XXIII

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Observar
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1 de octubre, 2011

Ese día fue todo un desastre, no había una palabra tan mala en el diccionario para describirlo. Solía fastidiar demasiado las cosas, lo admito. Si algo bueno existía, yo mismo me encargaba de destrozarlo y después llorar por ello como si fuera a arreglarlo; pero por obvias razones no sucedía. Aquel día en especial fue el colmo de mi torpeza, cuando comencé a pensar "Oye HyunJin, tienes un problema grave. Háztelo mirar".

Verán, había comenzado las clases normales, las de verano finiquitaron hacía unos días y estaba algo agobiado con ese tema, debía cumplir las expectativas ese semestre si quería una buena nota en las calificaciones finales. Mi estrategia era estudiar los primeros días para después tener el resto completamente libres, tan sólo usarlos para repasos rápidos antes de los exámenes y como intuirás, apenas tenía tiempo para mi vida social en ese momento. Los únicos ratos donde podía pasarlo bien era en el salón de artes con mis nuevos amigos, donde pasaba quince minutos, después me iba a la parada de autobús y volvía a casa para estudiar. Siquiera veía a JeongIn, toda la comunicación que manteníamos era por la mensajería del teléfono. Y no es por presumir, pero habíamos avanzado mucho con eso, nos enviábamos emojis de corazones frecuentemente. Cada vez que recibía uno comenzaba a ahogar gritos en la almohada mientras rodaba por la cama.

Esa era mi pequeña rutina, pero faltaba algo importante.

—¡HyunJin!—Felix, quién era mi nuevo compañero de pupitre, zarandeó mi hombro derecho con énfasis.—MinHo hyung quiere invitarnos a un helado—la emoción se podía notar en sus ojos, el Lee mayor no solía ser tan amable.

—¿Hyung? ¿Ese hyung?—pregunté con la ceja alzada, también estaba extrañado de que el más raro de los mayores saliera con tal petición de repente.

—Sí Jinnie, como has escuchado—habló MinHo, apareciendo entre los demás estudiantes de mi curso, quienes se mantenían ocupados hablando sobre sus planes o recogiendo las cosas que aún tenían encima de la mesa.

—¡Hyung me asustaste!—exclamó Felix asustado por la repentina presencia del mayor, colocando la mano en su pecho.

—Te asustas muy rápido YongBokkie.

—Mentira.

—"Mintiri".

Observé como ambos comenzaron a pelear sobre quien era el más asustadizo -algo que pasaba frecuentemente- mientras mi mente divagaba en si ir a por ese helado o no, planeaba quedarme estudiando el último punto de historia para librarme de esa maldito asignatura de una vez. Pero bueno, un día era un día, así que la tarde ya planeada podía verse retrasada sin problemas pues siquiera el examen tenía fecha prevista.

—Iré con voso-

Me callé en cuanto sentí una pequeña mano tomar la parte inferior de mi camiseta, provocando que girara sobre mi torso para poder ver de quien se trataba. Mis ojos se abrieron en sorpresa cuando me topé con los castaños orbes de JiSung, expectantes a que dijera alguna palabra dirigida a él. Enmudecí, él no estaba registrado en mi institución y no había una razón por la cual estuviera allí a esa hora, debía estar volviendo a casa en su respectivo autobús escolar. Mi actitud con él no era la mejor, lo reconozco, había dejado de lado nuestra amistad para ocuparme de mis nuevos amigos y eso no estaba nada bien. Pero ya saben, hacer cosas mal es un don que poseo.

—¿JiSung?—pregunté en un tono bajo.

—Prometiste que hoy jugarías a los videojuegos conmigo—su rostro no tenía expresión alguna, el tono se mantuvo neutro en todo momento, estaba comenzando a asustarme toda su seriedad.—Lo olvidaste, ¿verdad?—fruncí el ceño y bajé un poco el rostro pues era cierto, lo olvidé. Tanto MinHo como Felix observaban la escena sin articular palabra, seguramente igual de estupefactos que yo en ese momento.—Me voy—sentenció comenzando a caminar hacia la salida.

—¡Espera!—exclamé siguiéndolo.—¡JiSung hay una explicación!—ambos salimos del aula, llegando al desértico pasillo.

—¡¿Cuál?!—se giró bruscamente, haciendo parar los aligerados pasos que daba para seguir los suyos.—¿Qué te aburriste de mí, no? Prefieres a tus amigos sociables que a uno con incapacidad de comunicarse adecuadamente con sus nuevos compañeros de clase, ¿verdad?—su agresividad me intimidó tanto que hasta di un paso hacia atrás, tenía demasiados problemas y como egoísta que soy, no me paraba a escucharlos adecuadamente pese a que intentó contármelos numerosas veces en el transcurso de la semana.—Pero está bien, ve con las personas que creyeron todos los rumores sobre ti y no con la que se acercó pese a ser juzgado por ello—no había resentimiento en sus palabras, sino dolor.

En cuando hizo el amago de girar su cuerpo, mis pies avanzaron con mayor velocidad y conseguí atraparlo entre mis brazos. Han forcejeó para librarse de mí, pero a los cinco segundos dejó sus extremidades superiores sin fuerzas, escondiendo su cabeza en mi cuello aprovechando la cercanía que ejercía.

—Volví de Malasia por ti, estúpido—atacó con una voz apagada que amenazaba con romperse, haciendo salir consigo cristalinas lagrimas.

—Perdón, te prometo que no lo volveré a hacer—usé más fuerza en el abrazo, quedando aún más unidos.

—¿De verdad?—se separó para observar mi rostro.—¿De verdad de verdad?—volvió a preguntarme, respuesta que di con una sonrisa y un asentimiento.

Ambos cumplíamos nuestras promesas, lo sabíamos. Él me prometió volver para que no estuviera solo y lo hizo, así que era hora de que también mostrara mi amistad por JiSung y no dejarlo a su suerte. Por otra parte, jamás nos habíamos enfadado mucho tiempo, siempre solíamos tener problemas incluso más graves que los de ese día y nos perdonábamos a los cinco minutos, así que no tuve que implorar por ello.

—Eres un imbécil—me insultó rodeándome con sus brazos, brindándome con abrazo lleno de cariño y sentimientos.

—Lo soy.

—Tonto.

—Sí.

—Te queda solo una neurona y aún así falla.

—¡Oye, ya!—exclamé fingiendo enfado.

Arreglé mi amistad con JiSung la cual pendía de un hilo, estaba feliz por ello. Sin embargo, alguien observaba desde lejos y aquella escena no le gustó nada.

¿Por qué observaste y no actuaste? Todo se hubiera solucionado fácilmente con palabras.

¿Por qué observaste y no actuaste? Todo se hubiera solucionado fácilmente con palabras

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Abril [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora