Capitulo XXIX

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Capitulo 29.

Derek

Mi paciencia se estaba agotando.

Por cada segundo que pasaba sin saber qué es de ella mi corazón se iba estrechando más, dando el paso al pánico y dejando atrás la espereza. Pero debía de confiar en ella, en su poder, en su fe por conseguir salvar celestial.

- Deberías de relajarte un poco- mi hermana tocó mi hombro mirándome con preocupación- estás haciendo que el rey nos comience a mirar de manera más rara aún- susurró.

- Deberías de relajarte un poco- mi hermana tocó mi hombro mirándome con preocupación- estás haciendo que el rey nos comience a mirar de manera más rara aún- susurró

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Miré de reojo al rey Tianlong, algo en él me hacía desconfiar más que en ninguna otra criatura. Los dragones no son famosos por la amabilidad precisamente, y esto se lleva algo entre manos para haber accedido a dejarnos entrar en su reino, dejar que le ayudásemos, algo andaba mal y debía de averiguar antes de que nos marchemos de qué se trata.

-Lo sé hermanita- sonreí levemente a Luna, no quería también preocupar la aún más, ya tiene suficiente con saber que nuestra madre no se encuentra en el reino y que donde se ha criado y ha vivido por esos habitantes del reino ha sido atacado sin piedad.

Me acerqué a Alex, estaba vigilando los pensamientos de cada uno de los presentes, y es que tampoco se fiaba del rey, pero también está intentando contactar con Celeste, cosa que le está siendo imposible, porque según él, el volcán tiene una magia que no le permite adentrarse en él, solo en su exterior. Pero sigue teniendo esperanzas de que su hermana de alguna señal de vida, algo. A su lado, se encontraba Blanca, junto a Amber, quien estaba concentrada en todas las emociones que habían a su alrededor.

Chasqué la lengua frustrado por no saber qué estará pasando ahí abajo, qué peligros se estará encontrando Celeste en el gran camino que tiene que recorrer hasta encontrar el problema que hace que el agua no fluya por el volcán. Caminé hasta el rey para exigirle que la sacasen de ahí, de ese lugar frío, hasta que mis pies fueron detenidos por el temblor que comenzó a surgir de la tierra o más bien del volcán.

El volcán comenzó a temblar, un rugido salió de él como si de un gran dragón se tratase, y no me equivocaba.

Un enorme dragón de al menos treinta metros se alzaba en vuelo encima de nuestras cabezas.

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Celestial #1: Tú eres el elegidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora