro camino, abroché bien mi chaqueta y Amber comenzó a correr por el gran bosque.
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