Moonchild | NamMin

25🌙

N a m j o o n

Cargué en dos tazas chocolate caliente y las dejé sobre la pequeña mesa del living, Jimin me sonrió como si le hubiera leído la mente en ese instante. Me senté a su lado en el sofá, él me cubrió con la pequeña manta y reposó su cabeza en mi hombro al mismo tiempo que intentaba beber la cocoa sin quemarse. Me reí.

—Ha dejado de nevar —Señalé mirando hacia la ventana.

—Oh, mira —Jimin señaló con emoción el atardecer que decoraba de azul, naranja y rosa el cielo—. ¿Sabías que en cada atardecer Jonghyun se acerca a Sulli para abrazarla? Ah, es verdad, no los conoces. Bueno, ellos son como... príncipes, del sol y la luna.

Oculté mi pequeña sonrisa y sostuve su mano, mi dedo pulgar acariciando su suave piel. Era verdad, no conocía a Jonghyun pero sí a Sulli sólo que nunca se lo mencioné a Jimin. Aún estabas muy agradecido con ella.

—¿Qué hora es, Nam?

Estiré un poco mi brazo para tomar mi celular sobre la mesa y lo encendí.

—Son las siete.

—La muestra de Yoongi es a las nueve ¿verdad?

—Tienes razón, será mejor que nos preparemos.

Lo vi asentir y me acerqué a sus labios para dejar un beso antes de que nos pongamos de pie para ir a la habitación a buscar algún cambio de ropa conveniente a la ocacion.

—Me daré un ducha antes ¿bien? —Anunció él metiéndose al baño.

—¡Bien!

Escuché el ruido de la puerta cerrarse y volví a mirar hacia atrás para cerciorarme de que Jimin no vendría. Fui hacia el cajón donde guardaba de forma organizada mis corbatas y sonreí sintiendo muchas emociones diferentes en mi cuerpo al tomar la cajita aterciopelada y la guardé en el bolsillo de mi chaqueta.

Y o o n g i

Peine con mis dedos un poco del cabello que estorbaba mis ojos, ya estaba algo largo y no había tenido tiempo de cortarlo aún así Hoseok me dijo que me daba un toque más juvenil y sexi así que tampoco le había tomado mucha importancia.

Salí del baño y tan pronto lo hice me encontré con que ya habían varias personas afuera esperando entrar. Jungkook estaba a unos pasos de mí y al parecer ya se había cambiado el traje por otro un poco más ajustado a sus piernas y brazos y su característica forma de usar sus abrigos que le llegaban hasta la rodilla. Camine hacia él y al notarme me miró sonriente con aprobación hacia mi estilo, no había elegido nada demaciado formal en esta ocasión en realidad.

—Mira, la fila llega hasta la otra cuadra, Yoongi.

—Eso es bueno, ¿no crees que es hora de abrir las puertas?

—Claro, sólo estaba esperándote.

Entonces Jungkook hizo una señal con sus dedos a los guardias en la puerta y esto dos asintieron para después dejar pasar a las personas al salón. Tan pronto el lugar se llenó, los meseros iban y venían con bandejas de bocadillos y bebidas en sus manos; se escuchaba la animada platica y algunos se acercaban a preguntar por mis obras. Todo era perfecto, solo faltaba Hoseok.

Esperé a mi novio durante dos horas, cada vez se hacia más tarde y la nieve volvía a caer en la ciudad junto con un viento helado; me preocupo el hecho de que le hubiera pasado algo en el camino pero tampoco tuve el valor de llamarle debido a que nunca confirmó que vendría sólo fue algo que supuse y creo que me equivoqué.