Capítulo 12

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Nota de autora: Amigos, arriba les deje una canción de Shawn Mendes llamada: Bad Reputation. La misma me inspiro mucho para esta novela. La verdad es que para mí la música es una fuente de inspiración. Bad Reputation es una canción hermosa y se las coloqué porque va a ser que ustedes conozcan un punto de vista de Matthew sobre Abby y qué piensa él de ella. Pero les aviso que habrá unos capítulos desde el punto de vista de Matthew para que de esa manera lo conozcan más a fondo. 

Sin más que decir ¡Disfruten!

Abby Bradley

Empujo el carro de compras burlona por todos los pasillos. Matthew me mira como si yo fuera la persona más rara del mundo, cuando los raros y fenómenos son ellos, todos los que están a nuestro alrededor que viven en máscaras. 

—¡Para! te estrellaras —aulló burlón y yo le lancé una mirada asesina —. ¿Qué vamos a llevar? — pregunta y dejo de mover el carro para verlo fijamente a él donde sus ojos lucen más claros de lo habitual.

—No seas aburrido —demandó viéndolo mal —. Vamos a comprar unas verduras y unas carnes —anuncio y él asiente pensativo.

Es raro que yo venga acompañada al supermercado por alguien que no sea Aza, pero debo comprar comida para la cena de mi padre, es que hasta mejor me debería ir a la sección de mata ratas y comprar un sobre para dárselo con esa comida, pero no soy una asesina aunque moriría por serlo. Por ahí leí que se le llaman pensamientos intrusivos y de esos tengo muchos rondando por mi pequeña cabeza.

—¿Me compras chocolate? —pide con voz de niño pequeño.

—No —contestó secamente.

—Mira que me lo debes por lo de la boda.

Es cierto. Que mierda tan divertida ese día. Ni fume, ni me drogue. Tuve una autentica felicidad recorriendo mi cuerpo. Era como una adrenalina indescriptible. Pero qué bueno que no pasó a mayores, si sus padres se fueran separado por mi culpa no sé si me lo fuera perdonado. Pero cuando estamos bajo los efectos de la adrenalina es imposible pensar con claridad. Y de paso lo hice en una puta iglesia, creo que ya tengo un pase VIP al infierno. 

—Parecemos una pareja casada de esas que siempre andan comprando comida —comenta burlón y su comentario nada gracioso me dio jaqueca.

¿Es que nunca se cansa de hablar?

Ruego mis ojos por lo bajo mientras sigo moviendo el carro de compras, agarró de varios estantes buenas verduras frescas porque en lo particular me gusta que todo sea fresco, aunque siendo sincera de fresco esto no tiene nada, y mucho menos sano porque sus tierras deben estar inyectadas con miles de cosas para que produzcan a diario, y así tener siempre mercancía para venderle a los consumidores. 

Mi mirada rápidamente se transforma en una gran mirada picara, se la dedico a Matthew que me mira con confusión, con mi cabeza le hago una señal donde está la mujer embarazada y él asiente porque entiende que quiero decir, o eso espero que entienda.

Porque con esa mujer embarazada voy a tener la oportunidad de completar un nuevo punto de mi lista. No estaba pensando en eso, pero el cielo al parecer me estaba pidiendo a gritos que los acompañara pronto y debo cumplir sus peticiones.

—¿Segura? —susurra cerca de mí y siento su aliento frío como recorre por mi cuello.

Le regalo una sonrisa sin despegar los labios y asiento ligeramente con mi cabeza.

Camino con pasos rápidos y despreocupados por todo el supermercado. La mujer pelinegra al verme me dedica una amplia sonrisa y yo se la devuelvo sin despegar mis labios porque la muy tonta no sabe que tengo entre mi lengua para decir.

ABBY BRADLEY  ©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora