Mi Querido Acosador • [Kookgi]

Rire

No...me siento bien... -El pareció cerrar sus ojos y se derrumbó en mis brazos en un instante, por suerte fuí rápido y lo cargué directo a la cama.

-Mierda, estas hirviendo- dije cuando sentí su piel caliente y noté como estaba sudando.

Vaya que no mentía cuando le dije que iba enfermarse, pero el a veces era tan necio.

Quité sus zapatos mientras lo escuchaba jadear seguro por el dolor que sentía.

Me acerqué a el tratando de ver si era consiente.

-Dime que te duele.

-La cabeza y el cuerpo, no aguanto mis muslos.

-Vale.

Caminé a humedecer un trapo con agua fría para luego regresar y ponerlo en su frente.

-Jung... kook...

-Bebe, voy a ir comprar medicinas para que te  sientas mejor.

-No, no te vayas, por favor. -suplicó.

¿Pero que se ponía que hiciera? El estaba enfermo y no tenía a quien más decirle.

-Tengo que ir, si no seguirás mal, bebé sólo déjame hacer ésto, por favor.

El soltó mi mano mediante un suspiro salía de su boca.

Yo tomé eso como un "Está bien, ve" y di un beso en su frente para salir inmediatamente del departamento. Bajé las escaleras yendo a la farmacia más cercana y para mi mala suerte estaba una cola larga.

¡Mierda!

Me tocó esperar al rededor e medía hora pero solo tenía esas opciones, o era esperar eso o tardar una hora yendo al supermercado el cual nada me aseguraba que fuese a estar igual o peor. Pero al fin tenía los medicamentos en mis manos para llegar hasta el.

Estaba profundamente dormido, tomé el trapo y volví a humedecerlo ya que estaba seco debido a la fuerte temperatura que el tenía.

Quité su ropa solo para ver si el sudor desaparecía pero en lugar de eso solo sentía que aumentaba así que decidí despertarlo para darle el medicamento.

Tuve que forzarlo prácticamente hasta que al fin accedió, pero volvió a caer en cama mientras yo estaba considerando llevarlo al hospital.

Espere al rededor de una hora y gracias al cielo la medicina pareció hacer efecto porque su temperatura había disminuido. Aún conservaba un poco pero al menos ya no quemaba.

Fuí a la cocina a prepararle una sopa caliente,  no soy excelente en estas cosas pero hago lo que puedo y él lo necesitaba.

-Bebé - tenté su hombro logrando que soltara un gruñido, abrió sus ojitos y su naricita estaba muy roja, parecía un gatito resentido haciéndo que sólo me dieran ganas de devorarlo.

-¿Qué... quieres?

-Deberias comer un poco, he preparado esto para tí, espero que te guste.

-¿Tú... lo hiciste para mí?- dijo sorprendido.

-¿Qué? ¿Acaso un novio no puede cocinarle una rica sopa a su novio?

-Bueno, yo no estoy reclamando nada, sólo me sorprendió eso es todo.

Le di bocados mientras acomodaba su almohada para que su cabeza no doliera al momento de estar levantándose.

-Te ves hermoso, incluso enfermo-  arrugur mi nariz mientras le mostraba una de mis más sinceras sonrisas.

-Tú sonrisa es hermosa - susurró terminando de masticar.

Estaba terminando de acomodar su cabecera para ir a lavara la loza cuando estaba a punto de cerrar la puerta de la habitación la pueeta principal fué tocada.

Ni siquiera terminé de abrir cuando sentí que me tomaron de los hombros y dieron un golpe en mi estómago sacándome todo el aire.

-Maldito imbécil- me dí cuenta que era Tae por el tono de su voz mientras trataba de recomponerme- te lárgaste sin avisarme. ¿Siempre es así, no? Claro, el idiota de Tae es un amigo que nunca me falla, así que me iré hasta la quinta esquina del mundo si. Avisarle ni contestar sus llamadas,  dejaré que se preocupe para yo poder reírme de el- dijo saracasticamente molesto mientras se sentaba en el sofá.

-Csllate.- quería hablar con el peri estaba siendo demaciado ruidoso y Yoongi estaba dormido.

-¿Esa es tu disculpa? ¿Alguna vez vas hacer sincero conmigo, Jungkook? Soy tu amigo, joder. Desde hace más de un año, no es posible que me trates de èsta manera.

-Yo...

-¿Sabes que me dijeron? Dicen que tú y Yoongi son vecinos en éste mismo maldito edificio y que incluso te has ido con el de viaje ¿Sabes que ha sido de Hoseok estos días? Ni yo mierda se donde está, pero estoy seguro que tú lo sabes, siempre me dijiste que odiabas a las personas falsas y ahora te haz convertido en lo que juraste destruir.

El tenía tanto razón que no tenia suficientes argumentos para refutar su palabra, mi corazón dolía en demasía.

Me lencé a su regazo empezando a llorar como un bebé. No recordaba desde cuando no había compartido un momento tan íntimo con mi mejor amigo, que sentía que necesitaba desahogarme como nunca antes.

Esa tarde le confesé toda la verdad y entonces pude descubrir una vez más que tenía uno de los mejores amigos del mundo. Cuando el se puso a llorar conmigo y me abrazó.

-Todo hubiese sido mejor si me lo hubieras confesado.

-Tienes razón, ésto se nos salió de las manos.

-Deberíamos ir a buscar a Hoseok a su casa, lleva días faltando igual que tú y Yoongi. Ahora que ya se la razón es mejor que le ofrezcas una disculpa y talvez así pueda regresar para graduarnos juntos.

-Me gustaría pero Yoongi está dormido, ya te lo dije.

-Vamos, cuando ya se sienta mejor ¿Está bien?

-Vale.