Octavia
Enredo la toalla a mi cuerpo mientras lentamente sonrio. Me acerco al espejo y me miro, doblo levemente mi cuello y observo la marca.
Se ve horrible, dos ajugeros negros, con una mezcla de violeta y verde alrededor. No duele, pero siento un hormigueo.
Y se expande aveces, terminando en el centro de mis piernas. Es extraño, es cada vez que pienso en Hermes. Pero no entiendo muy bien porque.
Pero ahora, estoy tan aliviada. Me siento mucho mejor, mas energética, mas yo. Cuando dormi, lo hice plácidamente, sin ninguna maldita pesadilla.
Y cuando vi a Hermes, no sentia las sensaciones que antes si. Ahora solo buenas. Incluso mas deseo de estar con el, en todo sentido.
Suspiro y luego me apresuro a cambiarme.
Abro la puerta del baño y frunzo el ceño. Empiezo a caminar y junto cada tanto mis piernas.
Demonios.
No se como explicar la manera en la que me siento. ¿Excitada?, ¿acalorada?, no lo se, pero nubla mi mente.
Salgo de la habitacion y bajo las escaleras. Camino hacia la cocina donde se escuchan las voces. Me adentro y me quedo unos segundos parada. Liz y David comen desesperadamente mientras que Hermes intenta alimentar a Abby.
Sonrio al ver a Abby reirse y alejarle la cuchara. Ella piensa que esta jugando pero Hermes esta a punto de rugir.
Me acerco a el y levanta la vista hacia a mi.
Le quito suavemente la cuchara de sus manos y miro a Abby, introduzco la cuchara en su boca y para de mover las manos, concentrandose en comer.
Sonrio y luego me sobresalto al sentir una mano en mi cintura. Levanto levemente mi cabeza, observo la sonrisa de Hermes e inevitablemente sonrio.
Vuelvo a alimentar a Abby y frunzo levemente el ceño al sentir de vuelta el hormigueo. Segundos despues siento la mano de Hermes bajar mas, hasta posarse en una de mis posaderas.
Miro a los niños pero estos estan lejanos peleando por su comida. Mi mano tiembla levemente cuando la suya baja mas, dejo la cuchara en la mesa y aprieto mis puños. Alarga su dedo del medio hasta terminar en mi centro.
Trago saliva cuando empieza a moverlo. Maldito, no puede estar haciendome esto en frente de los niños. Levanto mi mirada y conecto mis ojos con los suyos. Levanta su comisura, sabiando que esto esta mal.
Entrecierro los ojos pero luego los cierro unos segundos cuando aumenta sus movivientos. Mis piernas se cierran inevitablemente al mismo tiempo que usa el dedo indice. Aprieto mis puños y bajo la cabeza.
— ¿O?— Levanto mi cabeza y miro a David. Hermes aleja su mano y la coloca en mi cintura, haciéndome suspirar— ¿Qué te sucedio en el cuello?
Levanto mis cejas y comparto una mirada con Hermes.
— Oh. Bueno..— Carraspeo— Un..
— Este chucho la mordió.— Habla Liz con desden, haciéndome abrir los ojos en par en par
— Decidete, Liz.— Habla David frunciendo el ceño — Primero me dices que Hermes es un lobo. Y ahora me dices que es un vampiro. — Entreabro la boca
¿Liz le dijo a David que Hermes es un lobo?, le pedi por favor que no lo hiciera, que yo encontraria el momento perfecto.
La miro mal y ella sonrie de lado, haciendo brillar sus ojos con desafio. Si algo aprendi de la nueva Liz, es que ama pelear, es lo que mas le divierte.
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Mi Alfa
RomansaHermes Stärke, dueño de la Empresa Petrolera Stärke. Concentrado plenamente en mantenerla en pie y otros problemas personales, por ejemplo, cazadores. Quienes aparecieron ya hace varios años atras. Pero aun asi, Hermes parecia tenerlo todo controlad...