¿Él? ¡Pero si es un psicópata!

15.- ¡Eres una exagerada!

-¡Enana, despierta! -alguien cogió las mantas y las lanzó por ahí. Acto seguido, me encontré con el suelo a unos milímetros de mi cara-. ¡Es hora de ir a clase!

-¡No, quiero quedarme en casa!

-¡Levántate del suelo y ven a desayunar!

-¡Lárgate ya!

Miré a Matt, que tenía una mano en el pecho y me miraba entre la tristeza y la idiotez.

-¿Quieres que me vaya? Creo que no voy a sobrevivir...

-¡Como no te largues de mi habitación tú sí que no sobrevivirás!

El muy imbécil se echó a reír y salió de mi habitación. Miré el reloj. Las seis y media. Repito, idiota.

Decidí levantarme del suelo y bañarme. Me vestí, bajé abajo, y me senté delante de mi taza de cereales, al tiempo que mi madre ocupaba el espacio a mi lado y mi padre ocupaba el de enfrente. Oh, oh.

-Hija, ayer oí voces en tu habitación.

-Estaría soñando.

Me metí una cucharada de cereal en la boca.

-Bueno, yo oí pasos que bajaban desde tu habitación hasta la puerta trasera. Por la ventana me pareció ver a Dan, creo que tenía ganas de matar a alguien.

Casi escupo todo lo que tenía en la boca. Se me revolvió el estómago, tenía ganas de vomitar.

-Yo... Le llamé. Me acordé de que no había terminado un trabajo y le pedí ayuda.

-¿A las tres de la mañana?

-Sí.

Me levanté, subí a por mi mochila, volví a bajar, y salí. Necesitaba estar sola. Parece que estoy en mi período, igual que él. Maldito psicópata de mierda, ¿no entiende que sólo era una broma?

Empecé a pegarle patadas a todo lo que encontraba. No merecía la pena descargar mi furia contra la papeleras, así que paré y me puse mis auriculares.

"Hey, you can be the greatest, you can be the best, you can be the King Kong banging on your chest. You can beat the world, you can beat the war, you can talk to God or go banging on his door"

-¡Hola Kate!

Alguien me abrazó por detrás. Raro, lo sé.

-¿Molly? ¿Cómo tú por aquí?

-Oh, ya sabes, iba a clase y te vi. -no dije nada. Pensaba que vivía al otro lado del barrio-. Bueno, y... ¿Qué tal? Oye, ¿es cierto que Dani y tú estáis juntos?

Vaya, como vuelan los rumores. Dan y yo habíamos decidido esperar un poco para contarlo, pero supongo que la gente es muy chismosa y el muy idiota me miró de más. Porque sí, señoras y señores, aunque estábamos juntos me seguía mirando como el psicópata que es.

-No. No estamos juntos.

Y era una verdad a medias, porque en ese momento no tenía ni idea de lo que éramos.

-¿Segura? Porque el modo en el que se preocupó por ti en la carrera fue tan...

Y puso una cara de "lo violo". Ya saben, la cara que solemos poner las adolescentes sobrehormonadas cuando vemos la foto de nuestros ídolos.

-Claro que estoy segura Molly.

-¡Kate, ven aquí un momento, tengo una cosa que contarte! -Helen me llamó desde el otro lado de la calle, desbordante de emoción.

-Bueno Molly, nos vemos.

-¿Puedo ir con vosotras? Es que no quiero ir sola.

Helen se acercó corriendo a mí, pero luego vio a Molly y puso cara de asco. Sip, la odiaba con toda su alma.