Celeste Walker, tras la muerte de su padre y la traición de su madre, decide irse junto con su hermano Alex ha Inglaterra.
Su pasado le persigue y sus secretos le torturan día a día por no poder volver hacia atrás y remediarlo, pero por algo sucede...
Mis ojos se abrieron como platos cuando la loba se acercó a mi mostrando sus dientes. Eran afilados, blancos como perlas, grandes, estaba tensa, muy tensa, pero no me atacó en ningún momento, solo me observaba atenta y preparada para defenderse en cualquier momento. Miré hacia el hada, esta se fue acercando a nosotros con su arco preparado. Pero cuando la loba dio un paso más hacia mí algo o más bien alguien la tiró al suelo de un golpe seco.
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-¡Qué coño...!
Celeste, estaba ahí.
¡Celeste!
¿Cómo podías haberme mentido todo este tiempo?
-Tú- susurré tan bajo que no creí de que me oyese, pero sí que me escuchó, porque sus ojos ahora violetas me miraron tristemente, donde el violeta fue a pasar al marrón intenso y luego al negro brillante.- ¡Me mentiste!- gruñí entre dientes.
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-Derek, yo...
Sus ojos cambiaban continuamente de color, su boca estaba en una línea recta, mientras que parte de ella era apretada por sus dientes evitando soltar sus lágrimas saladas que estaban acumulándose en sus ojos cristalinos. Sus mejillas no tenían ahora ningún color, su cuerpo estaba tenso, sus manos estaban formadas en dos puños. Sin embargo, yo estaba molesto, enfadado, triste por pensar que toda mi vida he sido engañado, pero sobretodo por ver la traición de Celeste, la persona que había robado mi corazón al completo desde el primer día que vi esa mirada profunda, llena de secretos, en ese paisaje del bosque, donde sus elementos estaban a su lado, después de un día de tormenta.
La amaba, la amo y sé que ya no la podré sacar de lo más profundo de mi ser, pero me había mentido, había evitado todo este tiempo mis preguntas por no saber qué era. Ahora, entendía por qué me evitaba, por qué no respondía, por qué siempre me cortaba cuando quería conocerla más, era por esto. Pero mis pensamiento fueron interrumpidos por las dos criaturas que comenzaron atacarla.
Celeste, abrió su boca grande dejando mostrar dos grandes colmillos afilados, sus ojos ahora eran violetas y con pintadas rojas, sus músculos estaban tensos, mientras que su cuerpo estaba defendiéndose de que la loba no la matase. Celeste, apartó a la loba de una patada y esta cayó cerca de mí gruñendo, sacudió su hocico en el cual Celeste le había golpeado y abrió su boca grande para correr hacia ella. Celeste, corrió en dirección contraria para rodear el árbol donde me encontraba a través de saltos por estos, saltos totalmente paranormales, saltos increíbles, veloces, limpios. Cayó encima de la loba y la mordió en uno de sus lomos, la loba aulló y Celeste, recibió una patada de esta cayendo frente a mí.
