Hermes Stärke, dueño de la Empresa Petrolera Stärke. Concentrado plenamente en mantenerla en pie y otros problemas personales, por ejemplo, cazadores. Quienes aparecieron ya hace varios años atras. Pero aun asi, Hermes parecia tenerlo todo controlad...
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Froto mi rostro, apenas entro a la casa.
Mierda, casi cruzo la linea.
Y no me arrepiento.
Si no era porque ya habiamos llegado, quien sabe lo que hubiera pasado. Estoy seguro que no pararía. Pero ella, es tan correcta, reaccionó más rapido que yo.
Me giro, viendola entrar.
Tendre que cambiar eso.
— Puedes elegir la habitacion que quieras.— Hablo, mirando la vieja casa— La mia esta en las opciones.— La miro— Junto a mi, claro.
Sonrio.
Entrecierra los ojos y ladea la cabeza. Suspira y se acerca a mi, a pasos rapidos.
— Que quede claro.— Arqueo mis cejas. Levanta su cabeza, apuntandome con su dedo— Lo que paso en el auto, estuvo completamente mal y no volvera a suceder.— Abro mi boca, se gira y empieza a caminar — Y no hay nada pendiente.
Termina, girando su cabeza, y dirigiendose a las escaleras.
Sonrio lentamente, mirandola subir.
Creo que estoy empezando a conocerla.
○●○
Miro la puerta unos segundos y luego alzo mi mano. La golpeo un par de veces, espero.
A los segundos Octavia se asoma. Le sonrio y suspira, abriendo por completo la puerta. Me adentro y miro la habitación.
— Crei que elegirias la mia.
— ¿Ya hay alguna reunión?— Pregunta, ignorando mi comentario. Se cruza de brazos
— En realidad si, habra una reunión esta noche. Asi que debemos ir.— Asiente
— ¿Como tengo que ir vestida?
— No te preocupes por eso, luego te traere un vestido.— Frunce el ceño
— No puedo permitir que me compres un vestido.
— Yo si.— Camino hacia la puerta, la escucho suspirar — Tengo que hacer algo ahora, puedes ir a explorar si quieres. Saldremos a las ocho.
Me giro hacia ella. Su mirada cambió, a una mas enojada, tanto que me da miedo.
— Si.— Murmura entre dientes. Sonrio y salgo de la habitacion
Camino hacias las escaleras y las bajo rápido. Salgo de la casa, dirigiendome al auto.
— A la otra casa Stärke.— Ordeno al chofer
Asiente y empieza a conducir.
Tomo mi telefono y mando un mensaje a mi prima Helen, comunicandole que estoy en camino.
●○●
Salgo del auto y miro la gran casa gris. La puerta se abre y en ella sale mi prima, junto a sus dos pequeñas hijas.
