La última vez que había sentido este incierto y nervioso caminar hasta la puerta de los Carmichael fue cuando recogí a Glimmer para nuestra primera cita. Ya nos habíamos estado viendo mucho regularmente, pero no estaba segura de cómo mi aspecto drástico y él estatus de huérfano iba a ir con sus padres bastante conservadores. También era la bebé, la princesa mimada, y no quería que el hecho de que se había enamorado de un marginado y un rebelde le quitara el brillo con él que cada uno en su familia la trataba.
Los Carmichael eran buenas personas, pero sabía que una cosa era sentir lástima por el niño sin una familia, y otra cosa darle la bienvenida a la suya cuando todas las pruebas apuntaran al hecho de que estaba haciendo todo lo posible para entrar enlos pantalones de su hija adolescente. La realidad de la situación era que yo había sido el único manteniendo a Glimmer fuera hasta que fuéramos oficialmente oficiales, lo que incluía pudiera llevarla a citas.
Estaba más que dispuesta a ir a la distancia tan pronto como la besé, pero quería más que el enamoramiento adolescente y la lujuria desatada. Estaba más que dispuesto a sufrir a través del interrogatorio que sabía que iba a venir de su padre porque estaba convencido de que Glimmer y yo íbamos a ser una cosa para siempre. Creía arrogantemente que mi lealtad y devoción a su hija los ganaría incluso si mi apariencia y falta de un hogar amoroso les diera una pausa. Poco sabía que la batalla para ganarlos fue ganada antes de que incluso llamara a la puerta.
Yo sabía que el padre de Glimmer estaba en una silla de ruedas y había sido así desde que estuvo involucrado en un accidente de motocicleta cuando Glimmer era mucho más joven, dejándolo paralizado de la cintura para abajo.
Ella nunca mencionó que él estaba usando así de tanto, si no más, tinta de la que yo tenía, o el hecho de que tenía un bigote seriamente malísimo que en marcaba su boca, o que iba a responder a la puerta con ropa de cuero y guantes mientras me miraba como si pudiera destriparme con poco o ningún esfuerzo. El tipo rezumaba motociclista fresco y no pestañeo ante mis tatuajes o manos sucias. No dio una segunda mirada a mis jeans rasgados y desvanecida camiseta y mis botas maltratadas no parecían molestarle en absoluto. Me miró fijamente hasta que me rendí y desvíe la mirada, su tono mortalmente serio mientras me decía:
—Glimmer es un dolor en el trasero y respeto a cualquiera que toma eso,pero si la lastimas, si la defraudas o la decepcionas, no importará la cantidad de dolor en el trasero que es, te voy a acabar. ¿Me entiendes, hijo? Estaba tan sorprendido al oír la palabra "hijo" que había dicho sin pensar:—Algún día me voy a casar con ella, señor. Su expresión cambió de piedra a un rayo de sol.
—Gracias Jesús alguien va a sacar a esa chica de mis manos. —Se rioy se alejó de la puerta para que pudiera entrar. Desde ese segundo él y su esposa hicieron todo lo posible para asegurarse de que sabía que era bienvenido en su casa. Mientras que su hija fuera feliz, estaban contentos de tenerme como uno de los suyos. Fue la primera vez en mi vida que pensé que sabía lo que se sentía la familia y no podía conseguir suficiente. Pensé que duraría para siempre porque Glimmer y yo íbamos a estar juntos hasta él fin de los tiempos.
Todavía dolía saber qué cuando ella se fue se llevó ese sentimiento de finalmente pertenecer a algún lugar con ella. Ahora, mientras me arrastraba hasta la misma puerta, me sentí de nuevo como ese chico que había sido expulsado de casa en casa. Nunca fui lo suficientemente bueno y siempre fue demasiado fácil para todo él mundo que se suponía que me amaba, decirme adiós. Eso hizo que mi corazón se torciera y dejó un sabor amargo en mi lengua. Sabía que los padres de Glimmer no tenían toda la imagen de por qué había tenido que cancelar la boda, pero pensé que había más que probado que haría lo correcto por su hija menor, independientemente de las circunstancias. Creí tontamente que me había ganado un lugar en la familia; fue horrible cuando me di cuenta de que era solo un huésped temporal.
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Rescatame (Everlark)
RomancePeeta Hunter Mellark es un buen chico. Todo el mundo lo sabe, incluyendo a su novia que le dejó con una boda cancelada y un bebé en camino. Está cansado de terminar último y está listo para empezar a vivir el momento con noches empapadas en whisky...