Capítulo 29

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Abby Bradley

Murió la persona más increíble que había conocido en esta jodida vida. Han pasado apenas unas cuantas semanas y aún me duele como si fuese ayer. Pero entendí que esta vida se debe aprender a vivir con el dolor, y uno muy profundo. 

Poco a poco he tratado de asumir que todo lo que pasó fue completamente real, que ella ya no estará presente en este mundo nunca más. Pero en ese momento que me enteré de esa trágica noticia no podía creerlo. No podía creer como ella me dejo. Pensé suicidarme, si... pero como no estaría ella para salvarme simplemente lo deje después de un duro debate mental fumando hierba.

Aza, siempre me decía que tenía una segunda oportunidad para vivir y que no la desaprovechara. Y acabo de entender que si es cierto. La vida me dio otra oportunidad. Pero no puedo estar en este lugar donde los recuerdos me invaden, y por eso con todo el dolor de mi alma he tomado decisiones duras que sé que me hará muy bien, espero en verdad eso.

En el transcurso de estas semanas gracias a todo el dolor y las heridas he encontrado para mí en lo personal el verdadero significado de la vida. Y es simplemente vivir, vivir pese a todo lo malo que nos pase. Vivir y que todo lo que hagamos valga la pena. No encerrarnos en nuestro pequeño mundo. Y si algo malo nos pasa debemos continuar de igual forma con una sonrisa, una que no nos canse de darlas. Porque con nuestro dolor podemos demostrarles a otros que somos fuertes y podemos continuar pese a cualquier adversidad que se nos presente en el camino. En sí he entendido que todo es un misterio en realidad, todo absolutamente todo lo es. La vida tiene muchos lamentos y lágrimas a millón, pero también tiene momentos y personas que hacen que estar aquí no sea tan malo después de todo.

Y es que cuando la vida te da una nueva oportunidad y la ves con claridad entiendes todo de otra manera. Es como si con la muerte de Aza un nuevo mundo se abrió ante mis ojos. Si la extraño como la mierda, pero ella me enseño que pese a todo lo malo aún hay una oportunidad para sonreír y ver que la vida necesita ser pintada con tus pinceles y una sonrisa que puede arreglar un corazón roto. Yo tengo esos pinceles en mis manos y ahora debo colorear todo lo que la vida ponga en mi camino sea muy jodidamente malo, o sea jodidamente bueno.

Muchas personas en este mundo quieren vivir como su fuera el último día de sus vidas, y otras se quieren morir porque aún no comprenden lo que yo por tanto tiempo me ciegue a ver.

Los jóvenes que están tan lastimados merecen una nueva oportunidad en sus vidas. Deben ver que sea como sea así sea una sola persona los quiere y apoya. Que no estas solos y que el día de mañana todo puede mejorar con la peor tragedia de sus vidas. Cómo me pasó a mí. Para algunos toma más años que otros, pero al final se vive y se muere ese es el ciclo que a todos nos pasa. 

En verdad todos sufrimos, todos lo hacemos, solo que varios se tragan ese dolor en verdad por tantos años buscando la muerte como su única solución. Y en realidad la verdadera solución es vivir como si fuera el último día de vida, vivir aventuras y momentos que quedan tatuados invisiblemente para siempre en el corazón.

Sonreír a las flores secas en mis manos. Con pasos lentos camino con un sentimiento encontrado de melancolía y felicidad a la vez. Es raro y no lo siento porque me he drogado, es por otra cosa.

Fui con pasos más lentos entre el césped del cementerio hacia la tumba de Aza. Mire su lápida y por una extraña razón puse mis flores secas en su florero donde habían varias marchitas que de seguro han traído sus familiares. No me quiero imaginar cómo sería estar figurativamente en sus zapatos, debe ser muy duro para una madre perder un hijo, pero también para un hijo es duro perder una madre.

—Espero que estos puñeteros sepultureros no se las roben, amiga —reí con tristeza —. Si lo hacen ven de la muerte y jalarle los pies —sonreí tocando su lápida que estaba muy fría.

ABBY BRADLEY  ©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora