13🌙

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Jungkook

Saco mi juego de llaves y abro la puerta, al entrar me quito los zapatos y los guardo. Hay una extraña tranquilidad que me pone incómodo y a la vez alivia; no le doy importancia y me dirijo hacia mi habitación. Deslizo mi puerta corrediza y me meto a mi cuarto, dejo mi mochila aún lado de mi escritorio y me lanzó hacia mi cama.

—¿Jungkook? —Mi madre entra a la habitación—. ¿Qué haces? Ven, tenemos invitados.

Miro a mi mamá con clara confusión, ella se va cerrando la puerta otra vez, me quitó con rapidez mi uniforme y ocupo una playera común de color gris y unos pantalones cortos. Camino hacia la sala dónde comienzo a oír risas y voces, al hacerme presente veo a mis padres sentados en el sofa y otras tres personas frente a ellos; se trata de la familia Kim.

—Hola, bienvenidos —Hago una larga reverencia para ellos, al alzar mi cabeza veo a mi padre mirarme con desagrado.

—Por un momento no te reconocí —Dice la señora—. Haz crecido bien, Jungkook.

—Sí, gracias —Vuelvo a repetir la reverencia y mi madre me sienta a su lado.

—Bien, hablemos.

Kim Bogum era la mano derecha en todos los negocios de mi padre, han sido mejores amigos desde sus tiempos universitarios y siempre han planeado fundar una compañía que fuera digna rival de MCS.

¿Qué tenía que ver yo en todo esto? Presentía qué muy pronto iba a descubrirlo.









Taehyung

No importaba cuanto quisiera concentrarme en mi tarea de inglés, o cuan maltradado, por mis mordidas, tenía mi lápiz el recuerdo de haber abrazado a el profesor Seokjin y la sensación de calidez en mis mejillas no se iban. Me tire hacia atras en mi silla y solté un suspiro largo ¿por qué las personas nos aferramos tanto a lo que nos hace daño?

—¿En serio pensaste que alguien podría enamorarse de ti? Qué idiota eres, Taehyung.

En un acto inconciente acarició mi cuello, mis ojos no tardan en llenarse de lágrimas, vuelvo a la realidad al oír el timbre de la casa y salgo de mi habitación tras limpiar mis lágrimas; estoy solo en casa debido a que mamá y papá llevaron a Joomin a adoptar un cachorro como regalo de cumpleaños.

—¡Ya voy! —grité, bajando por las escaleras y al abrir me encuentro con Jungkook—¿Jungkook?

—¡Ahora van a obligarme a contraer matrimonio!

Él se ve molesto y agotado, lo hago pasar y subimos juntos a mi habitación, Jungkook se sienta en la silla junto a mi escritorio y resopla.

—¿De qué hablas, Kook?

—Nunca es suficiente para ellos, clases de chino, taekwondo, natación, ser el mejor de la clase. —Enumera con sus dedos mientras frunce sus cejas con molestia—. Puedo hacer todo eso ¡pero casarme jamás!

Atónito, me siento en mi cama y cruzo mis piernas, miro a Jungkook sin poder pronunciar palabras: yo tampoco deseo que se case con alguien más. Aparto mi rostro ante mi tonto pensamiento por qué si a Jungkook le dijeran que puede casarse con el profesor Namjoon no lo dudaría un solo segundo.

—Taehyung, ¿qué debo hacer? —Vuelvo a mirarlo—. A mis padres solo les importa su reputación e imagen, dicen que una chica como Emily es mi mejor opción.

—Aún eres muy joven. —Mi voz sale con mas molestia de la que planee—. No puedes casarte.

Jungkook se pone de pie y se sienta a mi lado en la cama para dejar caer su cabeza a mi hombro.

—No me gusta, para nada. Es una chica tan superficial. ¿Puedes imaginarlo? Yo casándome.

Fingí reírme.

—Claro, ¿quién podría aguantarte?

Jungkook formó un puchero con los labios.

—Oye, si mi plan con el profesor Namjoon no funciona y si tu sigues rechazando a todas las chicas, pensé que nos casariamos.

Mi cuerpo cosquilleó pero aún así aparte la mirada, burlándome de sus ideas, y volví a mirarlo.

—¿Qué ventajas podrías traerme?

—¡Se cocinar! Tú trabajas y yo mantengo la casa, ¿no suena bien?

—¿Ya lo tenías todo planeado? ¿Por qué soy quien debe mantenerte?

—Pues, porque no sabes cocinar y viviríamos de ramen.

Comencé a reír y lo empujé hacia un lado, pero él se apresuró a sujetarme y terminé aplastándolo con mi cuerpo.

—De acuerdo, tú ganas.

—¡Gracias, Taehyung!

Y aunque sabíamos que era un sueño tonto y solo una broma, decidimos quedarnos en paz con esa idea sin quebrarnos la cabeza con nada más.




Namjoon

Apago el televisor, cierro mi libreta y me pongo de pie para ir a mi habitación, Jimin y el abuelo Chan Soo han salido de compras yo decidí no acompañarlos debido un dolor de cabeza, no entendía como Jimin podía lucir tan radiante incluso luego de beber a mi lado, además quería algo de tiempo a solas. Deje mi libreta en el cajón de mi escritorio, me quite los anteojos y los deje sobre la mesita de luz, abrí la puerta del balcón y del bolsillo de mi camisa saqué un cigarrilo, me lo lleve a la boca y lo encendí con un cerillo. Deje mi peso caer a las rejillas, di la primera calada a mi cigarrill, solte su humo y lo deje en mis manos mientras observaba el vecindario.

No pienses en nada 
No digas nada, ni siquiera una palabra 
Sólo dame una sonrisa 
Todavía no puedo creerlo 
Todo esto parece como un sueño 
No trates de desaparecer 

La letra de la reciente canción que escribi seguía repitiéndose en mi cabeza con insistencia, no podía dejar de pensar en ella, de repente solo letras como aquellas recurrian mi mente y no podía dejar de asociarlas a Jimin. Solte una risa áspera y volví llevar el cigarrillo a mis labios, sería el peor cliché si me enamorara de él: un moonchild. Pero eso no pasaría, no debía pasar, un día se irá y yo me sentiré como un idiota al tener sentimientos profundos por un chico como lo es Jimin. ¿Y qué si nos hemos besado? ¿y qué si me siento bien cuándo duerme a mi lado? ¿y qué si he dejado de sentir dolor?

Escuche la puerta abrirse, lancé lo poco que quedaba de mi cigarrillo y salí cerrando las puertas de mi balcón. Fui al lugar de las veces y Jimin y el abuelo reian mientras acomodaban las compras.

—¡Namjoon! —Jimin me mira con una enorme sonrisa y busca dentro de las bolsas hasta que da con un paquete de marshmellows—. ¡Noche de cine familiar!

No... no podía dejar que Jimin entrara a mi corazón para luego irse dejando un vacío en mi pecho.

Moonchild | NamMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora