Capítulo XIX

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Tarble ya se encontraba mejor que hace unos días.

El raspón aún era visible, pero no tanto como el día del ataque.

Iba a la biblioteca para buscar algunos libros.

Así fue como conoció a cierto joven con coleta, quien también estaba allí en una de las mesas, viendo algunos libros sobre historia mundial.

Se acercó y se sentó a su lado, robándose la atención de Raditz.

—Hola. Hey, ¿Estás bien?—Le mira el rostro, enfocándose en su mejilla.

—Sí, sólo fue un inconveniente con un malandro. ¿Estás haciendo alguna investigación?

—Un malandro...—Estira un poco su mano, acariciando aquella zona—Y no, lo estoy leyendo por deporte. Hay veces en que me interesa un poco todo esto de hechos históricos.

Tarble un poco sonrojado se deja hacer.

—Ya veo.

—¿Viniste por algún libro en especial?—le deja y sigue con su libro, viendo una de las imágenes que estaban en él.

—Sí, pero lo buscaré luego. ¿Puedo acompañarte?

—Claro.

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Mientras Tarble estaba con el mayor de los hijos de Bardock, Vegeta y Black estaban en casa del mayor usando su habitación.

Vegeta se sujetaba fuerte a Black, casi enterrando sus uñas en su espalda.

Gemía el nombre del moreno, quien lo tenía sometido debajo suyo.

Las embestidas se hacían cada vez más profundas, enloqueciendo al castaño que colocó su cabeza entre el hombro y el cuello de Black.

—Black...

El mencionado sonrió, jadeando cada vez más fuerte. Sentía que en cualquier momento acabaría si seguía a ese ritmo.

Sintió las paredes internas de Vegeta apretarlo, haciéndole saber que este ya se había corrido. Así mismo lo hizo él luego de algunas embestidas más.

Vegeta le fue soltando mientras se acostaba mejor sobre la cama.

Black se apartó un poco y salió de él, robandole un gemido al castaño, quien jadeaba buscando calmar su ritmo respiratorio.

Se quitó el preservativo y decidió levantarse para ir a asearse.

Por su parte Vegeta descansaba luego de su espléndido revolcón. Hasta que sintió luego de varios minutos el peso de alguien más en la cama.

Black se acercó gateando, llegando hasta él y dejando besos por su rostro, el cual estaba algo rojo por el calor que lo inundaba de pies a cabeza. Sonrió sintiendo los suaves labios del moreno sobre su piel.

—¿Te lo pasas bien conmigo?

—Qué pregunta... Me lo paso mejor que con cualquier otro—Sube su mano y la deja sobre esos revueltos cabellos que posee Black.

Se separó del castaño y le dejó levantarse para que vaya y tome un baño.

Pero este al ponerse de pie, sintió algo correr por la parte interna de sus muslos, cortando un jadeo al darse cuenta.

—¿Qué pasa?

—Pásame eso—Apuntó a un rollo de papel que estaba sobre la mesita de noche. Este lo hace, viéndolo algo confundido—Creo que...—Va limpiándose un poco—El condón se rompió.

—¿En serio? Agh, perdona, no me di cuenta.

—Tranquilo, no pasa nada. Sólo voy a ir a bañarme y ya—Se quita la  camisa que tenía, la cual estaba totalmente abierta y camina hacia el baño.

—Vale. ¿Quieres que te ayude con las sábanas?

—No... bueno, sí, solo sácala.

Black hace lo que le dice mientras oye la ducha abrirse. Ya luego, se queda sentado en el escritorio con su celular en la mano.

Decidió ver redes, así distraerse mientras esperaba a Vegeta.

Viendo algunas publicaciones, una llamó su atención. Era joyería, viendo unos anillos de plata con diseños preciosos, pero no sólo eso, también vio zarcillos parecidos al que tenía puesto, en colores diferentes.

Sonrió al verlos, eran muy lindos a decir verdad.

Entró a los detalles y veía varios colores y modelos, además de los precios de cada uno de ellos.

Y se detuvo al ver unos de color morado, muy llamativos.

No se dió cuenta cuando cuando Vegeta salió del baño y se puso detrás de él para abrazarlo, haciendo que dé un respingo.

—Me sorprendiste...

Vegeta tan sólo soltó una risita, pero vio que al instante Black apagó la pantalla.

Aunque había logrado ver un poco, reconociendo unos zarcillos morados con la argolla dorada.

Supuso que los quería, pero era obvio que no se los pediría a él ni en sus sueños.

Le dio un beso en su cabeza y fue a buscar una sábana limpia para ponerla en la cama.

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Ya estaban por cumplir tres meses de pareja.

Ahora estaban en la prepa, en la cafetería durante el receso.

Black tenía un jugo de frutas en su mesa junto a un rollito dulce. Vegeta sólo tenía un jugo de frutilla en sus manos.

—¿Seguro que no quieres comer nada?

—Sí...

—¿Te sientes mal?

—Desperté algo mareado hoy. No quieres saber el resto...

—Te hubieras quedado en casa.

—Ya, pero perdería dos exámenes.

—Bueno, eso sí...—Lo acerca a él, pasando su brazo por su espalda.

Vegeta cierra sus ojos, pegándose más a Black.

La verdad no tenía ni idea de cuál era la causa de su malestar y esperaba que sólo fuera pasajero.

Quizás fue algo que comió la noche anterior, ¿No?

Que equivocado estaba...

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Pelear Por Tu Amor 《Black×Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora