Celeste Walker, tras la muerte de su padre y la traición de su madre, decide irse junto con su hermano Alex ha Inglaterra.
Su pasado le persigue y sus secretos le torturan día a día por no poder volver hacia atrás y remediarlo, pero por algo sucede...
-¡Corre!- oí un grito agudo cerca de mi oído.-¡He dicho que corras!- volví a oírlo más fuerte y cerca como si estuviera en mi cabeza, me advertía que algo malo pasaba.
Comencé mi camino, corrí como si la vida me fuera en ello pero fue demasiado tarde.
Estaba atrapada.
Notaba cómo las mejillas eran más húmedas y frías por mis lágrimas saladas, el suelo en el que caí estaba lleno de barro, las hojas caídas me acompañaron hasta el momento que mi vida cambió, la lluvia caía con más fuerza y los truenos eran más cercanos a mi cuerpo.
-Aquí estás- oí el susurro de esa voz grave que tantas noches me hizo estar sin dormir, sin poder respirar y vivir.
-¡No!- grité pero era demasiado tarde.
Noté sus sucias manos en mi piel desnuda por las roturas de mi camisa, noté sus dedos fríos quemar mi piel llena de heridas, sabía que aquí acababa todo y que esto era el fin de mi vida. Sabía que ya no podría ser como quería ser, sabía que ella me había traicionado y que él estaba esperando su oportunidad.
Entonces fue cuando noté un gran ardor en mi muñeca delgada, entonces fue cuando supe a través de ese dolor que todo había acabado y que ya solo me quedaba una cosa: continuar congelada...
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