-Nos vemos más tarde.-me dijo Jazmín antes de irse con su novio.
-Chau Clara.-saludó Niall-y perdón por mentirte.-me dijo por enésima vez en el día. No sé por qué seguía disculpándose si ya le había dicho que estaba todo bien.
-Chau, los veo en un rato. Niall olvidate del tema, enserio ya te dije que no importa.
-Igual lo siento.-repitió antes de desaparecer por la puerta.
No me pregunten por qué perdone a Niall y a Harry no porque sinceramente no lo sé. Tal vez porque con Harry era distinto, ambos habíamos peleado y ninguno quería ser el primero en ceder y arrepentirse.
Cuando me terminé de arreglar (me había puesto una falda tiro alto con una remera que decía “Sometimes love is stupid” perfecta para la situación) me tomé un taxi que me dejó a una cuadra del lugar en el que íbamos a cenar. Mientras caminaba hacia el restaurante vi un grupo de chicos gritando al otro lado de la calle, al parecer estaban borrachos o algo así. Los ignoré y seguí caminando.
-¿A dónde vas bonita?-dijo alguien agarrándome por los hombros haciendo que me quedara paralizada por el susto. Me hubiera gustada que esa persona fuera Harry pero no era él, era una voz totalmente desconocida. Luego me agarró por el brazo y me dio vuelta, lo reconocí, era uno de los que segundos antes estaban en la cuadra de en frente.
-¿Y a vos qué te importa?-se me escapó.
-No me gusta que me hables con ese tonito.-me dijo agarrándome más fuerte el brazo.
-Y a mí no me gusta que un desconocido venga y me agarre del brazo.
-Si no dejas de hablarme así…
-¿Qué vas a hacer? No podés hacerme nada, la calle está llena de gente.
-¿Ah sí? Yo no veo a nadie.-dijo mirando alrededor. Él tenía razón, no había nadie, por qué justo cuando necesitas que haya gente no la hay. Las únicas personas que había eran sus amigos que se habían acercado a nosotros. Y de repente lo vi…Harry estaba a unos metros de mí bajándose de su auto. Lo miré fijamente para que reparara en mí y me ayudara hasta que al fin su mirada se cruzó con la mía.
-¿No era que no me necesitabas?-dijo articulando lentamente cada palabra para que pudiera leerle los labios. ¿Por qué justamente en este momento tenía que acordarse de eso?
-¿Quieres venir con nosotros? Te vas a divertir.-me dijo uno de los tipos acercándose y apoyando sus palmas en mis mejillas bruscamente. Hubiera salido corriendo pero además que me había agarrado el brazo todavía no me lo soltaba.
-Ya suéltenla.-intervino Harry al fin.
-¿Y vos quién sos?-dijo el primero que me había hablado soltando mi brazo y propinándole un puñetazo a Harry al lado de sus labios, no pude evitar lanzar un gritito horrorizado. Harry estaba a punto de devolvérsela pero me metí en el medio y rodeé su puño con mis manos.
-No por favor Harry, ya está, vamos.-le dije sacándolo de ahí. El grupo de chicos empezó a gritarnos cosas pero yo apuré el paso y me metí rápidamente en el restaurante arrastrando a Harry conmigo y haciendo que sus voces dejaran de oírse.
Narra Harry.
Me había molestado que Clara me dijera que no me necesitaba así que cuando la vi ahí rodeada de esos chicos decidí hacerle caso: si no me necesitaba entonces no la iba a ayudar. Pero cuando uno se le acercó no pude quedarme de brazos cruzados. Le hubiera enseñado a ese tipo a no meterse con mi Clara pero ella me detuvo y yo no se lo impedí. Lo último que me faltaba es que alguien me sacara una foto golpeando a ese chico y que se convirtiera en la noticia principal del día siguiente.
Cuando entramos al restaurante dimos nuestros nombres y nos condujeron a nuestra mesa, ésta era para dos personas, seguramente se habían equivocado porque en realidad íbamos a ser cuatro pero cuando llegara Niall podríamos resolver eso. Me saqué la campera y me senté, instintivamente me llevé la mano a la cara que al parecer estaba un poco hinchada por el golpe pero al menos no tenía sangre y no me dolía tanto. En vez de sentarse, Clara se acercó a mí, se inclinó un poco y apoyó delicadamente su mano sobre mi mejilla.
-Gracias Harry.-susurró besando dulcemente la comisura de mis labios, donde había recibido el puñetazo. Cerré los ojos, al parecer había valido la pena que me pegaran pero inmediatamente recordé que ella aún tenía que disculparse.
-¿Vas a pedirme perdón por lo de esta mañana?-pregunté mirando fijamente sus labios que estaban tan cerca de los más y conteniendo las ganas de besarla.
-¿Qué? Pero si vos sos el que tiene que pedir perdón.-me contradijo un poco enfadada.
-Yo no pienso hacerlo.-contesté firmemente.
-Entonces yo tampoco.-dijo alejándose de mí y sentándose en su silla con los brazos cruzados como una niña.