Capítulo XXXII

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—Vegeta... Es que no comprendo.

—Sí, lo sé, sé que no entiendes el porqué, pero estoy totalmente en contra. Él no debe saberlo, no debe saber donde estoy, no debe saber donde está mi hermano, y no debe saber de la existencia de mi niña.

¿Qué sucede?

Simple.

Rey.

Black había estado hablando con Vegeta sobre lo de la niña en la habitación, y en eso mencionó que quizás podría conocer a sus padres, de quienes no sabía absolutamente nada. Sólo una foto en la que una mujer de cabello largo y castaño alzaba a su pareja cuando era pequeño.

Vegeta se negó rotundamente, a lo que Black no comprendía el porqué de su negativa.

—Black...—Suspira—Yo huí de mi casa y me llevé a mi hermano.

—¿Qué...?

—Huimos hace... dos años más o menos. Descubrí algo que en la vida le voy a perdonar y... ese algo fue lo que nos separó de mi madre hace mucho. Él es la causa por la que cuido de mi hermano yo solo, por la que tuve que cambiar toda mi vida, mi hogar y mi ciudad para poder vivir tranquilo.

—¿Y cómo... conseguiste la casa? Tenías como quince o dieciséis, ¿no?

—Le robé el dinero... a mi padre. Él es presidente de una empresa en la capital del sur...—Toma una de las almohadas y la coloca sobre sus piernas, abrazándola—Tenía todas las de perder, pero conseguí trabajos de medio tiempo, por eso a veces no salía contigo los sábados por la noche. De alguna manera debía aumentar el capital que tenía, que era bastante, pero no duraría mucho mientras mantenía la casa.

》Mi madre no puede hacer nada por nosotros... porque por culpa del inoperante padre que me tocó... ella quedó presa por un crimen que no cometió. Yo... no quiero tener nada que ver con él, no quiero que mi hija lo conozca, no quiero que esté cerca de ella. No quiero que ese hombre esté cerca de nuestra hija, porque si la ambición lo nubló y se olvidó de nosotros, lo hará con ella y yo no quiero que pase por lo mismo que yo.

Después de decir todo eso, respiraba algo agitado, le era más costoso respirar desde hacía unas semanas y hablar tanto lo había agotado.

Black estaba un poco choqueado, siendo mucha información dada de golpe, además de ser grave el motivo por el que Vegeta no quería tener ningún tipo de contacto con su padre.

—Yo sé que el señor Bardock será el mejor para ella, que estará presente y que así no le va a faltar cariño, porque nos tendrá a nosotros dos y a nuestra familia... pero mi padre no formará parte de esta ecuación.

Era cierto eso que decían sobre Vegeta. Él era muy aguerrido, tanto así que logró prosperar él sólo con su ingenio.

Logró lo que se propuso, siguió estudiando a pesar de tener sobre sus hombros un gran peso, a pesar de trabajar tarde, a pesar de que seguramente se moría por dormir todo un día entero para descansar de aquella labor que había tomado al llevarse a Tarble consigo.

—Está bien. Si tú no lo deseas está perfecto—Se acerca a él y lo atrae a su pecho con sus brazos—Y... gracias por... sincerarte conmigo. Sé que te es difícil hacerlo.

Al fin había dicho la verdad sobre sus padres y el porqué nunca hablaba de ellos.

Se sentía mejor luego de decir lo que le ocurría con ese tema y lo delicado que era tratarlo.

Coloca su mano sobre su vientre, el cual subía y bajaba al ritmo de su respiración, la cual trataba de regular.

—Me canso... sin hacer mucho—Cierra sus ojos un momento, sintiendo las caricias de Black sobre sus hombros.

—Lo sé, será mejor que estos últimos días dejes de ir a la escuela.

—Sí.

Estaba totalmente de acuerdo, no había sido sencillo ir esas últimas semanas, y el caminar ya le era mucho trabajo.

No había pasado más que algunos días desde que fueron a su revelación y por lo rápido que avanzaba el embarazo, decidió que no haría baby shower... o no sería por iniciativa suya.

Aún así, sus amigos le dijeron que irían a su casa y ellos mismos le prepararían algo.

Y eso sería... mañana.

.
.
.

Estaban sentados afuera, en el patio delantero de la casa de los jóvenes Ouji.

Habían un par de mesas con sillas que habían alquilado los chicos.

El día estaba un poco nublado, así que el sol no les era problema.

—Vaya...—Acababan de permitirle salir, pues recién acabaron de arreglar todo—¿Ustedes hicieron todo esto?

Pegada a la pared habían globos rosas tornasoles, al igual que algunos plateados. Un aro de decoración forrado por tela negra en la que se veía el nombre de la bebé en blanco, con bordes rosita pastel.

Foquitos iban de cada pared divisoria de las casas, las cuales iluminarían luego de que anochezca.

—Ojito—Black venía a su lado, siéndole de apoyo al castaño que miraba su patio con asombro—Veo que le saben a las decoraciones.

—Hacemos precio si nos quieres contratar para tu cumpleaños—Ofrece Trunks.

—Ni loco.

—Eres muy malo—Se queja Maki, quien colocaba los centros de mesa—Tan lindo que decoramos y no quieres nuestros servicios.

—Sería mi cumple, deberían regalarmelo—Ayuda a Vegeta para que se sentara en una de las mesas—Cuidado... Vale—Se agacha y le deja un beso en la frente.

—Te dije que yo te lo iba a organizar—Termina de atar los focos que aún estaban sueltos—Y por lo que veo va de maravilla, ¿No?

—Sí. Se los agradezco a todos. Los conocí este año, pero han sido muy buenos compañeros y les doy las gracias por todas las atenciones que tuvieron con nosotros.

Les sonríe a los chicos que estaban ya poniéndose a descansar luego de terminarlo todo.

—Nao, nao, me vas a hacer llorar—El pelilila se acerca a Vegeta y lo abraza—Te lo mereces y lo sabes. Bura tiene la suerte de que ustedes dos sean sus papás.

—No es nada, Vegeta—Menciona Milk, quien se acercaba junto a Goku.

—Nuestra sobrina va a ser la regalona, ¿O no, Kakaroto?

—Sí, pero no me llames así, zopenco—Le reclama a Turles.

Aquel moreno siempre le decía por su segundo nombre sólo para molestarlo.

—¿Dónde están Bulma y los Gero?—Pregunta Black, quien no los veía por ninguna parte.

—Fueron a comprar unas cosas—Responde Tarble, quien salía de la casa con una bandeja con varios vasos de jugo—Dijeron que en un rato volverán. Sírvanse si gustan—Deja la bandeja en la mesa.

—Gracias, eres encantador—Maki le aprieta suavemente una de sus mejillas, sonrojando al pequeño pelinegro.

—No es nada—Gira hacia un lado cuando la morena lo suelta y decide tomar uno de los vasos.

Sería una linda reunión en la que compartirían entre todos.

Pelear Por Tu Amor 《Black×Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora