Capítulo 40: Dijiste solo una vez...

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DISCLAIMER: One piece no me pertenece.

ADVERTENCIAS: ( a lo largo del fic): lenguaje vulgar, porno explicito, OC(?), capítulos cortos, AU, un Zoro cachondo todo el tiempo, romance cursi(?), Fluff, trama LENTA.

NA: Hola, soy el mensaje de advertencia número dos, el contenido que vas a leer es porno, puro porno, si tienes menos de 18 años (como la autora lol) léelo con gusto, si eres mayor ¡También!  :3 Solo disfruta.

ˏˋ((🌿))

Sanji se esconde, mira de izquierda a derecha y cuando no hay moros en la costa camina de puntas hasta la sala, entonces entra cuidadosamente a la cocina y abre la nevera despacio...

—Así que estas aquí.

La profunda y ronca voz de Roronoa recién despierto le sobresalta, y mira detrás suyo al hombre de poca ropa que usa solo un short de pijama.

—E-E-Estaba viendo que hacía de desayuno...

La escena no es común, y cuando Zoro se da cuenta sonríe malévolamente. El blondo se pega al mesón cuando las zancadas del peliverde se apresuran hacia él y se sonroja encogiéndose con el ceño fruncido.

— ¿Y bien?

Sanji traga saliva, nunca pensó que un día como este llegaría...era demasiado...demasiado para él...

— Estoy esperando una respuesta, cocinero.

—N-No sé...de que hablas...—El oji-azul desvía la mirada, con gotas de sudor bajando por su cien — Ahora si me dejas cocinar...te pido que te va-e-espera que hac- ¡Ah!

La temible sombra de Zoro actúa, y cuando las callosas manos del hombre se agarran de sus muslos blanquecinos y lo levantan hacia el mesón siente la apresurada boca de Roronoa besándole la suya, sus pezones se endurecen al ritmo en el que el peliverde aprieta su nalga, sujetándole de la nuca con la otra mano.

— ¡Nhg! ¡...pera... esper-¡Ah!

Se acaba de levantar y peinar, así que además de sorprenderle todo lo que sucede le pone de mal humor.

— ¡Z-Zo¡AH!-

La baba se le cae de la boca cuando se separa del beso y Roronoa toma su camisa de piyama de los costados...

Oh no...está a punto de romperla.

— ¡DETENTE!

Es difícil resistirse cuando tiene al dueño de tus fantasías enfrente tuyo, pero más cuando ya puedes tocar todo lo que quieres y ha pasado un mes desde que las garras le crecen y los colmillos se llenan de saliva...vamos, vamos.

—Si...si tú quieres que hagamos esto....

Zoro suspira con fuerza, las venas se le marcan en las manos porque está a punto de romperle la ropa a pedazos, pero aún más cuando sabe que tiene la polla dura y empapada.

— ¡Seré yo el que te dé!

— ¡¿QUÉ?!

El grito retumba por las paredes, casi estremeciendo los cuadros que al final Sanji no vendió, y el rubio lo toma de sus manos casi pasando olímpicamente de la posición, de la abertura de sus piernas, de los gemidos tan chillones que ha soltado.

— ¡Sí! ¡Prometo cuidarte bien....como...como a una bella dama!

El peliverde alza las cejas hasta que tocan la mitad de su frente ¿Qué mierda está diciendo? Debe ser difícil para un hetero pasar de ser el absoluto macho a esto...

Golden Sea (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora