Capitulo 24

37.5K 3.2K 337
                                    

Hermes

1 mes antes.

Froto mi cabeza, cierro los ojos y tiro los papeles a un lado. No puedo concentrarme en ellos, en mi cabeza todo lo que esta es Octavia. Dios, nunca en mi vida crei que sentiria tanta necesidad de tener a alguien a mi lado.

Y no puedo pedirle ayuda a Teo, porque el maldito desapareció. La ultima vez que tuve contacto con el fue hace una semana, llamó para preguntar como estaba Liz. Le dije la verdad, ella no tuvo ninguna mejora.

Le dije lo que me dijo la lider de los cazadores, sobre lo irreversible que es lo que tiene. La mayoria de lo que le dije fueron malas noticias. No sabemos si va a cambiar. La cazadora dijo que con el tiempo empeoraria, espero que este mintiendo.

Despues de eso me cortó. Se que lo hizo mal, y lo entiendo. Su mate lo odia. Tengo miedo de que Octavia llegue a ese punto.

Mantengo todo mi optimismo en que no. No podría soportarlo.

●○●

Miro la chimenea, lo unico que ilumina en la oscuridad. Levanto mi vista hacia el reloj de la pared.

3:34 am

Suspiro y tomo el whisky de mi vaso. Tendria que comprar aceite de cannabis si de verdad quiero olvidarme de todo por un momento.

Que miserable soy.

Vuelvo mi vista a la chimenea, pensando en el dia de hoy.

Hoy visite a Octavia. Necesitaba hacerlo, tenia que volver a ver su rostro, oler su aroma aunque sea a distancia. Logre aliviar un poco mi ansiedad al verla.

De igual manera, ella no se notaba para nada comoda. Asique me fui, el unico que se notaba comodo era David. Me hablaba de su dia sin entender lo que ocurria a su alrededor. Eso me hizo dar cuenta de cuanto lo extrañaba, no solo a O.

Froto mi cara.

Ya no aguanto y no se que demonios hacer porque no se que demonios pasa.

Siento una mano en mi hombro, giro mi cabeza mirando hacia arriba y sonrio levemente al ver a mi madre.

— Es tarde.— Murmuro mientras la veo sentarse en el sofa del frente

— Lo se.— Se acomoda su bata y se cruza de brazos— Hijo, se que no estas bien. — Empieza a murmurar— No me gusta verte asi. Estamos aqui hace un poco mas de un mes y apenas nos prestaste atención. — Froto mis ojos y luego parpadeo, tratando de alejar el sueño

— Lo siento.— Murmuro

— ¿Qué esta sucediendo?, ¿porque estas peleado con tu mate?— Se calla unos segundos— Se que estuvo secuestrada, hable con Grace.

— Si.— Asiento con la cabeza mientras miro hacia la chimenea — Y eso arruino todo.

— ¿Que quieres decir?— Frunce el ceño

— ¿Recuerdas que cuando rescataron a Grace, ella estaba algo distanciada de nosotros?

— Si.— Mira hacia otro lado — Y aún tiene secuelas.— Suspiro

— Bueno, lo mismo esta pasando con Octavia. Pero peor.— Levanta sus cejas — No lo se, se mantiene alejada de mi. Pusieron algo en su cabeza, algo que la convence de alejarse de mi, que le voy a hacer daño.— Niego lentamente con la cabeza— Queria tiempo. Dijo que si nos manteniamos un tiempo alejados, todo eso desaparecería. Pero se que no es asi, se que no desapareció ni un poco. Lo se, por la forma en la que me mira.

Termino. Mantengo mi mirada en la chimenea mientras mi madre me mira, cautelosa.

— Y no lo hara, hijo.— Murmura luego de unos segundos de silencio. La miro con el ceño fruncido— Esos pensamientos seguirán y seguirán, el tiempo no solucionara nada, solo lo empeorará.

Mi Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora