Kate's POV
Abrí los ojos, y esta vez, gracias a la poca luz de la habitación, conseguí mantenerlos abiertos.
Mis padres estaban sentados al lado de mi cama, cada uno con un café en la mano. No se daban cuenta de que estaba despierta.
—Mamá, tengo hambre.
Ella dio un salto en la silla sobre la que estaba sentada y me miró completamente confundida, pero pronto su mirada pasó de eso a completa alegría, al igual que la de mi padre.
Llamaron a la enfermera, que vino a verme y me sacó de la habitación para hacerme unas pruebas.
Cuando volví, Matt y Dan también estaban en la sala. Mi novio me miraba con una cara que casi me daba lástima. Me pregunto cuánto llevaba sin dormir.
El médico se sentó al lado de mi cama y señaló a mi madre.
—Hola Kate, ¿sabes quién es ella?
Oh, vamos.
—Mi madre.
— ¿Y él?
—Mi padre —movió su dedo hacia Matt.
— ¿Reconoces a ese chico de ahí?
—Matt Lewis, mi hermano gigoló —Matt se rió y negó con la cabeza. El médico señaló a Dan.
—¿Y a ese?
Fruncí el ceño, y él me miró asustado.
—Yo... —me demoré más de lo estrictamente necesario, y su cara pasó a angustia infinita—. Mi novio, Dan —ahora su cara me demostraba que iba a recibir mi merecido.
—Muy bien Kate. No has sufrido amnesia. ¿Recuerdas qué día era cuando fuiste a la piscina?
—Lunes, creo.
—Genial. Kate, llevas una semana en coma.
—Oh, gracias por la sutileza, es lo más normal del mundo que te digan que llevas una semana en coma —dije sarcástica.
—No se preocupen, son sólo las hormonas —rodé los ojos. Me daban ganas de matar a este doctor—. En cuanto nos lleguen los resultados, podrás volver a casa.
—Genial —todos salieron de la habitación, y me dejaron a solas.
Minutos después, entró Dan en la sala.
—Hey.
—Hola.
—Oye Kate, yo...
—No pasa nada, Dan. No lo sabías.
—Pero debería haberte escuchado.
—Ambos sabemos que cuando te da por ser como un niño de tres años no hay quien hable contigo.
— ¿Ah, sí? ¿Un niño de tres años podría llevarte sobre su hombro? ¿Un niño de tres años está así de bueno? —sacó músculo y me dedicó esa maldita sonrisa que tanto odio.
— ¿Puedes dejar de comportarte como un imbécil?
—Oh, nena, reconoce que te encanta.
— ¡Enfermera, saque a este inútil de mi habitación!
Nadie me hizo caso. Maldita sea, esto es muy serio, si me muero nadie se percatará de ello. Dan se inclinó sobre mí y me besó la frente.
—Te he echado mucho de menos —vi los arcos azulados debajo de sus ojos.
—Vete a casa.
—Nena, no pienso dejarte sola.
—No estaré sola, tengo a Matt y probablemente venga Ray a verme.
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¿Él? ¡Pero si es un psicópata!
Teen FictionSólo una cosa: si tu ex-mejor amigo parece un psicópata acosador, aléjate. Si tu ex-mejor amigo que parece un psicópata acosador quiere volver a enamorarte después de años sin hablar, corre lo más rápido que puedas. Pero si eres Katherine Lewis, ent...