Capítulo LI

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Granolah habló con Trunks bastante rato, no tocando más el tema de lo que los llevó a estar en esa situación, sino que Granolah le decía lo que había pasado en esos días al más joven. Obviamente saltando algunas partes que realmente no deseaba recordar en ese momento.

Trunks por su parte le preguntaba cada tanto si no se sentía mal o si necesitaba algo, él negaba, hasta que volvió a preguntar y la respuesta de Granolah le dio un flechazo al corazón.

Ese chico sabía cómo u cuando hablar para dejarlo echando corazones.

—No te preocupes, mi amor, todo lo que necesito está aquí, mi mamá, tú y mis amigos. Tú eras lo que necesitaba.

Parecía haber hipnotizado al pobre Trunks, quien lo miraba totalmente perdido en la sonrisa que le estaba regalando.

—Quiero casarme contigo...

Soltó sin pararse a pensar en si estaba pensando o si lo estaba diciendo en voz alta. No lo supo, sólo sentía eso y quería sacarlo de su interior aunque fuera diciéndolo directamente al peliverde.

Eso hizo que los ojos bicolores de Granolah lo miraran, sorprendido, pues hasta ahora nunca habían hablado de llegar a ese punto en su corta relación.

—Eh... perdón, no sé si lo dije o... lo pensé.

El pitido de los latidos que eran monitoreados por la máquina fueron en aumento. Llamando la atención de Trunks, volteando a ver la pantalla.

Se le aceleró el corazón tras escucharlo.

—Granolah, tranquilo, mi amor, no te... emociones así...—Voltea hacia él otra vez.

Este se sonrojó bastante, no había manera de ocultar su emoción cuando él podía saber si su ritmo cardíaco y respiratorio aumentaba o no.

—Parece que... te agrada la idea... ¿no?

Granolah volteó al lado contrario, avergonzado, pero de igual manera asintió con la cabeza, respondiendo a la pregunta de su amado. Recibió un beso en la mejilla por eso.

—Algún día lo haremos. Y si tú quieres, tendremos al menos dos hijos.

Casi pierde a Granolah luego de decir eso...

Su corazón no resistía a las palabras de ese chico tan dulce que amaba y lo amaba a él de regreso.

Los dos podían hacer que el corazón del otro estallara de amor.

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—Sí que le diste un susto a Trunks hace rato—Mencionó el de la cicatriz en su mejilla.

—No fue intencional. Ya me disculpé con él.

Eran Black y Raditz.

—Oye, tú sí que tienes agallas—Dijo el mayor—Yo no me enfrentaría a dos dobermans ni aunque estuviera drogado.

—Son cosas del momento. Ahora yo igual digo que no, pero en ese momento no lo piensas tanto.

—Granolah...—Llama el moreno, este le voltea a ver—Quería agradecerte por... todo. Porque sin ti quizás nunca hubiera vuelto a ver a mi hija y... a pesar de todo, de las dificultades y de todo el peso que tenías encima, lograste abrirte paso y sacar a mi bebé y a Trunks de allí.

Se puso de pie e hizo una reverencia.

—Muchas gracias, y también quería disculparme por si alguno de mis hermanos o mis papás o alguien te haya ofendido, haciendo algún comentario echándote la culpa. También por no haber impedido que Vegeta te golpeara ese día, me tomó desprevenido que lo hiciera.

Pelear Por Tu Amor 《Black×Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora