Capítulo XI

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Estaba bastante nervioso por alguna extraña razón que no conocía.

En sus manos traía un ramo de flores, unas rosas rojas. Tomó su móvil y le escribió a Vegeta de que ya había llegado y estaba afuera.

Encapsula la moto luego de guardar su celular en el bolsillo trasero de su pantalón.

Oyó que la puerta se abría, así que escondió el ramo detrás de su espalda.

Vio al peliflama, quien le sonrió al verlo. Traía una polera con cuello de un tono melón y jeans.

Se acercó a él y cuando estuvo al frente suyo, puso el ramo delante para que Vegeta lo viera. Este se sorprendió y muy feliz lo abrazó.

—Es un pequeño regalo.

—Están preciosas—Toma sus mejillas y hace que se agache para besarlo. Al separarse, lo mira a los ojos—Que bonito tu delineado.

Las mejillas del moreno se pusieron algo rojas por su comentario. Le entrega el ramo algo apenado.

—Ven, vamos adentro.

Le toma la mano a Black para llevarlo adentro de la casa, donde les esperaba Tarble en la sala.

Al oír la puerta de la entrada, Tarble volteó y dejó lo que hacía, viendo a un moreno alto entrar junto a su hermano.

Vegeta los presentó a ambos.

Al menor, por lo poco que llevaba tratando con Black, le pareció buen muchacho.

Pasaron una cena agradable, Tarble preguntando varias cosas a Black, quien le respondía a todo.

Le parecía tierno al ser más pequeño que Vegeta y querer cuidar de él.

—¿Te digo algo? La verdad me agradaste bastante—Le confesó al moreno, aprovechando que su hermano se levantó y los dejó solos un momento.

—Digo lo mismo.

—Lamento si te bombardeé con preguntas, pero soy bastante curioso y además quiero cuidar de Vegeta.

—No te preocupes. Mis hermanos también son como tú. En especial el mayor, siempre quiere protegernos, pero puede volverse demasiado pesado.

—¿Dijiste hermanos?—preguntó Vegeta, quien volvía de la cocina.

—Ah, sí. Somos tres y yo soy el del medio.

—No me habías dicho eso.

—Nunca preguntaste.

Contraatacó con una sonrisa en sus labios.

—Vaya, no me imagino tener otro hermano, apenas soporto a Vegeta.

Black rió levemente, haciendo que Vegeta se sonrojara por el comentario de su hermano

—Cállate.

Terminaron la cena y Tarble se disculpó por no seguir acompañándolos, pero debía estudiar para unas pruebas.

Vegeta y Black se quedaron solos en la sala, hablando. Pero las palabras sobraron cuando el castaño empezó a besar el rostro moreno y bajó por su cuello.

Se movió hasta lograr poner sus rodillas a ambos costados del más alto, quien empezaba a ponerse algo nervioso y suspiraba por cada beso que recibía.

—Amor... aquí no. Tarble puede...

—No va a salir de su habitación, te lo aseguro.

Desabrochó algunos de los botones de la camisa blanca que llevaba su novio.

Pelear Por Tu Amor 《Black×Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora