No podía dejar de observarla.
Eso no era nada nuevo. Cuando Rowdy la trajo por primera vez a la tienda en busca de un automóvil para ella, no pude apartar la vista.
Me sentí tan culpable al respecto en ese momento porque se suponía que debía ser un hombre felizmente comprometido y estaba en camino a planear un por siempre con Glimer, pero había algo sobr Kantiss que me parecía irresistible. Inicialmente fue su mezcla de belleza y tristeza lo que me llamó la atención. En un mundo perfecto, ella nunca sabría la clase de fealdad que podría hacer que esos ojos plateados estuvieran tan atormentados y temerosos. Cuanto más se cruzaban nuestros caminos y cuanto más dejaba su rígida guardia a mí alrededor, más comprendía que la razón por la que no podía apartar la mirada era porque ella era una sorpresa constante. Justo cuando pensaba que sabía cómo iba a reaccionar o comportarse, hacía algo completamente inesperado. Como presentarse en mi taller de la nada con un cachorrillo revoltoso porque sabía que estaba pasando un mal momento en mi vida personal y podría necesitar una distracción. O como ahora, cuando estaba fascinado viéndola hacer algo tan simple como cenar. Pensé que cuando le entregué la hamburguesa con queso, sin tomate, ella mordisquearía y rebuscaría la grasosa comida delicada y cuidadosamente.
Era tan delicada, parecía tan frágil y quebradiza, que me sorprendió cuando engulló la hamburguesa con gusto y devoró las papas fritas acompañantes. Al principio ella estaba nerviosa porque seguía mirando alrededor de mi casa de espacio abierto como si alguien fuera a saltar detrás de los muebles y derribarla. Pero, finalmente, me preguntó si iba a comer todos mis aros de cebolla y me di cuenta de que simplemente tenía un apetito saludable cuando se trataba de la comida que le gustaba.
Una vez más, me imaginé haciendo todo tipo de cosas realmente gráficas y horribles a su ex esposo. Pensé que la única razón por la que se las arreglaba para estar tan delgada y endeble era porque había pasado tanto tiempo negándosele las cosas que realmente le gustaba comer. Su vida se había convertido recientemente en suya y era obvio que no se había decidido a darse el gusto y permiso para atender sus propios deseos y necesidades.
Le entregué los aros de cebolla en silencio e intenté olvidarme de lo que esas necesidades y deseos podrían ser y cuántos podrían aplicarse amí.
—Este lugar es realmente agradable. Me gusta cómo está decorado.—Su mirada seguía observando alrededor como si estuviera buscando enemigos invisibles y se estaba moviendo inquieta en el extremo del sofá, donde nos habíamos instalado frente al televisor. Le dije que podría estar acargo del control remoto y no me sorprendió en absoluto cuando me dijo que realmente no veía la televisión. No conocía a ninguna mujer de cualquier edad que no supiera lo que era Hijos de la Anarquía gracias al prolífico tiempo de pantalla que le daban al culo de Charlie Hunnam. Incluso si no estuvieran involucrados en la violencia y las Harleys, no había duda de que lo veían por Jax Teller. Mientras insistió en que era indiferente a lo que estaba en la pantalla, puse El Dúo Mecánico en Discovery Channel.Contuve el aliento cuando me di cuenta de que era la primera vez que escogía lo que estaba en la televisión en mi propia casa. Siempre dejaba que Glimer controlara el control remoto, incluso durante la temporada de fútbol, lo que significaba que no había visto a los Broncos jugar desde que nos mudamos juntos. Frunciendo el ceño un poco por mis pensamientos errantes, le dije a Kantiss:—Gracias, pero todo se está yendo pronto. Glimer escogió todos los muebles e hizo toda la decoración. Hoy le dije que podría tenerlo todo. Sus labios se torcieron y noté que tenía un poco de cátsup en la comisura de su boca. Si ella fuera cualquier otra chica pasando el tiempo en mi sofá, comiendo una hamburguesa que yo le traje, extendería la mano y la quitaría, pero no quería asustarla o alarmarla tocándola sin su permiso, así que señalé hasta el lugar en mi propio rostro y levanté mis cejas hacia ella. Se sonrojó encantadoramente y señaló al estúpido sofá de color pálido.
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Rescatame (Everlark)
RomancePeeta Hunter Mellark es un buen chico. Todo el mundo lo sabe, incluyendo a su novia que le dejó con una boda cancelada y un bebé en camino. Está cansado de terminar último y está listo para empezar a vivir el momento con noches empapadas en whisky...