Capítulo 9: Suave lluvia

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DISCLAIMER: One piece no me pertenece.

ADVERTENCIAS: ( a lo largo del fic): lenguaje vulgar, porno explicito, OC(?), capítulos cortos, AU, un Zoro cachondo todo el tiempo, romance cursi(?), Fluff, trama LENTA. 

Al capítulo

  ˏˋ((🌿))  

Extrañamente y aun con la brisa estival, no hizo sol. Había una gran nube gris por toda la ciudad que sin embargo no opacaba el ánimo de algunos, como el azabache de apellido D, que revoloteaba alrededor de Water Law, molestándolo con lo que parecía algo relacionado con comida.

—Mugiwara-ya, te lo dije, no tengo dulces en mis bolsillos.

Por enésima vez Trafalgar suspiro, irritado de que aunque el sol no alumbrará, Luffy pareciera su reemplazo .

— ¡Mentiroso! ¡Si vi como le dabas algunos a esa pelinegra del cigarrillo!

Monkey caminaba por la baranda de piedra que separaba la playa de la carretera, asustando a Law que le pedía que se bajara antes de caerse

—No eran dulces idiota, eran pastillas para su constante dolor de cabeza —Musitó, acariciándose las sienes— No olvides que soy Doctor

— ¡Lo sé, pero- Espera ¿Tienes medicamentos en tus bolsillos?

Trafalgar no respondió, Luffy se quedó en silencio por unos segundos, y luego el segundo estalló en risas.

— ¡¿Por qué te ríes imbécil?!

— ¡Torao es un chico muy extraño!

Law se sintió como un estúpido, avergonzado de su actitud desesperada, y solamente siguió derecho yéndose en grandes zancadas.

—Esper-Espera ¡Torao!

Luffy se limpió las lágrimas de la risa, tomó la mano tatuada y siempre fría del doctor, y mordiéndose los labios se tragó la carcajada que quería salir al contemplar el rostro iracundo de Law.

—No te enojes, Torao~

El azabache más alto se agarró el tabique de la nariz cerrando sus cansados ojos, y simplemente suspiro escondiendo una pequeña sonrisa mientras que apretaba la pequeña mano de Monkey.

—La verdad es que....sí eran golosinas

— ¡¿Eh?! ¡¡Eres un mentiroso!!

—Pero ya no te voy a dar.

— ¡Toraooo! ¡No seas así~!

Luffy se fue alejando con Trafalgar y la nube gris empezó a moverse hacia el oeste, luego las hebras doradas del sol que se escondían recelosas pintaron a la joven pareja , mientras que a la lejanía la oscuridad incrementaba la frustración e irritación de un peliverde.

—Qué asco de día

Zoro contempló la escena de los enamorados, sintiéndose aún más miserable de...bueno, era la primera vez que se sentía así. Tal vez la muerte de su mejor amiga también fue algo que le lastimó y marcó por completo, pero no sabía cómo describir la rabia combinada con la desazón, la frustración combinada con la confusión, solo podía sentir un amargo sabor en la boca, y no, no era la comida quemada que intento hacer en la mañana.

No iba a admitir que había sido una, solo una maldita persona la que lo condenó a todo esto, a graves dolores de cabezas, erecciones matutinas y dolorosas, ansias, excitación, enojo, felicidad, tristeza, hastió; era un sinfín de emociones que no terminaban, y realmente, realmente no quería seguir con esto.

Golden Sea (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora