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Advertencia antes de leer: este capítulo contiene violencia y situaciones sensibles.



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-¿TaeTae?

Desvíe la mirada de mi cuaderno para fijar mi atención en Jungkook, temble una vez más al ver sus risados cabellos caer hacía sus ojos. Últimamente se ha dejado crecer el cabello. Volví a concentrarme en él al notar sus perdidos ojos brillantes algo diferentes, como si estuviera sufriendo una empatía.

-¿Qué sucede, Kook?

Él sonrió sólo unos segundos, muy triste a decir verdad.

-Creo que el profesor Jin...

Lo interrumpí porque aquel tema me provocaba malestar en todo el cuerpo.

-Yo también lo noté, pero sólo somos unos chicos, Jungkook, no podemos hacer nada.

-Es lamentable -murmuró.

Le di la razón en silencio y después observé disimuladamente el cuello del profesor Kim, justo donde tenía una pequeña marca que sólo podía ser vista sí ponías cuidado; pero estaba ahí. La semana pasada falto dos clases, lo vi una vez en la tienda, tenía un moreton verde, casi violeta, en su mejilla. Aveces tenía marcas en sus brazos que ocultaba con camisas, lo sé porque suelo quedarme al final de las clases para ayuarlo en lo que necesite.

Sea quien sea la persona responsable de aquéllos golpes en su cuerpo esperaba que un día recibiera lo que merece y que el profesor Kim pueda estar mejor.

Sea quien sea la persona responsable de aquéllos golpes en su cuerpo esperaba que un día recibiera lo que merece y que el profesor Kim pueda estar mejor

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Entré al departamento con Jimin, mientras él se quitaba los zapatos y yo me deshice de mi corbata. Antes de dar un paso más, una colonia familiar llegó a mis fosas nasales. Dejé a Jimin atrás y fui directo a la sala de estar llevándome un susto de muerte al ver a mi abuelo peleando con el control remoto de la televisión.

-¡Abuelo!

Él dirigió su mirada a mí, se acomodó los lentes y dijo:

-Maldita tecnología, no le entiendo un carajo.

Moonchild | NamMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora