XIII

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Espinas
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20 de mayo, 2011

"Las personas que amamos son como rosas pues las espinas embellecen su figura, al igual que la hacen peligrosa. Si verdaderamente te importa querrás llevarla contigo aunque la posibilidad de perforar tu dedo sea alta, aguantando el dolor solo para poder tener la hermosa flor en tus manos y protegerla de todo acecho. Sin embargo, cuando en realidad no le pones interés y te obligas a tener ese tipo de sentimientos, no querrás arriesgarte a sufrir herida alguna."

Era uno de los párrafos del libro rojo que me prestó JeongIn, había decidido comenzar a leerlo y sorprendentemente me gustaba pese a ser un género romántico, nunca les tuve especial aprecio a los libros de amor.

Sus palabras impactaron en mi mente, asociaba significados con ellas. Las espinas simbolizaban los problemas que rodeaban a la persona, así que tomar la flor simbolizaba hacer frente a las adversidades junto al individuo. Si yo de verdad quería a JeongIn, ¿había agarrado la rosa? Me esforzaba en aprender lenguaje de signos para comunicarme con él, pero no era suficiente para mí.

Otra de las preguntas que rondaba por mi cabeza era: "¿JeongIn también le veía como una rosa?". Él había hecho muchas cosas por mí como aprender del mundo de la música pese a no poder disfrutarlo, hacerme sentir emociones que jamás había experimentado, dar sentido a las partituras, estar conmigo pese a que algunas veces podía ser tedioso, esperar aunque muchas veces llegue veinte minutos tardes por retrasarme en el auditorio...

Depende de cómo lo mirase podía deducir si se estaba arriesgando a sujetar la rosa o no, ¿pero realmente me quería tanto como para verme de esa forma? Maldito libro que me hacía dudar de todo.

Me levanté tras no haber pegado ojo en toda la noche y para colmo dormí en clases, pero gracias a alguna bendición divina la profesora no llamó a mis padres. Lo que sí me asustó es que quería una tutoría con ellos, ya deduje que era algo malo pues los profesores no piden citas para hablar con los tutores para recordar los logros del alumno y, para ser sincero, con el leve abandono que le hice a los estudios era normal que la señora Choi se alarmara, solía ser un alumno sobresaliente.

Por otra parte, JiSung había vuelto a tener contacto conmigo pues al parecer no tuvo móvil, se le cayó por las escaleras de su apartamento y no tenía tiempo para arreglarlo, los estudios en Malasia eran difíciles. Volvería a finales de junio cuando terminaran sus exámenes, tenía muchas ganas de presentarle a Innie ya que pasar tiempo por mis dos personas favoritas a la vez me emocionaba.

Tenía ganas de contarle la noticia a Yang, apenas lo había podido ver en esos días y ansiaba hablarle sobre el tema en persona. Algunos pensarán que no es para tanto pero para mi yo de diecisiete, que no tenía amigos a raudales o siquiera disfrutaba de su adolescencia, tener dos personas que apreciaba tanto juntas era para celebrar una fiesta. No podía esperar así que mis pasos ligeramente rápidos aumentaron el ritmo, iba casi corriendo al pequeño parque comunitario.

Pero en cuanto llegué paré en seco, JeongIn no estaba solo.

—¿Hwang?

—Seung...Min.— susurré confundido, no sabía que hacia él allí.

Kim estaba junto a JeongIn, quien mantuvo una sonrisa en su rostro mientras me saludaba hasta que observó la expresión de mi rostro, después observó al chico a su lado y se confundió un poco más, Seung me dirigía una mirada que si esta fuera un cuchillo, ya estaría muerto.

Una risa amarga salió de sus labios —Cuando mi primo me dijo que conocía a un HyunJin, rezaba para que no fueras tú.— hizo una pausa mientras mordía su belfo inferior —¡Hay muchos y tienes que ser tú!

JeongIn me había hablado sobre su primo anteriormente, lo pintaba como el chico más dulce que había conocido en su vida, no que era Kim SeungMin. Coincidencias que me hacía pensar que la vida me odiaba.

—Kim yo-. —Cortó mis palabras.

—Innie vámonos.— pronunció mientras hacía señas con sus manos, indicándole al mencionado que debían volver a casa.

JeongIn negó varias veces, pero al final acabó cediendo pues su pariente se veía bastante afectado, siquiera se despidió.

Fui a casa, me encerré en mi habitación y procedí a pensar en todo lo sucedido, quizá SeungMin le estuviera contando como era mi actitud en el auditorio, JeongIn se asquearía por mi personalidad y dejaría de hablarme para siempre. Tan solo pensar en eso mi corazón comenzó a doler y la boca del estómago se cerró, sin Innie no sabía que hacer, era la primera vez que realmente me atraía alguien y quería estar junto a él, tan solo pensar en la posibilidad de que me odiara me daban ganas de llorar.

Yang JeongIn era una rosa con muchas espinas.

Yang JeongIn era una rosa con muchas espinas

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Abril [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora