Pelear Por Tu Amor 《Black×Vegeta》

Capítulo II

Llegó la hora de la cena y evidentemente Black fue despertado para que bajara a comer.

Goku, nervioso, comía sin levantar la mirada. Sabía perfectamente que Black no le despegaba los ojos de encima, enojado por la horrible tarde que tuvo y... por prácticamente ser hermano de Goku, no había más explicación.

Tras terminar de comer el menor de los Son, llevó su plato a lavar y lo hizo a la velocidad luz, para luego correr arriba, pero Black apareció frente a él y no estaba nada contento con su intento de escape.

-¿Por qué corres? ¿Acaso estás huyendo de mí?

-No, no... es sólo que... necesitaba hacer una llamada urgente luego... de cenar.

-Tus excusas baratas no te las cree nadie. Mi dinero, ahora, si no quieres que mi puño golpee tu tonta cara.

-Vamos, Black, dame un poco más de tiempo. Papá no me ha dado nada, no tengo como pagarte. Así que si me disculpas...-Iba a entrar a su habitación, tratando de evadir a Black, pero este se lo impidió.

-Estás loco si crees que te dejaré escapar así nada más-Chasquea su lengua un par de veces-Limpiarás mi habitación y lavarás mi ropa, además de plancharla hasta que te den la mesada y no te quedarás con ningún Zeni.

-Vamos, Black, no seas así, no puedes convertirme en tu esclavo.

-Sí que puedo. Es lo más justo que se me ocurre si no tienes como pagar una deuda. Tú mismo me pediste el favor, no seas miserable...

-No creí que tan rápido me ibas a cobrar. Está bien, haré lo que digas.

-Espero sea así, porque Bulma es súper pesada...

-Ok, ok, te prometo que lo haré.

El mayor soltó un bufido y decidió ir a su habitación, dejándole libre el paso al otro.

Black por su parte, se acostó en la cama luego de cepillar sus dientes. Había tomado una ducha rápida antes de bajar a cenar.

Amaba los primeros días, porque normalmente no hacían nada, más que hacer recuerdo de lo que se pasó el año anterior y no daban tareas.

Estaba a punto de dormirse cuando un castaño se le cruzó por la mente e hizo que despertara del todo otra vez.

Vegeta sin duda era un joven atractivo a simple vista y le sacudió un poco las ideas el recordarle. Pensó en que esta podría ser su oportunidad para tener una pareja.

La cosa era... ¿Cuánto le costaría conquistar a ese chico? Llevó uno de sus dedos a su boca y lo mordió suavemente, pensando.

Pero le dio un alto a su tren al analizar lo que estaba queriendo hacer.

Dio un bufido frustrado y se acostó de lado, ignorando su mente y su corazón que de alguna manera, se empezaba a derretir.

Mejor era dormir y olvidar a ese muchacho.

Aunque estaría algo complicado sabiendo que comparten salón.

Llegó la mañana y el despertador de Black sonó como todos los días de escuela, a las seis y media de la mañana.

Se removió en la cama, molesto, mientras se estiraba un poco y soltaba un bostezo. Estiró su mano a la mesita de noche, buscando apagar el despertador, lográndolo luego de un par de intentos.

Las noches habían estado bastante calurosas, así que en medio de ésta, siempre terminaba sin camisa.

Se sentó en la cama y rascó su cabeza, los shorts cortos dejaban ver muy bien sus muslos.

Pasó una de sus manos por su rostro y decidió levantarse de una vez para tomar una ducha para despertar bien y cambiarse para ir a la preparatoria.

Luego de varios minutos salió con una toalla alrededor de su cintura y prosiguió colocándose su ropa.

Empezó a secar un poco su alborotado cabello luego de estar completamente vestido.

Bajó a desayunar y en la mesa sólo faltaban él y su hermano menor.

Saludó a sus padres y a su hermano mayor, Raditz, quien ya estaba en su segundo año de universidad.

Se sentó junto a su madre, quien se acercó para darle un beso sobre su cabeza. Con ella siempre se dejaba hacer de todo, porque la amaba como a nadie más y no quería herir sus sentimientos.

Mientras desayunaban, Goku bajó y se dispuso a desayunar también.

Al cabo de un rato ya debían irse.

Ambos se despidieron de Gine, pero como siempre discutiendo en medio de todo.

Bardock había salido antes, así que no tuvieron oportunidad de colarse con él.

-Agh, ya váyanse dúo de tontos-Se quejó el mayor de los tres, pues se le hacía molesto oírlos discutir siempre.

-Tú calla.

-Niños, basta. Ustedes llegarán tarde si no se van ahora. Nos vemos más tarde.

Ambos se tuvieron que ir en la motocicleta de Black, quien por obvios motivos quería dejar a su hermano para que se vaya como pueda.

Una vez allí se separaron y fueron por distintos caminos.

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