Capítulo VII

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No tardaron mucho en llegar hasta aquella heladería casi al centro de la ciudad.

Al detenerse en el estacionamiento, se quitó el casco y acomodó un poco su cabello. Vegeta también hizo lo mismo. No habían tenido ningún inconveniente en el camino, cosa que agradecía el más bajito.

—¿Ves? Te dije que no te iba a pasar nada.

—Más te valía.

Guardaron los cascos, pero Black decidió dejar la moto allí.

Ambos entraron e hicieron sus pedidos, siendo dos conos dobles.

Fueron a una de las mesas que estaban un poco más apartadas y se sentaron frente al otro.

—Hey, noté que eres muy fuerte. Vi que cuando tomaste a ese tonto por la polera, sus pies no tocaban el suelo.

—Ah, sí. Me gusta mantenerme en forma.

—Ya vi. Ahora que lo pienso, no te he visto sin chaqueta.

—¿Qué? ¿Quieres que me la quite?—mira al peliflama sonriendo—Ok, agarra mi helado.

Le pasó su cono y empezó a quitarse su chaqueta de cuero negra. Así, dejo ver sus brazos, los cuales estaban bastante marcados y grandes, pero no de forma exagerada.

—Vaya...—Se fija en su brazo derecho—¿Eso es un tatuaje?

Black coloca su chaqueta en el respaldar de la silla.

—Ah, sí—Se gira un poco, para que Vegeta pueda verlo mejor. Era una rosa con varios pétalos cayendo.

—Está muy bueno.

—Por eso no suelo ir con ropa que muestre mis brazos. Aunque a veces sí o sí me la quito, porque si no me muero de calor—Vegeta le entrega su helado luego de eso.

—¿Sabes? También me gustan tus sombras. Creo que no te lo dije cuando te vi con ellas la primera vez.

—¿Mis...? Ahh, ya, ya. Sí, a veces no las uso porque no me da tiempo. Pero normalmente uso solo el negro.

Traía algo de maquillaje en sus ojos, haciéndolos resaltar más.

—Y gracias, creo que casi nadie había halagado mi maquillaje.

—Deberían. Te queda bastante bien.

—Se derrite tu helado, lindo.

—¡Ah!

Black tan sólo se rió mientras llevaba su cono a su boca.

Su pequeña salida fue agradable para ambos, así, sin tener que hablar siempre de las tareas o quejarse de ellas. Más bien, hablando de sus vidas fuera de la preparatoria.

Llegó la hora de irse.

—¿A dónde te llevo?

—A mi casa. Pasando Vespucci Boulevard. Ya luego te indico.

—Vale—Se coloca su casco al igual que Vegeta. Este se sujetó de sus hombros.

Fue un viaje más relajado que el que hizo para ir a la heladería.

Vegeta le fue diciendo por donde ir, llegando a una casa pintada de un amarillo ocre. Este se bajó y le devolvió el casco ya dentro de su cápsula.

—¿Puedes quitarte el casco un momento?

—¿Por?

—Sólo hazlo.

—Ok, ok. Ahora me lo quito—Hizo lo que le pidió. A lo que se acercó más y dio un beso en la mejilla del moreno, quien no se esperaba eso—Hey espera—Sostuvo su casco con una mano y la otra atrajo a Vegeta hacia él de nuevo, esta vez, propinándole un beso en los labios. Un beso que el castaño profundizó al tomarlo por la nuca.

—Gracias por invitarme a salir. La verdad, necesitaba distraerme—Dijo luego de separarse de Black, quien le miraba, escuchándole atento—A veces siento que tengo demasiado peso en mis hombros, pero gracias a ti he podido... pensar un poco más en mí.

—No hay de qué. Si necesitas algo, tienes mi número.

—Gracias—Se acerca de nuevo y le da un beso cortito—Nos vemos mañana.

—Adiós.

Esperó a que Vegeta entrara a su casa y luego se fue.

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—Ah, que no es tu novio.

—Que no.

Estaba en la sala, hablando con Raditz, quien estaba haciendo unos trabajos.

—Bueno, si te corresponde así sin estar en la preparatoria, yo que tú me pondría las pilas.

—¿Crees que de verdad quiera algo conmigo?

—Sí.

—Es que, no sé, siento que me estoy apresurando mucho.

—Nah, o sea, no te estoy diciendo que se lo pidas ahora ya o mañana. A su tiempo.

—Mmh... creo que tienes razón.

—¿Crees? Claro que la tengo.

—Ah, otra cosa, no le digas a Goku que en realidad no estamos juntos. Creo que le gusta y quizás se lanza antes que yo.

—Mi boca es una tumba... pero necesita dinero o no funciona.

—Agh, por favor, Radz, yo le pagué el helado y además debo traer comida para mi gato. Soy padre, tenme piedad.

—Si él pregunta o algo, me lo pensaré si decir la verdad...

Rodó los ojos. A su hermano le gustaba hacerlo sufrir.

—Ah, ahora que recuerdo... Tu tonto gato tiró la figura de Freddy Mercury de mi estante... Ahora está sin un brazo y canta con micrófono invisible. Aparte de manco, lo dejó esquizo...

—No me digas eso...

—No sé como, pero lo arreglas o me compras otro. O mejor... te deshaces del gato.

—Kiwi no se va a ninguna parte.

—Bueno, algo debes hacer porque ya son tres cosas mías que ha roto y no lo quiero ver ni en pintura.

—Está bien, está bien, veré qué puedo hacer.

—Espero que sí hagas algo y no te hagas el loco.

El gato no solía causar problemas seguido, pero el hecho de gustarle estar encima de todo y tirar lo que tiene al lado era la condena de Black.

Dio un suspiro, sabiendo que no lograría educarlo y toda la vida tendría que pagar lo que destruya. Pero bueno... la vida de un padre soltero.

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Sí, voy a nombrar calles del gta porque no sirvo para inventar cosas audjakdj

Pelear Por Tu Amor 《Black×Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora